The Zone of Interest

El comandante en Auschwitz, Rudolf Hoss, y su esposa Hedwig buscan que su familia viva bien mientras siguen a cabalidad el cumplimiento del gobierno Alemán.

Rudolf Hoss vivía justo al lado del campo que tenía que administrar y dirigir, Auschwitz. 

Esta película es dirigida por Jonathan Glazer y es escrita por Jonathan Glazer. La película es tremenda porque habla del universo cuántico en el que habitamos, y como el pasado repercute en el presente y cómo repercute en el futuro y también como el Futuro impacta nuestro presente, porque aquí y ahora experimentamos todas las consecuencias en todos los tiempos. Esta es la gran importancia del presente.

Lo que hacemos hoy, existe en el futuro, y nuestro presente aglutina todos los tiempos. Aquí y ahora experimentamos todo. 

Observa lo que se hizo en el pasado y observa lo que ocurre en el presente. Christian Friedel es Rudolf Hoss, el comandante alemán que rige los destinos de Auschwitz, pero no estamos dentro de Auschwitz; estamos en el universo de la vida cotidiana de Hoss, observando cómo vive su familia. Sus hijos se divierten, tienen alberca, esparcimiento, un bonito jardín y su esposa parece pasarla bien con la servidumbre judía que ponen a su disposición. Todo eso mientras exterminan judíos en Auschwitz. En el aire, en esta atmósfera, escuchamos, como en México hoy desde nuestras casas, balazos a lo lejos, gritos de rabia, llanto, sufrimiento, odio, rencor, enojo, coraje, ira, agonía. Y todas estas experiencias no están aisladas, están interconectadas, están intercomunicándose todo el tiempo, al tiempo en que ese mensaje lo podemos contemplar en los sueños, sueños que son mensajes de todo lo que ocurre, y cómo las almas responden a sus sueños. 

Hoss quema judíos, mientras sus hijos imaginan que el humo es de trenes que pasan por ahí. 

Es tanta la inconsciencia como una fuerza ciega de la naturaleza. Y creo que eso lo retrata de forma magistral Glazer en su película. Poca violencia física muestra. Muestra la violencia mental, expresada en algunos actos premeditados y en palabras, porque la violencia puede existir cuando una mente la concibe, un corazón la asume y una mano la ejecuta. Salvo algunos comentarios con alusión a la humillación, regaños por trabajar mal, Hoss es un tipo frío, sereno, no pierde la calma. Pero sí, llegamos a observar de pronto, que no tiene satisfacción sexual con su esposa, lo infieres, cuando observas que contrata a prostitutas que se disfrazan de civiles, para que nadie sospeche de los vicios y de los gustos y culpas del comandante alemán Hoss. 

A Hoss le gusta la naturaleza, montar a caballos, mirar el río, respirar el aire fresco, nadar en lagos, los jardines, y más, y Hoss parecería comportarse justamente como la naturaleza, pero en la brusquedad total en su mente perturbada, como un huracán o un terremoto. Lo observas tranquilo, al tiempo en que comenta con su esposa que de pronto, en una reunión social está pensando cómo quemar a toda la gente ahí, cómo lo haría, como acabaría con todas esas vidas en ese espacio. Un psicópata, sociópata como Hitler. 

Tan inconsciente como cualquier niño que no comprende, imita lo que ve, responde como ha sido enseñado, y si no controla sus emociones hace valer sus caprichos por cualquier medio. Tanta travesura como un hermano que encierra a su otro hermano en un cuarto para verlo desesperar, llorar, y angustiarse, por mera curiosidad. 

La película cuenta también con la participación excepcional de la gran actriz Sandra Huller. Huller es una épica actriz, ha demostrado su calidad en legendarios trabajos y películas como Requiem, que se las recomiendo por supuesto; también en anatomy of a fall, por la cual la nominaron a mejor actriz en los premios oscar, mismos premios que reconocieron justamente a “the zone of interest” como mejor película extranjera. 

Esta película recuerda además, que la conciencia y su desarrollo ubican lo que no funciona y no ha funcionado lo que lleva más a la involución que a la evolución. La deshumanización, la barbarie son objeto de la involución. Estos errores no los queremos cometer más en nuestra humanidad, pero el riesgo siempre está latente si nos alejamos de la verdadera educación, del poder de descubrir nuestra esencia y mística como seres humanos. 

Esos actos de un comandante alemán, repercutieron en que nuestra humanidad se recuerde todo el tiempo lo que está mal, lo que atenta contra valores fundamentales en los derechos humanos, la tolerancia, el respeto, la igualdad y la justicia. 

Imperdible.

Erick Xavier Huerta S.