Edén
Edén, escrita y dirigida por Elise DuRant llega la historia mal producida, actuada, mal puesta en escena de una mujer que se llama Alma, que vive en Nueva York y regresa a México buscando a un hombre que causó que abandonara su infancia en San Miguel de Allende.
Sin duda es una película autobiográfica, y respeto los sentimientos plasmados allí, de quien vivió esos acontecimientos y motivaron a contar la historia. Sin embargo, no puedo aplaudir una película con malos encuadres, mal trabajo técnico y artístico. Las actuaciones, en su mayoría, son pésimas; el trabajo de audio y de fotografía es tremendamente mediocre.
Es una película que cuenta con presupuesto, que se hizo con el apoyo de IMCINE y estos artículos de fondo donde deducen impuestos para impulsar el sector de la industria cinematográfica. Pero es una mala película.
Yo pensaba que los encuadres eran mal hechos a propósito, por algún fin en particular. Pero me di cuenta que la directora no sabía bien qué estaba haciendo, y creo, que es por haber escrito un guión con bastantes deficiencias.
Grabaron en San Miguel de Allende y jamás explotan la riqueza cultural, los colores y la magia de este lugar, cosa distinta que sucedió con la película de Cantinflas donde interpreta a un sacerdote. Es lamentable.
Es más lamentable aún que Elise DuRant haya sido parte de los trabajos de Woody Allen y no haya aprendido nada, mucho menos que haya hecho contactos para que le asesoraran y brindara una película de mayor tesitura. Me pareció una falta de respeto, porque estamos hablando de una película que parece hecha por estudiantes de formación media superior y principios de profesional.
Nuevamente lo digo, respeto los sentimientos de Elise DuRant, pero es una película que no está a la altura de esa gala extravagante en el festival, de tantos focos que le alumbraron y de la enorme expectativa que estaba causando.
Puedo resaltar el trabajo de Diana Sedano como actriz, pues hizo lo que le pidieron, y también de la niña que interpretó a Alma en su infancia. Por lo demás, todos hicieron un trabajo pésimo, poco poco profesional.
La historia es una porquería. No tiene trasfondo. Los parlamentos carecen de cualquier profundidad. Es una película pretenciosa y tonta. La actriz principal se la pasa diciendo que es hija de John, y ya. Y sí, entiendo la enorme soledad y sufrimiento que tiene esta mujer, una que necesita gran cantidad de afecto y de amor por lo que ha construido una visión de tremenda fatalidad porque se siente excluida, desplazada, alejada, poco entendida. Es una mujer qué amar, pero no ha aparecido el hombre correcto que emprenda esa maravillosa tarea. Yo espero que eso pase, más cuando vimos que acaba por perdonar su historia, una que cargó con bastante dolor y que no le dejaba progresar, aún cuando contó con una maravillosa infancia y un amor desmedido por su Padre, un hombre que saqueaba la riqueza natural de México.
Y ese es otro punto.
La estimada Alma, nuestra protagonista, cuenta con una de las clásicas depresiones de los ricos. Tienen todo, entonces sufren.
Alma vive en Nueva York, pero está sola. Regresa a San Miguel de Allende y no encuentra comprensión.
De hecho, la película ataca a los pseudo intelectuales, y esta película ensimisma, en una farsa intelectual.
De hecho, la película ataca a los pseudo intelectuales, y esta película ensimisma, en una farsa intelectual.
Las tomas en Nueva York no sirven para nada, o sea, valió madres haberse trasladado hasta allá para gastar dinero a lo tonto. Y nunca nos explican el por qué la película comienza en un hospital. Les digo, carece de una narrativa y de un guión bien construido. No se acerca ni siquiera a las tendencias marcadas por Bresson. No le encuentro justificación a nada. Por eso me parece un mal trabajo. Y es lamentable para San Miguel, y más cuando estamos hablando de una aprendiz de Woody Allen, que es un maestro en destacar la belleza de las ciudades (Manhattan, París, Barcelona, Roma). Tenía una gran oportunidad DuRant, y no hizo nada.
Y es una película peligrosa, porque muestra un México con más tintes de desgracia que de lo bello que habita en él. Muestra cosas malas, lo trabaja mal y desiste en hacer un homenaje a la bella ciudad atemporal que es San Miguel de Allende.
DuRant intenta trabajar la tendencia cinematográfica del sintagama de moda (atemporalidad y confusión de tiempos) como lo que sucedió en Han Gong Ju (que sí es una buena película).
Y Alma sufre, porque su Padre robaba y traficaba con la riqueza cultural de nuestro país, y por eso tuvo que huir nuevamente, como un eterno cobarde, ahora de México para regresar a su país natal-Los Estados Unidos de Norteamérica, lugar que abandonó en primera instancia por sus problemas de homosexualidad, yo creo.
En San Miguel de Allende, este lugar atemporal, es objeto del triángulo amoroso homosexual del Padre de Alma y otros dos cuates, lo que provoca un desencadenamiento lleno de pasiones, venganzas y tragedia. Pero la película es aburrida, y tonta; y molesta, más por las fallas enormes de la técnica con la que la realizaron.
Evítenla.
exhs
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