LAND

 

LAND

Dirigida nada más y menos que por la legendaria actriz Robin Wright. 

Debe haber sido una situación muy apremiante por expresar personalmente la visión acerca de lo que significa la pérdida, para que Wright haya tomado control total sobre la narrativa cinematográfica de esta historia. 

Está escrita por Jesse Chatham y Erin Dignam. 

El co-protagonista es nada más y menos que el actor Demián Bichir. La mancuerna Bichir-Wright funciona a la perfección; no obstante los dos son grandes actores internacionales. Me parece una gran oda que Bichir haya logrado esta participación estelar en esta película, ópera importante en la vida fílmica de Wright como directora y actriz. 

La historia se centra en la pérdida. 

Ambos personajes han perdido a sus familias. De pronto el destino les ha cambiado el paradigma, pasaron de ser padres de familia a ser solteros, de un momento a otro, pero las circunstancias donde perdieron fue radicalmente opuestas. Sin embargo, ambos son espejos de la pérdida, y ambos son cauce para lograr encontrar la redención. El personaje de Wright (Edee) es una mujer que ya no quiere saber nada del mundo mundano, ni tampoco de sus familiares y amigos; busca simplemente alejarse de todo, tomar distancia, abandonar esos lugares comunes llenos de ruido y consumismo. Piensa que tal vez abandonarse a la experiencia del contacto íntimo e intenso con la naturaleza, puede ser una vía para olvidar, para comenzar una nueva vida. Sin embargo, las circunstancias no son favorables, y de pronto Edee ha tomado una decisión que parece bastante irresponsable, porque no cuenta con la capacitación para sobrevivir alejada de la civilización sin muchas cosas para lograr esta subsistencia en este clima áspero, extremo, un entorno además inmerso en lo salvaje, con animales que pueden atacar en cualquier momento y a pesar de todo esto, Edee piensa que no necesita de nadie. Al pasar el tiempo las circunstancias le obligaran a necesitar de ayuda si es que quiere seguir viviendo. Pronto se presenta un evento donde se verá cara a cara con la muerte. Aquí aparece Miguel, hombre de buen corazón, muy humilde. A través de él parece haber regresado el amor. La inteligencia emocional de Miguel es sublime, al tanto puede acercarse e ir desapareciendo la coraza de defensa que tiene Edee ante cualquier otro ser humano. La humildad y servicio de Miguel pronto hacen ennoblecer el corazón duro de Edee. Edee pronto va agradeciendo cada acto de servicio de Miguel. 

Sin esperar nada cambio, Miguel le ayuda.

Hay una escena en particular sublimemente emotiva, cuando Edee le dice su hombre a Miguel. 

La película es muy enternecedora, bastante contemplativa. Una película sumamente emotiva. 

El guión es muy simple pero bastante efectivo. La fotografía es muy hermosa. La narrativa cinematográfica de Wright nos mantiene en suspenso porque vamos encontrando respuestas sobre las principales motivaciones de nuestros personajes para comprender por qué hacen lo que hacen, porque unos huyen, porque otros ayudan, y estamos atentos a averiguar el secreto que tiene Miguel.

Es una película sobre el valor de los encuentros y el amor que se haya en los destinos de todos los seres humanos.

Imperdible.

Erick Xavier Huerta.