Beautiful Boy


«Afortunadamente, tengo un hijo, mi hermoso y amado hijo,
desafortunadamente mi hijo es drogadicto.
Afortunadamente mi hijo está en recuperación.
Desafortunadamente mi hijo ha recaído.
Afortunadamente mi hijo ha vuelto a recuperación.
Desafortunadamente ha recaído.
Afortunadamente no está muerto.

Beautiful Boy

También se es adicto a las personas.
Cuando amamos a alguien siempre corremos el riesgo de apegarnos a ese ser, y de confundir el amor, el desapego, con esa noción de que ser feliz sólo se es feliz cuando uno está con alguien. Lo más importante es respetar, y nunca lastimar. Un ser amado puede convertirse en un objeto de preocupación obsesiva, compulsiva, al punto de ser una adicción.

¿Cómo se lidia con un adicto cuando le has amado cuando ha sido normal?
Cuando muchas personas se topan con un ser amado que de pronto se ha convertido en adicto, vislumbran la tolerancia a cosas que jamás se imaginaron que podrían asimilar y considerar en sus vidas.  La tolerancia va escalando.

Sólo es alcohol. Sólo es marihuana. Sólo se droga los fines de semana. Al menos no usa las drogas que son más peligrosas.


Dirigida por Felix Van Groeningen
Escrita por Luke Davies y Felix Van Groeningen

Protagoniza Steve Carell como David Sheff y Timothée Chalamet como Nic Sheff.

Mi bello hijo. Mi amado hijo.
Película espléndidamente dirigida, editada y puesta en escena. Grandes y magníficas actuaciones de Carell y Chalamet. Gran soundtrack. Este es uno de los mejores trabajos actorales en ambas carreras dentro de la filmografía de Carell y Chalamet. La mancuerna de Chalamet con Carell es espectacular.

La dirección de Felix Van Groeningen es muy fina y portentosa.

¿Qué ha pasado con mi hijo? ¿Hasta dónde llega el amor de un padre por un hijo? ¿Qué debe hacer el amor cuando un amado es perdido? Cuando un amado busca perderse, el que ama, por amor, sólo puede quedarse observando, porque la ayuda no es requerido, porque el que no se ama, no aprendió a amarse, ni quiere aprender a amarse. No quiere saber de amor. Quiere inmiscuirse en el mundo donde no habita el amor, tal vez, para que en el fondo, pueda encontrar nuevamente el sentido de lo que significa y lo que se experimenta cuando se ama. Hay tiempos donde uno elige su destino, y todo acto y todo sendero, es respetable; porque en todo hay consecuencias que al final decantaran toda la conciencia. Es una historia muy poderosa. El drama de un padre que ha dado a todo su hijo, pero éste echa por la borda el amor de los que le quieren, de los que lo aman y se enfila en una misión por auto destruirse a manos del mundo de las drogas, y este infierno irá cavando un profundo abismo que irá poniendo a Nic Sheff contra cualquier posibilidad de poder recuperar el sentido de su existencia y darle un poco de sentido a la vida. La vida no es una película. Esta historia se basa justamente en la historia verdadera contada por David Sheff, un testimonio que narra cómo vio perder a su hijo a manos del mundo de las drogas. Primero alcohol, luego el cigarrillo, luego la combinación de ambos, luego marihuana, drogas a la mano, drogas en las manos, drogas aceptadas socialmente, drogas cotidianas que poco a poco una lleva a la otra, que poco a poco una invita a la otra, y se combinan y se mezclan y nunca es suficiente; y promueven e invitan a que su consumidor quiera deambular más por ese sendero, al punto en que verá por completo su vida perdida.

¿En qué me equivoqué?—se pregunta David Sheff al ver la vida destruida de su hijo, sin querer ser salvado, sin querer rescate, sin querer nada de ninguna plenitud en la vida. ¿Por qué mi hijo es así?— David Sheff vive cuestionándose, vive buscando una respuesta, vive buscando la manera de saber cómo ayudar a sanar a su hijo. Acude a especialistas, lo interna, le da dinero, lo apoya, le da afecto, lo busca comprender, lo busca hacer sentir bien, lo busca inspirar, lo busca siempre, lo busca siempre para poder ayudar. Pero su hijo lo rechaza, lo rechaza constantemente. La fascinación y el rechazo, son apegos. Un padre está fascinado por su hijo, el hijo que rechaza al padre. Su hijo hace sentir a su padre que nunca es ni será suficiente, y que no quiere su amor, ni su apoyo, ni su comprensión. Su hijo hace sentir a su padre mal expresándole que le busca controlar, que lo asfixia, que no le da libertad. Pero el hijo no quiere crecer. busca su independencia pero se comporta como adolescente, busca ser reconocido pero sigue siendo un adolescente; no toma responsabilidad ni por él, ni por nadie más. Busca el chantaje emocional. Sufre depresión. Ha caído al fondo del abismo y ahora no sabe escapar de él, y es demasiado orgulloso como para pedir ayuda. ¿Qué puede hacer el amor aquí?
David Sheff ama a su hijo, pero su amor no lo puede salvar. David Sheff puede amarlo, pero no puede tomar los ojos de su hijo para que puedan ver, ni el corazón puede tomar para que pueda ver y sentir. Le puede desear el bien. El no puede hacer ver a su hijo la importancia de vivir con ciertos principios, y tampoco puede hacerlo ver las graves consecuencias que tendrá si sigue por un camino de vicios.

El hijo de David Sheff ha consumido todo tipo de drogas, hasta llegar a las metanfetaminas, que son las peores. Nic Sheff vive un infierno, padece ansiedad, y depresión, y estos males van creciendo en la medida en que el joven quiere deshacerse de tales males. Quiere evadir la realidad, y busca sentirse bien consumiendo algo. Se da cuenta que habita un gran vacío dentro de su ser, y no sabe cómo llenarlo.

Pudiésemos ver en la retrospectiva, que tal vez, cuando sus padres se separaron, Nic Sheff sufrió un desamparo, y un temor, miedo que continúo en su vida. Cuando transitó a la adolescencia, Nic comenzó a ingerir drogas, alcohol,  luego cigarro, luego cigarrillo de marihuana, luego cocaína, luego heroína, luego metanfetaminas. Consumió y siguió consumiendo. Y buscaba recuperarse, pero recaía. No sabía cómo parar.

Nic Sheff nos muestra una realidad brutal, de cómo la primer causa de muerte en países desarrollados, como los Estados Unidos de Norteamérica por sobredosis de consumo de drogas. Nic tenía todo, vivía en la gran potencia de los Estados Unidos, tenía casas espectaculares de las cuales sus padres eran dueños. Tenía dinero, autos, todo el potencial para triunfar en la vida, tenía inteligencia, pero la vida no tenía sentido para él. Y no le importaba a Nic que con sus actitudes y su comportamiento dañara los sentimientos de quienes más lo aman. Así se inmiscuyó en relaciones tóxicas. Y todas las relaciones de Nic, eran tóxicas. No tomaba compromiso por nadie, y sus respectivas parejas sólo eran otro vehículo para su mundo tóxico. No sabe amar Nic. Y convirtió su vínculo de amor con su padre en una relación tóxica; a la cual, en un tiempo David se dio cuenta que tenía que cortar esa relación de vicio, de tremenda toxicidad con su hijo, aunque le pesara, porque eso era el amor. Y por amor, tuvo que dejarle de apoyar con dinero, porque sabía que eventualmente su hijo lo usaría para lastimarse y para continuar en el infierno de las drogas. Tuvo que dejarlo ir, porque así lo quiso su hijo. Tuvo que retirarse, porque así lo quiso su hijo. ¿Que podría hacer el amor de un padre por un hijo? —Estar ahí. Lo único que puedo hacer David fue esperar.

Muchas personas creen que el sacrificio de su bienestar para recatar a alguien significa meterse al fondo con ese alguien, y ahora los dos están en el abismo y ninguno sabe cómo salir de ahí. Desde arriba uno puede extender sus manos para ayudar a los que están en el abismo puedan ahora poder ascender y salir.

La fe de los personajes es puesta a prueba en esta historia. La esperanza y la fe de David se ven poco a poco en peligro de desaparecer. Porque con tantos años de por medio, David considera que habrá de tener que asumir que perdió a su hijo amado y que eventualmente lo tendrá que ver morir por causa de una sobredosis. Pues ya han sido años en que el Padre rescata a su hijo de calles o lo recoge en hospitales que le han recogido por sus crisis de sobredosis. Cuando el tiempo es cruel, David da por perdido a su hijo que no quiere salvarse, ni ser curado, ni ser sanado.

Era un buen ser humano Nic, y al tiempo por consumir metanfetaminas, se convirtió en un espectro siniestro que era mitómano, robaba, era vagabundo, y vivía en las calles. Pero en el ayer, Nic era deportista, sacaba buenas calificaciones, era un chico brillante, adorado por todos.

David comprende que los hijos viven y mueren sin nosotros. No importa qué ó cuánto pueda hacer un padre por sus hijos, no importa cuánto se agonice ó se obsesione un padre con sus hijos. La realización de un ser siempre es la plenitud dentro del escenario de conciencia de cada quien a tiempo cuando uno emprende su realización cobrando conciencia de su individualidad. Cada uno elige su vida. Hay un momento para crecer, ser pleno, ser alguien.

David nunca abandona a su hijo.
Para David, Nic siempre será su hijo.

Y el amor siempre estará con ellos.
El amor no ha abandonado a nadie.

Erick Xavier Huerta

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