Maestro

Maestro



Esta película cuenta con un maravilloso soundtrack, basado en la obra de Leonard Bernstein, faltaba más. Usan justamente los trabajos de la Orquesta sinfónica de Londres para conseguir construir la atmósfera narrativa en una película que pretende hablar sobre la biografía e intrabiografía del maestro Leonard Bernstein. 
La banda sonora de esta película es una maravilla. 
Leonard Bernstein hablaba sobre las provocaciones que infringe el arte en todo aquel que le contempla. Hacer preguntas y no responderlas, es parte de un espíritu rebelde. En esta mística se resguarda el trabajo de Bradley Cooper, que dirige, produce, escribe y protagoniza esta película. 
Cooper simplemente busca provocar a través de una mirada hacia los umbrales oscuros de la intra-biografía de Leonard Bernstein, un tipo al que retrata Cooper como un ser deprimido, triste, con culpa y vergüenza. Al mismo tiempo, Bernstein de Cooper, es retratado como un genio. 
Una película que no aborda las motivaciones e inspiración de Bernstein para haber dedicado su vida a la música. No exploran cuándo descubre su vocación. Simplemente aquí comienzan narrando que Bernstein tenía talento y suerte y con ello se vuelve un ícono de la música en Estados Unidos de Norteamérica.
Y es que Bernstein fue un activista importante en Norteamérica, que luchó por derechos humanos, por combatir el sida, y por el cambio político. Bueno, Bernstein ayudó al partido socialista de los Panteras Negras. 
Poco abordan, casi quieren, hablar un poco también de las motivaciones que le implicaría a Bernstein participar activamente en política, por su origen Judío. Tampoco hablan de las motivaciones musicales que le dio a Bernstein el drama norteamericano cuando asesinaron a John F. Kennedy. 
Bradley Cooper, en sintonía con su filmografía y vida persona, se avoca a centrar su mensaje en las adicciones y en los apegos. 
Bernstein es retratado como un carismático, y en consecuencia solo busca vivir el gozo, de disfrutar todo lo que hace y de todo contacto humano. Es homosexual pero tal vez era bisexual. En un momento de su vida se encuentra con la actriz chilena Felicia Montealegre—interpretada de forma magistral por Carey Mulligan. 
—Pienso que esta actuación de Mulligan es la mejor en su carrera, y se puede consolidar en ser acreedora al oscar por este trabajo. 
Por su parte Cooper concentra toda la película, acapara toda su atención pero el co-protagonismo lo aprovecha con creces, Mulligan. Hay un esfuerzo sobrehumano de parte de Cooper para poder ser acreedor al Oscar por su interpretación como Bernstein. 
Cooper comienza su narración por la juventud carismática de Bernstein, el idilio de la juventud, punto donde se encuentra con Montealegre, y comienzan un romance que poco a poco se va consolidando. Ahora, el Bernstein de Cooper está disfrutando su homosexualidad y poco se cuestiona cuando se enamora de Montealegre, y poco duda incluso en casarse con ella y tener hijos. Montealegre queda convencida de que Bernstein es el amor de su vida, y por tanto se entrega con todo, a un hombre que le atrae todo. La virtud ideal de Bernstein sería la castidad, que no alcanza, porque no la comprende, es presa de sus propias ambiciones, presa del placer, se vuelve vicio todo apego, a las drogas y a las personas. Este es el camino de autodestrucción que se viene contemplando en esta historia. 
Cooper se centra en los apegos, no en las virtudes del maestro Bernstein. Pues realmente solo alguien seguidor de Bernstein sabe de todas las virtudes y aportaciones que hizo como músico a la sociedad norteamericana, en su lucha por reivindicar los derechos humanos, en su dignidad para vivir sus relaciones humanas sin tabúes, en su lucha por combatir al VIH, y la bisexualidad que le hizo sostener su relación con Montealegre.
Ahora, esta película hubiera sido más excepcional, cuenta con la producción de Martin Scorsese y de Steven Spielberg, cosa que bastaba para que se pudiera pulir un guión y una dirección que abordara estas situaciones político-sociales que además resuenan en la actualidad. Pero dejan simplemente con muchos cabos sueltos la historia, incluso con el tema de la represión sexual que supuestamente padeció Bernstein, pero que vivía muy libre y cómodamente como su esposa Montealegre que le comprendía todo. Aunque, paradójicamente, el egoísmo de Bernstein haya lastimado con creces a su esposa.
Su matrimonio con Montealegre se muestra bello y temible a la vez. Tuvieron tres hijos: Jamie, Alexander y Nina.  Tiempo después Bernstein estuvo libremente disfrutando de su bisexualidad. 
Supuestamente Bernstein se sometió a duros procesos para revertir su homosexualidad, pero en la película muestran que vivía muy libre sus deseos y sus relaciones, porque tenía un acuerdo, al parecer, de matrimonio abierto con Montealegre, que le dejó hacer todo hasta que lo acabó perdiendo por completo. 
En la película, la relación de Bernstein con Tom Cothran parece bastante frívola. Y puede ser, porque a un año de tener su relación con Tom, Bernstein decide regresar con Montealegre. Felicia recuperaría a Leonard  pero al poco tiempo  ella enfermaría de cáncer en el pulmón y moriría al año siguiente. 
Al parecer, la búsqueda de las sensaciones de Leonard Bernstein, le aleja del amor. Solo Felicia estaría clara de lo que es el amor y le enseñaría con el tiempo a Leonard lo que significa el amor. Tarde comprendería y padecería los propios estragos de la soberbia y del egoísmo, creo, porque narran en registros que Bernstein no sería igual conduciendo orquestas después de la muerte de su esposa Felicia, quien alguna vez le dijo a Leonard que este no sabía cuándo necesitaba de ella. Otros dicen, que dirigió como nunca en la última etapa de su vida. 
Pero fiel a su estilo, Cooper, al igual que en «nace una estrella», destruye con fatalidad el desenlace del protagonista de la historia. En «nace una estrella», el personaje principal se suicida. En Maestro, el personaje principal, pierde a sus amores, y parece quedar en la desolación. 

Erick Xavier Huerta

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