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«Sin señas particulares»

Dirigida por Fernanda Valadez. 

Escrita por Astrid Rondero, y Fernanda Valadez.

Protagonizan Mercedes Hernández, David Illescas, Juan Jesús Varela. 

Los seres que han perdido a sus más amados se encuentran, por destino, por una consecuencia de compartir un terreno cobijado por la violencia. 

Nuevamente un trabajo impecable de la actriz Mercedes Hernández para honrar a las víctimas de los desaparecidos en México. 

No obstante, en los recientes hechos históricos de la vida real en México, se han registrado atentados miserables en contra de quienes buscan a sus amados y que aún con ello acaban perdiendo la vida en el intento. Registrados están los hechos de ejemplos emblemáticos: Julio Nicanor Araiza Dávila—raptado y hallado muerto en Zacatecas, que buscaba a su hijo desaparecido en 2018. También se registra el caso de Aranza Ramos (raptada y asesinada a balazos) de 28 años que ya llevaba más de un año buscando a su esposo desaparecido. También el caso emblemático del activista Javier Barajas Piña, asesinado en Guanajuato. 
Desde que tomó posesión como presidente de la república López Obrador en diciembre del 2018 se registran sumas que alcanzan al menos 69 activistas ambientales y de derechos humanos que han sido asesinados.

    Una película que ahonda en el tremendo infierno que viven las familias de los desaparecidos en una tierra de carteles, de la travesía infernal que tienen que padecer los migrantes en busca del sueño americano de una vida mejor, y también al regresar por obligación de autoridades norteamericanas que andan en busca y caza de los migrantes para sacarlos del país y regresarlos a su tierra de origen. 

Esta película también apunta a serias denuncias de cómo transitar en la frontera es un volado de suerte, que no tienes asegurado tu tránsito porque toda esa zona geográfica está cooptada por el crimen organizado , vulnerando el derecho de toda persona, y poniendo bajo su yugo al pueblo para servirles o para anularles. 

Esta es la historia de amor de una madre que tiene que saber sobre el paradero de su hijo. 

Lo interesante también de la narrativa cinematográfica que imprime Valadez, es la historia paralela que ocurren entre nuestros personajes principales hasta cruzar sus destinos. Una madre está en busca de su hijo que partió a los Estados Unidos de Norteamérica, donde de pronto se entera que los que se fueron con él desaparecieron y a unos los encontraron calcinados por haber sido asesinados; sin embargo la fe de la madre todavía advierte que él puede seguir con vida. Por otra parte, ocurre una historia paralela de un joven que ya fue capturado por la migra norteamericana y es deportado, ahora busca regresar a casa con su madre. 

Estas dos historias se entrecruzan, en un devenir terrorífico, de tremenda impotencia en una tierra donde ya no caben libertades. 

La película es sumamente contemplativa, posee pocos diálogos y ahonda en la experiencia de desesperación por no saber el paradero de los que más se ama. Subraya también la infame burocracia mexicana que impide aún más dar oportunidad a familiares a la busca de sus seres amados. Subraya además, la irónica prisión que viven los que buscan subsistir bajo el yugo del crimen organizado, si acaban muertos o si les matan en vida obligándolos a poder obtener un poco más de tiempo existiendo, pero bajo las misivas de estos grupos de carteles narcotraficantes, que hacen actos narcoterroristas, que siguen cavando hacia el inframundo en busca de experiencias de violencia interminable, infinita. Todas estas experiencias y actos atroces, conformarían una entidad oscura, un diablo que se alimenta de todas estas energías de fuerzas ciegas de la naturales, que continúan dormidas, violentando por no saber saciar el vacío que les imprime un duelo ontológico, la profunda creencia de haber sido separados de dios. 

La película cuenta con un gran desenlace.

Es una película desgarradora y desesperanzadora, 

no es nada fácil. 

Erick Xavier Huerta S.