POLVO
Escrita y dirigida por José María Yazpik.
POLVO
José María Yazpik dirige muy bien esta película. Pone narrativa, una buena historia, marca ritmo, hay secuencias, hay trasfondo, hay niveles de lectura muy sutiles y profundos de diversas temáticas de nuestro México contemporáneo. Y uno de esos temas importantes, que plasma Yazpik en la película, es la idiosincrasia mexicana. Y es la injerencia del narco sobre comunidades marginadas.
José María Yazpik no sólo escribe y dirige esta película, sino también la protagoniza. Todas las actuaciones están bien planteadas y hay un gran casting de parte de Yazpik con sus amigos de la actuación poniéndolos en las circunstancias adecuadas, y moldeando sus capacidades y personalidad acorde al papel que tocan interpretar en esta historia y el resultado es muy agradable.
Yazpik interpreta al Chato, un empleado de un cartel del narcotráfico, que de pronto pierde mercancía que cae en el pueblo natal de este personaje central por un avión que se estrella por ese lugar, por lo que Chato habrá de regresar a su tierra que hace muchos años dejó por ir a buscar el sueño americano. Quería ser actor, pero no triunfó en Hollywood. Yazpik pinta las ilusiones, que vienen derrumbándose en el tiempo por culpa de una cruel realidad que doblega simples ilusiones que engrandecen los corazones de los seres humanos. ¿Qué pudo hacer Chato en todo este tiempo?—Sufrir carencia, desempleo, orillado a trabajar en un Cartel del Narcotráfico para poder aspirar a un estilo de vida, que le acomodara mejores las cosas, aunque eso implicara la pérdida de la paz, y vivir bajo el yugo de otros operadores del narco.
De tal forma que Chato es enviado a su pueblo natal a buscar el polvo (la cocaína) que se perdió cuando uno de los aviones transportadores de mercancía del narco tuvo un accidente y se estrelló por aquel lugar. Chato comenzará a dar dinero a los pobladores, que viven alejados de la civilización y cuentan con pocas fuentes de ingresos para llevar la vida. Esta inyección de recursos monetarios, alterara la forma de vida de los pobladores del municipio de San Ignacio.
Misma bonanza de dinero, pone en perspectiva la capacidad y nivel de cada una de las conciencias para relacionarse con el dinero. El dinero es un actante de colaboración para decantar las conciencias. No por tener mucho dinero tienes una gran conciencia.
No por tener poco dinero tienes menor conciencia.
El dinero te decanta.
No había recursos. Pero Chato ha levantado una empresa en busca del polvo extraviado, que levanta la calidad de vida, y la capacidad adquisitiva de consumo de los pobladores de San Ignacio. Los usos y costumbres cambian radicalmente. Ahora, como la gente tiene dinero, ya no hace deporte, porque puede mejor ir a gastar su dinero en su tiempo de ocio, puede beber más, consumir más.
Chato crece en su liderazgo en el pueblo, y hasta le ofrecen que se vuelva el próximo presidente municipal. También, mucha gente puede saldar sus deudas. Hay bonanza, hay recursos para hacer mejores las fiestas patronales.
Al regresar a San Ignacio, Chato se reencuentra con su familia, y con un viejo amor, Jacinta (Interpretada por Mariana Treviño). Jacinta aguarda un secreto, y todos los días recuerda ese viejo amor. Pero ahora Jacinta está casada con el Toto (el policía del pueblo). Toto es un hombre derecho, firme, de principios, se toma muy enserio su papel.
Toto es un hombre motriz, enérgico, que obviamente está casado con una de las que fueran de las chicas más populares del pueblo, porque además era hija de uno de los más ricos del pueblo. Este es el microcosmos al que regresa Chato.
El reencuentro de los que se amaban, aviva los celos del Toto, por lo que impone restricciones y límites de acercamiento a su esposa a Chato.
Chato sigue teniendo sentimientos por Jacinta.
Jacinta sigue teniendo sentimientos por Chato.
No volverán a verse.
Después de todo, Chato seguirá viendo cómo puede ganarse la vida.
Yazpik pinta muy bien el retrato de la sociedad mexicana que hace lo que puede por salir adelante; pinta su nobleza, su fiereza, su orgullo, sus ganas de salir adelante. Y la humildad para hacer lo que sea con tal de poder encajar en un mundo de pocos que margina a la gran mayoría.
Gran película.
Erick Xavier Huerta S.
POLVO
José María Yazpik dirige muy bien esta película. Pone narrativa, una buena historia, marca ritmo, hay secuencias, hay trasfondo, hay niveles de lectura muy sutiles y profundos de diversas temáticas de nuestro México contemporáneo. Y uno de esos temas importantes, que plasma Yazpik en la película, es la idiosincrasia mexicana. Y es la injerencia del narco sobre comunidades marginadas.
José María Yazpik no sólo escribe y dirige esta película, sino también la protagoniza. Todas las actuaciones están bien planteadas y hay un gran casting de parte de Yazpik con sus amigos de la actuación poniéndolos en las circunstancias adecuadas, y moldeando sus capacidades y personalidad acorde al papel que tocan interpretar en esta historia y el resultado es muy agradable.
Yazpik interpreta al Chato, un empleado de un cartel del narcotráfico, que de pronto pierde mercancía que cae en el pueblo natal de este personaje central por un avión que se estrella por ese lugar, por lo que Chato habrá de regresar a su tierra que hace muchos años dejó por ir a buscar el sueño americano. Quería ser actor, pero no triunfó en Hollywood. Yazpik pinta las ilusiones, que vienen derrumbándose en el tiempo por culpa de una cruel realidad que doblega simples ilusiones que engrandecen los corazones de los seres humanos. ¿Qué pudo hacer Chato en todo este tiempo?—Sufrir carencia, desempleo, orillado a trabajar en un Cartel del Narcotráfico para poder aspirar a un estilo de vida, que le acomodara mejores las cosas, aunque eso implicara la pérdida de la paz, y vivir bajo el yugo de otros operadores del narco.
De tal forma que Chato es enviado a su pueblo natal a buscar el polvo (la cocaína) que se perdió cuando uno de los aviones transportadores de mercancía del narco tuvo un accidente y se estrelló por aquel lugar. Chato comenzará a dar dinero a los pobladores, que viven alejados de la civilización y cuentan con pocas fuentes de ingresos para llevar la vida. Esta inyección de recursos monetarios, alterara la forma de vida de los pobladores del municipio de San Ignacio.
Misma bonanza de dinero, pone en perspectiva la capacidad y nivel de cada una de las conciencias para relacionarse con el dinero. El dinero es un actante de colaboración para decantar las conciencias. No por tener mucho dinero tienes una gran conciencia.
No por tener poco dinero tienes menor conciencia.
El dinero te decanta.
No había recursos. Pero Chato ha levantado una empresa en busca del polvo extraviado, que levanta la calidad de vida, y la capacidad adquisitiva de consumo de los pobladores de San Ignacio. Los usos y costumbres cambian radicalmente. Ahora, como la gente tiene dinero, ya no hace deporte, porque puede mejor ir a gastar su dinero en su tiempo de ocio, puede beber más, consumir más.
Chato crece en su liderazgo en el pueblo, y hasta le ofrecen que se vuelva el próximo presidente municipal. También, mucha gente puede saldar sus deudas. Hay bonanza, hay recursos para hacer mejores las fiestas patronales.
Al regresar a San Ignacio, Chato se reencuentra con su familia, y con un viejo amor, Jacinta (Interpretada por Mariana Treviño). Jacinta aguarda un secreto, y todos los días recuerda ese viejo amor. Pero ahora Jacinta está casada con el Toto (el policía del pueblo). Toto es un hombre derecho, firme, de principios, se toma muy enserio su papel.
Toto es un hombre motriz, enérgico, que obviamente está casado con una de las que fueran de las chicas más populares del pueblo, porque además era hija de uno de los más ricos del pueblo. Este es el microcosmos al que regresa Chato.
El reencuentro de los que se amaban, aviva los celos del Toto, por lo que impone restricciones y límites de acercamiento a su esposa a Chato.
Chato sigue teniendo sentimientos por Jacinta.
Jacinta sigue teniendo sentimientos por Chato.
No volverán a verse.
Después de todo, Chato seguirá viendo cómo puede ganarse la vida.
Yazpik pinta muy bien el retrato de la sociedad mexicana que hace lo que puede por salir adelante; pinta su nobleza, su fiereza, su orgullo, sus ganas de salir adelante. Y la humildad para hacer lo que sea con tal de poder encajar en un mundo de pocos que margina a la gran mayoría.
Gran película.
Erick Xavier Huerta S.
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