HAN GONG JU

Su Jin-Lee escribe y dirige una desgarradora historia, la vida de Han Gong Ju, una adolescente que vive en Corea del Sur, lugar permeado en su totalidad `por la cultura occidental.

Su Jin-Lee sólo hace una radiografía de un pueblo que está inmerso en el consumismo del sistema americano. Todas las marcas están allí, al igual que la forma del pesamiento, uno sumido en la violencia.

Su Jin-Lee denuncia el sistema misógino que acompaña el consumismo violento, tan agresivo que busca imponer demasiadas marcas. Los horarios y la forma en que viven los habitante de Corea del Sur se asemeja al americano, lugar donde todos encuentran su independencia a corta edad. 
Ustedes irán descubriendo poco a poco, las injusticias del sistema legal encargado de impartir justicia. Se irán dando cuenta de cómo alimentamos y aceptamos la violencia. Que todo comienza como un pequeño juego y termina por generar una gran tragedia. Los problemas en Corea del Sur son los mismos que en América, que en los Estados Unidos. La globalización, lejos de contagiar una cultura progresista, ha desencadenado la epidemia, el contagio inmenso de la violencia, de estos problemas donde los jóvenes conciben la realidad de forma abrupta, dañina, y están aturdidos y cometen crímenes.

Es lamentable ver cómo la juventud, como en Corea del Sur se encuentra tan vulnerable, y más en un sistema de justicia corrompido por mayores intereses.

La fotografía de esta película es espléndida, de igual forma todo el diseño de audio y las secuencias son maravillosas. 


Su Jin-Lee juega al nuevo sistema de narración audiovisual, es decir, el que está de moda en la industria fílmica. Lo cual se explica cuando un director utiliza elementos atemporales, o de una misma época, en un mismo lapso de tiempo confundiendo al espectador de qué es pasado y qué es presente y qué es futuro. Pero, conforme transcurre la película, vas armando todo. Es el clásico guión construido a partir de un cuento, una conversación íntima con el protagonista.

Es una gran película, con una fuerte crítica social a la globalización y al sistema consumista americano. Es una película con una enorme carga de dolor que sí provoca llanto, y es muy poderosa.


EXHS

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