El niño y la Garza.

El niño y la Garza.








Hayao Miyazaki tiene una visión mística sin igual, que nos regala y nos comparte en cada una de sus obras animadas. Lo que ha hecho por el mundo ha sido increíble. 
Nuevamente gracias por todo, Hayao Miyazaki.

Cada vez que veo una película animada de Hayao Miyazaki se conmueve mi alma, y se llena de alegría. 

¿Cómo quieres vivir?

La nueva película animada japonesa del director Hayao Miyazaki.

Miyazaki entrega una película tremendamente importante, con una narrativa magistral que nos lleva desde la contemplación de lo cotidiano hasta lo fantástico dentro de una mirada de misticismo verdaderamente impresionante. Una experiencia sin igual, que nos recrea un sentido a toda nuestra existencia en la relación con nosotros mismos y con todo nuestro universo. 

Hayao Miyazaki ha hecho una labor verdaderamente legendaria, y una labor educativa trascendente. 

En sus películas animadas, Hayao Miyazaki siempre contempla cómo ser amable, para educar a todos los espectadores, en la relación armónica que debemos tener con nosotros mismos y con los demás. 

Hayao Miyazaki siempre impone la visión mística en sus historias, de trascendencia en el misterio de esta compleja vida huamana, donde estamos en busca de amor.

Su nueva película «El Niño y la Garza» es una obra maestra. Trata de un niño llamado Mahito, que en su más tierna infancia pierde a su madre, a causa de un accidente terrible. Dicen que esta es una historia semi-autobiográfica fantástica de la mente de Hayao Miyazaki. 

Lo cierto es que el mensaje es poderoso. 

Todos nos enfrentaremos a la muerte, y no todos moriremos de la misma manera, porque no todos hemos vivido de la misma manera. 

El niño y la garza es una obra maestra de la animación con mensajes de misticismo tremendamente gigantes. Un portento. 

Quiero decir que la obra musical, banda sonora de la película orquestada por Joe Hisaishi, merece todo el reconocimiento. Es una genialidad, como toda su obra, aquí nuevamente Hisaishi nos toca profundamente el alma. 

Mahito vive el duelo de haber perdido a su madre, en este proceso siente culpa, vergüenza, y rencor. Odio. Se siente triste, y al no saber lidiar con esta emoción natural de la tristeza por haber cerrado un ciclo, un ciclo que ha terminado, se lastima así mismo, sin poder comprender que no es culpable de nada, así como tampoco sus semejantes. Pero esta culpa y rencor no solo la expresa con sus semejantes, sino también con el mundo natural. Por eso le fastidia estar ahí, le molesta la Garza, y de pronto es llamado a un mundo donde ha desaparecido su madrastra que carga a su hermanito esperado. En busca de la nueva esposa de su papá, Mahito se enfrenta al mundo mágico donde uno de sus ancestros desapareció, el tío abuelo que ponderó el conocimiento por encima de todas las cosas, conocimiento que podía ir explorando a través de procesos cognitivos que le permitían saber los libros. 

La infancia es una crisis tan tremenda como puede ser la vida adulta. Pero el amor siempre está presente, en todo tiempo, aquí y ahora, es la dimensión de la eternidad. La película de Hayao Miyazaki es una meditación animada, un ejercicio poderoso de meditación en nuestro escenario interno de conciencia, para adentrarnos en la cosmovisión de la capacidad que tenemos para reconciliarnos con nuestra intrabiografía. 

En el otro mundo, las bestias silvestres, están impulsadas por sus instintos más básicos, comer, y hacer todo por comer la carne, y sólo los espíritus avanzados cuidan de la creación. 

En esta historia Hayao Miyazaki nos explica con mucha ternura, que estamos en el mismo universo, en el mismo planeta, compartiendo el tiempo y el espacio, pero cada uno de nosotros tiene su propio camino, y nuestras relaciones siempre son en sintonía del amor, y hacemos los sacrificios que hacemos por amor. 

Hayao Miyazaki nos explica con ternura y con amor, y con mucha claridad, que somos responsables del mundo que creamos y que compartimos. ¿Qué mundo queremos crear? Es el mismo que está ocurriendo dentro de cada uno de nosotros en este instante. 

Hayao Miyazaki explora el campo cuántico, y cómo todos los tiempos están interactuando en este instante, pasado, futuro, presente, todos nuestros seres amados siguen viviendo y existiendo y comunicándose en este universo cuántico multiverso del amor. 

Haz de tu mundo uno lleno de paz y armonía. 

El amor es desapego.

En mi mundo todavía hay mucho por hacer. 

Crea un mundo con bondad, generosidad y armonía. 


Erick Xavier Huerta


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