Tár


 

Tár


La película es Cate Blanchett, con una actuación tremendamente soberbia del personaje de Lydia Tár, considerada una de las grandes directoras de orquesta y compositora, una tremenda representante en la orquesta alemana. 

Dirigida espléndidamente por Todd Field. Una obra maestra. Esto es un ejemplo de cómo hacer cine. Field, aprecio, que comienza contando desde la vida pública el momento cumbre de Lydia Tár, y conocemos al personaje público pero desde ahí vamos a conseguir una inmersión hasta la vida privada y luego íntima de Tár, hasta llegar a sus sueños.
Tár, parece recia, dura, contundente, apasionada, brillante. Pero a su vez, está llena de miedo, de pavor, incontrolable, a la defensiva. ¿Quién es Lydia Tár?
Field muestra la complejidad de un ser humano, con este personaje, uno apasionado de la música, maestro de maestros.



    No sabemos mucho del pasado de Tár, apenas vamos descubriendo e intuyendo algunas cosas. Aprovecho la ocasión, hizo lo que tuvo que hacer para ascender en su carrera profesional y conseguir todo el poder. Pero Tár no se libra del pasado, descubrimos que anida en un mundo de carencia. Tal vez quiere recordar de dónde viene y cuánto le costó ascender en su carrera, o tal vez tiene miedo, y tal vez no ha dejado de ser la misma mujer con miedo que siempre ha sido, y tal vez, por eso, no aguarda la paz, no puede dormir, tiene ansiedad, tiene miedo, tiene temor. 
    Tiene poder, pero el poder no lo usa mucho con servicio, sino con prepotencia y mezquindad, aplasta y lo usa para marginar, discriminar, persuadir, disuadir, controlar. 
La que tiene poder es Tár, y mientras lo tiene, castiga, humilla, reprueba, reprime, y premia y reconoce, pero lo hace a su antojo, con bastante frialdad, no confronta mucho sus emociones y parece tener poca empatía. Es agresiva, está enojada. De pronto la acusan de cosas que parecería que es incapaz de hacer, pero lo ha hecho, nos preguntamos todos. La investigan, para saber de qué ha sido capaz. Ella niega todo, al parecer le gusta intimidar bajo su figura de poder, pero creo que los secretos de su violencia trascienden a la vida pública, y comienza a ser juzgada.
No quiere ser juzgada, pero parece no tener motivos para defenderse.
No puede demostrar su inocencia.
Perdió su credibilidad.

El miedo se apodera de Tár.

Una película extraordinaria.


Erick Xavier Huerta Sánchez

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