Perdidos en la noche.
Perdidos en la noche.
Habla de la impunidad que se vive en México, producto de intereses económicos y de corrupción producto de las clases sociales.
Emiliano vive en una pequeña ciudad en México, un pueblo en el estilo de estos pueblos mágicos, donde mágicamente desaparecen y asesinan a personas. En busca de la justicia, Emiliano busca al responsable de la desaparición de su madre, que era una importante activista social.
Dirigida espléndidamente Amat Escalante, y escrita por Amat Escalante y Martín Escalante y Paulina Mendoza.
Escalante da muestras de su crecimiento profesional como cineasta y escritor. Es un consolidado cineasta que además sigue siendo una gran promesa para el cine mexicano y la industria internacional. Aquí hace un trabajo soberbio.
Ester Expósito es Mónica Aldama, una influencer que gusta de hacer historias de posibles suicidios que cometería hasta que algún día se haga realidad. Jugando, entre broma y broma se asoma la verdad. Amat Escalante aborda esta violencia socialmente aceptada que se presenta en la dinámica cultural de las redes sociales en nuestras comunidades. No obstante, en el congreso norteamericano llamaron a todos los dirigentes de las redes sociales más prominentes que han puesto en riesgo la salud mental de los jóvenes, llevándolos a tremendos estragos de violencia, y a ser susceptibles de más violencia.
Ester Expósito está increíble, su belleza es monumental y su trabajo como actriz, impecable. Muy bien dirigida por Amat Escalante. Por su parte, Bárbara Mori es Carmen Aldama, otra gran actriz, parte de la clase social alta de México que se vinculo ahora con Rigoberto Duplas, interpretado magistralmente por Fernando Bonilla.
La violencia escala desde el ámbito íntimo hasta la vida pública.
En esta historia, Amat representa la violencia socialmente aceptada. Violencia cultural dentro de las familias "ricas" de México, que a través de esa violencia excitan sus vidas para poder encontrarle significado a la existencia, crisis que se agrava en nuestros tiempos y que es parte de las enfermedades mentales que están latentes en los miembros de nuestras comunidades, por esta violencia instaurada institucionalmente. Al tiempo, por preocupaciones de inversiones, y por el mando del capital, vendrán los estragos contra cualquiera que amenace estos intereses. Y por supuesto, las autoridades están coludidas, intereses económicos, de clase social y gobernante.
Se las recomiendo ampliamente.
Erick Xavier Huerta
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