The Last Voyage of the Demeter

The Last Voyage of the Demeter



The Last Voyage of the Demeter

El miedo siempre se ha asemejado a la oscuridad, y la oscuridad siempre representa eso, lo que no queremos en nuestra vida, nuestra principales debilidades y angustias existenciales. 

Porque en la oscuridad no podemos ver, la belleza que resalta ante la luz del sol cuando ilumina nuestros cuerpos, valles, praderas, animales, ríos, mares, desiertos, podemos entonces contemplar la creación. 

Lo mismo pasa en nuestro interior. Adentro, nuestra mirada comienza por no ver, y apenas vamos atestiguando recuerdos, que fueron hirientes, que nos hicieron sufrir o que nos hicieron sentir felices y amados. Donde está mi foco atencional, está mi conciencia y el ojo es la lámpara del cuerpo, porque la belleza está en el ojo de quien la descubre. En esta mística se ha construido la narrativa de esta historia cinematográfica. 

Incluso, Stephen King, el maestro del terror, el maestro del miedo y del suspenso, implicó en una reseña que tenía muchas dudas sobre esta película, pero fue una experiencia que le provocó—dijo con sus palabras: «pasar un desgarrador buen momento», pues le recordó lo mejor de las películas de Hammer de los años 60 y 70. 

También, Guillermo del Toro, dijo haber disfrutado muchísimo de esta película, y le calificó de hermosa, espléndida y salvaje. 


Basado en el pasaje de Bram Stoker sobre la biografía de Drácula, se documenta el último viaje del barco Deméter, una tripulación que fue devastada por Drácula durante su travesía en busca de arribar a Inglaterra.

La película está estupendamente producida, ambientada y actuada. Espléndidamente dirigida por André Ovredal,  basada en el pasaje de esta historia escrita por Bram Stoker.

Protagoniza Corey Hawkins, Aisling Franciosi y Liam Cunningham.

André Ovredal retrata esta historia con la mística correcta para abordar el miedo, miedo que imprime la figura de Drácula, miedo que coadyuva a su existencia, que fundamenta su existencia y que incluso ayuda a nutrirse. Esta figura simbólica del miedo viviente, confronta los miedos de las personas en la tripulación. Estas personas de la tripulación tienen miedo a la muerte, a perder a sus seres amados, al futuro, al presente. 

El personaje de Corey Hawkins como Clemens, es un personaje tremendamente interesante, porque este aborda incluso el miedo a la injusticia, y la obstinación de pronto a controlar la situación y conseguir justicia a toda costa. Esta obsesión con la injusticia, es un miedo palpable que acaba por esclavizar a quien la siente y la padece, en busca continua de obtenerla, de conseguirla. El miedo a no tener justicia, embarca a personajes a buscar a toda costa conseguir por su propia mano, la justicia. Y es que esta situación es producto de una confusión mental de Clemens, de no encontrar sentido ni significado a un mundo que padece injusticias. 

Mueren inocentes a manos de malvados. Hay venganzas, miedos y rencores. Clemens no comprende esta situación, ni el racismo de la época, la injusticia contra personas por su color de piel, por su lugar de origen, por su estatus social hasta llegar a la tremenda injusticia de vivir en un mundo donde existe el mal. El gran dilema que enfrenta cada uno de los personajes es la propia valoración de su fe, esperanza y amor. ¿En qué están creyendo cada uno de los personajes cuando enfrentan el miedo al mal?

¿Qué hace el miedo?

El miedo les provoca desesperación, irritabilidad, enojo, coraje, envidia, temor. 

El amor  provoca sacrificio. 

El amor provoca fe y esperanza. 

Pero concluyendo esta travesía, asemejada a una analogía con nuestro paso por la vida, habremos de ser resilientes ante un miedo que nos ronda para hacernos su presa, para postrarnos bajo su yugo, para esclavizarnos a su antojo, cosa que amenazará nuestra existencia si no perdonamos el pasado, el presente y el futuro, si no habitamos a toda costa, el amor aquí y ahora.


Una grata experiencia cinematográfica.


Erick Xavier Huerta


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