La herencia del viento
La herencia del viento
Cortometraje, de los realizadores Alejandra Retana y César Camacho.
Egresados de la Universidad de Guadalajara cuentan y retratan la cosmovisión de un agricultor, su modo de vida y su legado.
Juan Zuñiga nos da cátedra de lo que es la vida. Consciente de que es consciente de que vive y de que se relaciona con un principio de realidad, su mundo, Juan Zuñiga convive con la tierra, con sus hijos, y se realiza en cada actividad. El cortometraje es entrañable, y es portentoso. Lleno de amor y sabiduría, Juan Zuñiga representa la sabiduría del hombre que es consciente de que vive, y de que todo lo que hace tiene eco en la eternidad.
Cada instante suma. Juan Zuñiga es consciente de sus emociones y de que estas, son percibidas y afectan, de forma portentosa, a toda su realidad. Zuñiga es consciente de que sus emociones, sus sentimientos, sus sensaciones y pensamientos nutren la tierra que cultiva, y nutren a su vez a sus hijos que cuida. Por eso Zuñiga es amable, con todo y con todos, y posee un gran sentido de confianza ontológica, de fuerza primordial, que viene afectar, de forma positiva a la tierra que cultiva y a los hijos que cuida. Zuñiga es consciente de que todo lo que hace afecta a la tierra, y a sus hijos que viven en ella. Es tremenda la sabiduría de Zuñiga, retratada en este fenomenal documental, que sin duda, debería dar pie a realizar todo un largometraje para obtener más conocimiento de la sabiduría natural del agricultor: Juan Zuñiga.
Me parece un documental imprescindible para incrementar el desarrollo de conciencia en nuestra sociedad estos días de caos y de daño brutal inconsciente que grandes corporaciones hacen a la tierra. Y de igual forma, la sensibilidad que puedes despertar en ti al observar, contemplar la forma de ver la vida de una persona que está muy consciente de dónde está, qué hace y para qué lo hace.
Erick Xavier Huerta
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