Chronic
Chronic
Escrita y dirigida por Michel Franco.
Protagoniza Tim Roth, Sarah Sutherland y Robin Bartlett.
Otra gran película de Michel Franco.
El cine de Franco nos reta como espectadores, porque desde el principio nos inunda la incertidumbre de una historia que va planteando expectativas que se derrumban frente a nosotros a medida que la narrativa prosigue curso. Esto me recuerda, que quien siembra expectativas, cosecha frustraciones. El cine nos ayuda a recordar lo importante. Es un diálogo interno poderoso a través de nuestra contemplación sobre una narrativa audiovisual que posee mensajes que además siempre estimulan las respuestas de nuestra conciencia a partir de las intuiciones que hemos podido despertar por vivencias, sucesos, aprendizaje que tenemos a través de nuestras experiencias. Las motivaciones quedan con mayor claridad cuando vamos ahondando en las historias de los personajes, una ventana que nos permite intuir muchas cosas a partir del presente, de una crisis a la que se enfrentan los personajes, y con ello deben decantar su conciencia a partir de las respuestas que dan a su principio circunstancial.
Este es el caso de David (interpretado magistralmente por Tim Roth). Un enfermero que cuida enfermos terminales en casa evidentemente. David acompaña a los enfermos a sus quimioterapias, los baña, los acompaña en su siesta, les da de comer, se hace cargo de ellos. Los cuida, los procura. Hace que estén lo más cómodos posible en sus hogares. La película apunta a la sensibilidad que implica entrar en la vida íntima de una persona que se encuentra en fase terminal, pues conoces sus secretos, son momentos donde la persona que sabe que va a morir puede revelar mucha información o en su caso, tomar alguna decisión impulsiva a revelar cierta información. ¿Cómo se lleva con la familia? La muerte revela muchísimas cosas acerca de la vida de una persona, y en este tiempo de transición al final inminente próximo, puede revelar muchas cosas, además en una circunstancia donde existe una atmósfera sensible en la familia por procurar al enfermo el mejor cuidado, donde puede haber mucha negación frente a la historia compartida, falta de perdón, falta de amor. ¿Qué pasa?
Vamos viendo la travesía de cuidados, paciente por paciente, y cómo la familia de aquellos que fallecen buscan obtener un poco más de información a través del cuidador, pues pudo haber sabido algo. En la cuestión del comportamiento profesional, David parece marcar una línea bastante firme que no cruzará. Bueno yes que hay un código de ética profesional que cumplir porque David trabaja para una compañía de cuidados y enfermeros profesionales. Sin embargo. Cegados por el afecto a un paciente, una familia buscará inculpar a David en un comportamiento inapropiado. Este asunto lleva a David a reencontrarse con su familia, pero en la búsqueda de continuar sirviendo, ahora participa en cuidar a Martha, que ya no tiene deseos de vivir, ya no tiene deseos de seguir experimentando la enfermedad. Al punto, la película es bastante cruda por irnos presentando estos retratos de enfermos terminales que solo hacen esperar la muerte, que poca actividad ya pueden llevar a cabo por la misma enfermedad que genera ya mucho impedimento. La vida es la enfermedad.
¿La vida es la enfermedad?
¿Cuál es el sentido de la vida? Perder el sentido de la vida es la enfermedad también.
Pero la muerte, acaba apareciendo en cualquier momento. Bueno, y es que David además es un tipo fuerte, atlético, que procura muy bien su salud para poder servir a los enfermos, darles compañía, cuidarlos y procurarlos en todo lo que necesiten para que hagan su estancia lo más placentero posible.
La película también aborda el tema del duelo y el miedo a la muerte, el miedo a la muerte que puede inhibir a un ser de participar activamente en la vida porque resultaría agónico saber que vamos a morir y no sabemos cuándo, dónde y cómo pero la muerte ocurrirá y así tenemos miedo de vivir, miedo a la vida. Lo único que tenemos es el presente. Nadie puede afirmar con categorización cómo morir en qué momento, a menos que se un acto deliberado de acabar con la conciencia, el suicidio. Franco así nos pone una perspectiva que resulta en varios miedos. Quien ya no tiene esperanzas de sanar y tiene miedo al futuro prefiere morir hoy, y las respuestas pueden ser el suicidio, o la compasión de alguien que infrinja muerte en alguien que está sufriendo tremendamente. Todos estos retratos los tiene que enfrentar David, a partir de su propia vocación de servicio, que es cuidar y acompañar en los últimos momentos. ¿Cuáles son los últimos momentos y cómo ocurre la esperanza? ¿Es la plena aceptación de un dicho que ha marcado el final de los días está próximo?
¿Cuándo puede augurar alguien morir? Los signos vitales demarcarían la situación de salud del paciente, al que se le podrían pronosticar tiempos de vida, de acuerdo también a su ánimo y a su actitud.
Pero lo cierto es, no sabemos cuándo moriremos. Al tiempo, Michel Franco pone en perspectiva un mensaje que podemos intuir con claridad, que solo tenemos el presente, que solo podemos habitar el presente, y que en el presente tenemos que estar atentos a lo que estamos haciendo.
Una película confrontativa.
Imperdible.
Erick Xavier Huerta S.

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