The Human Stain
The Human Stain (2003)
Dirigida por Robert Benton
Basada en la novela de Philip Roth, y adaptada al guión cinematográfico por Nicholas Meyer.
Protagonizan Nicole Kidman, Anthony Hopkins, Ed Harris y Gary Sinise.
Por más de cincuenta años Coleman Silk (Hopkins) ha guardado un secreto. En un mundo de apariencias, decir nuestros orígenes puede ser contraproducente, y es justamente el conflicto que enfrenta Coleman Silk, un connotado académico que ha venido a enfrentar una crisis en el ocaso de su vida, por un término mal empleado que usó frente a sus estudiantes, le han malinterpretado y le han acusado de racista. Sin embargo, Silk es un tipo de buena apariencia, blanco, muy inglés, aunque se ha sabido que es hijo de gente de raza negra, Silk es acusado de racismo.
Silk ha tenido que lidiar con este mundo intolerante, que no sopesa el respeto a las razas por igual, y ha tomado ventaja de su color para ascender en la clase social. Esto, le ha causado pesares, culpas, que apenas viene solucionando, justo después de haberlo perdido todo, su estilo de vida, su esposa, su trabajo, encontró a una bella mujer de 34 años, llamada Faunia Farley (Nicole Kidman).
Farley es una chica sin pretensiones, muy bella pero denota bajos recursos económicos. Farley inmediatamente, en la primera oportunidad se ofrece como amante a Silk que de pronto la ha encontrado pidiendo ayuda porque su auto se ha descompuesto en la carretera.
Silk es un hombre muy educado, culto, intelectual. En el ocaso de su vida duda poco de darse un placer carnal con esta joven mujer, a la que rápidamente le entrega el amor en el desenlace de su vida, fidelidad, compromiso. No ha sido su primer amor, pero seguramente será el último.
Faunia Farley, ha renunciado a una vida de apariencias, también, las que da el dinero y el lujo. no ha querido sopesar continuar esa vida, ha renunciado a ella. Sin embargo, acabó en un matrimonio disfuncional, pues su ex esposo—Lester Farley (Ed Harris) enfermó de su mente, después de haber participado en la guerra de Vietnam.
¿Es coincidencia que estas dos almas se hayan encontrado? Seguramente que no. A pesar de las edades comparten una cosmovisión, buscan lo genuino, buscan lo sincero, y ya no se dejan llevar por las apariencias.
Gary Sinise interpreta a Nathan Zuckerman, un escritor que vive solitario, después de su divorcio. Parece querer alejarse de una sociedad enferma que lastima, que no cuida ni procura el amor. En esa soledad, de pronto, conoce a Coleman Silk, que busca que Zuckerman escriba su historia para publicarla pronto como el gran estreno de su nueva obra. Pero Zuckerman dice que escribe ficción y no biografías. Sin embargo Silk insiste. De aquí nace una esplendorosa amistad.
Coleman Silk regresa la pasión a Zuckerman, el interés por vivir. Silk se vuelve una fuente de inspiración que entrega a Zuckerman.
Coleman pronto le cuenta a Zuckerman de su amorío con Farley, y luego busca presentársela, pero Farley tiene muchas heridas interiores. Zuckerman entonces verá a distancia la narrativa que va llevando su gran amigo Coleman.
Coleman Silk era un gran connotado intelectual cuya tesis central del inicio de la novela dramática comenzaría después de la epopeya de la odisea, donde Aquiles, a diferencia de Paris en la narrativa de Troya, renuncia a la mujer y se libera de los problemas. Paradójicamente, Coleman decide no renunciar a una mujer que de pronto le trae placer pero a costa de múltiples problemáticas, un ex esposo celoso y violento, una inadecuada relación para una sociedad conservadora, una mujer que no cumplía con la normativa de la clase social a la que pertenecía Coleman Silk. Y no renuncia, justamente por eso. Silk estaba harto de cumplir con el imaginario colectivo, y por tanto no renunció al amor que sentía por Faunia. Ya no le importaba cumplir con la expectativa de la alta clase social, de la academia, de los intelectuales, de la gente de dinero o de la sociedad conservadora. Quería ser libre.
Faunia también quería ser libre.
Defendieron su amor.
Tal epopeya y oda al amor que encarnó Coleman, llegó a inspirar a Zuckerman, para redimirse y finalmente aceptar a escribir la historia que en un principio había pedido su amigo, y que ahora cobraba más sentido, en el momento de su muerte, honrar su vida, honrar el último pasaje, tan importante, tan imperioso, tan apasionante que ocurrió en el ocaso de Coleman Silk.
Son estupendas y magníficas actuaciones las de Anthony Hopkins y Nicole Kidman.
Es una magnífica producción.
Una impecable película.
Grandiosa.
Erick Xavier Huerta
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