The Fabelmans

    Una tremenda película que cobra una gran relevancia en la vida del director de esta película, Steven Spielberg. ¿Por qué? Es una película autobiográfica, pero parte de esta premisa para contar algo fundamental, «el descubrimiento de la vocación».

    Y la película no tendría relevancia alguna ni sentido mayor si no fuera por su estreno en esta coyuntura, pues a la luz de la biografía de Spielberg, hoy por hoy por su propio legado, nos brinda el portento de lo que significa poder contemplar la narrativa del proceso del descubrimiento de su vocación, hacer cine.

La vocación se descubre, se asume y se implementa. 

De pronto, creciendo en una época de post guerra, Sammy Fabelman descubre el cine en su más tierna infancia, cosa que lo marca, y le hace soñar en convertirse en un cineasta.

El cine hace descubrir a Sammy Fabelman el gran poder de la contemplación. Y es que en muchos eventos de nuestra vida no ponemos atención a muchos detalles, nuestra percepción de pronto pierde el panorama completo, y el cine nos hace recobrar los detalles, nos hace recobrar el panorama completo, nos hace poner la mirada en un escenario donde convergen muchos puntos de vista, es decir, nos ayuda a matizar nuestro criterio, y aún más, nos ayuda a contemplar y hacer énfasis mayor en el juicio sobre un hecho, pero con distancia crítica. De hecho, Fabelman descubre cómo el cine logra ser una conciencia que sacude a otras conciencias, que ayuda a sanar o a destruir. Sammy Fabelman, poco a poco se irá asombrando más de cómo el cine tiene poder, y ayuda a que las personas se contemplen, y puedan en ese espejo ver aquello que estaba mal y aquello que está bien. Hay un mejor balance y una imagen contemplativa que incide en nuestra conciencia y que ayuda a que esta despierte.

Lo que parecía un hobby, un pasatiempo, marcado incluso por el padre de la familia sobre la labor de su hijo, se acaba por expresar en un llamado interno en la vida de Sammy Fabelman.

Al tanto, la película es dirigida con tremenda lucidez por Steven Spielberg, de forma entrañable. Y las actuaciones son poderosas. Gran trabajo de Paul Dano como Burt Fabelman, y un espectacular trabajo de Michelle Williams como Mitzi Fabelman, digno de cualquier premio.

Creo que eso es lo más importante, aquello que parece de pronto un juego, es un signo de lo que ha marcado nuestro destino para nuestras vidas, pero es justamente en la adolescencia donde tenemos trascender aquello que nos llama a definirnos, y un instrumento fundamental para recobrar sentido de pertenencia, e identidad personal es la vocación.

Y vocación reclama relación.

Película fenomenal.

Erick Xavier Huerta