Nymphomaniac vol. 2



El mismo asombro en el segundo volúmen, desgraciadamente, es mucho menor a la primera entrega de Von Trier.

Continua la historia de la vida sexual de Joe, tomando de referencias objetos del cuarto de Seligman para nombrar los capítulos de la vida que ha tenido el personaje interpretado por Gainsbourg.

En este nuevo volúmen hay muchos errores de continuidad y un guión muy forzado, una historia que no tiene resolución-donde se mira un trabajo muy presionado de parte de Von Trier. Yo me imagino que la película estaba diseñada para un solo volúmen, pero la ambición de los productores y del mismo Von Trier, debieron orillar a exigir una segunda parte que no cabía. Además de tiempos apresurados, hacerlas al mismo tiempo y resolver la conclusión de esta historia, fue demasiado.

Von Trier nos cuenta desde el nacimiento de Joe hasta el momento donde esta se encuentra conversando sobre su vida con el sabio Seligman. Pero la primera parte fue muy cuidadosa, respetaba tiempos, esencias de los personajes y en la segunda parte, todo es apresurado, todo es prematuro y desdibuja a todos los miembros del reparto. No me acabó de gustar.

El personaje de Seligman, en el segundo volúmen es demasiado, está sobresaturado de conocimiento y se pierde la esencia mágica de la conversación tan íntima que mantiene con Joe. Luego, de pronto, Von Trier nos quita a Stacy Martin del reparto y al otro día amanece como Charlotte Gainsbourg y eso destroza la intimidad que había construido en un principio la historia de joe (interpretada por Martin) con el espectador. Ni si quiera pasaron los años y Von Trier elimina la relación que teníamos con la geografía del rostro de Martin, que había hecho un papel impresionante. Después, lo mismo hace con Shia LaBeouf, y lo forza a compartir escenario con Gainsbourg cuando toda su historia la había interpretado con Martin. Es un juego perverso y poco profesional el de Von Trier en este aspecto.

Va muy rápido y todo se viene abajo. Sólo puedo rescatar en este segundo volúmen la parte donde Joe se relaciona con «K» (interpretado magistralmente por Jamie Bell). 
Von Trier abandona su ensayo del sexo y acaba por abordar la locura, y eso fue muy deprimente. Además era una historia de amor que terminó en una inmensa tragedia. Y, lo sé, Von Trier se destaca por ser un tipo fatalista, más en sus últimas películas (Melancolía y el AntiCristo). 

Es, nuevamente, una película con un final para estómagos fuertes, que asientan con la fatalidad, que puedan con ello.

Me gustó también, la oda que hace nuevamente al maestro Andrei Tarkovsky, relacionando otra vez al hombre y su naturaleza, el entorno salvaje que habita y donde se desenvuelve. Otra vez. Todas estas ideas surgieron, evidentemente, del trabajo que tuvo que hacer en AntiCristo. El motor y energía sexual y la naturaleza de las cosas.

También, Von Trier se hace homenaje así mismo, atendiendo su película "el AntiCristo". Es excelente esa parte, llena de tensión y recuerdos que te ponen nervioso.

Por lo demás, las actuaciones son buenas, sobre todo destaco las de: Jamie Bell y Willem Dafoe.
Pero sigo sin ver relevancia en el segundo volúmen. 

Hubiera esperado más esperanza. Pero por eso duele más. Von Trier se encarga de matar la esperanza con todos los personajes, con toda esta historia. Es demasiado fatalista, demasiado negativa, y duele. Duele mucho. Ya no hay brillos y todo se oscurece. Es un final sin miramientos de pena, hastío y desastre.

Todo acaba mal.

Todo se pudre.

Nada tiene oportunidad.

El mismo personaje de Seligman acaba muy mal.
Jerome se desdibuja y tiene un fatídico desenlace.

Von Trier mató la esperanza.


¿Aguantarán ver esto?


exhs

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