Freedom Writers
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Una gran película, que vale la pena recordar y hoy volver a ver y volver a revisar, pues contiene mensajes tremendamente poderosos de los retos actuales que tenemos en nuestras comunidades de occidente. Las problemáticas latentes y fundamentales en un país multicultural como es Estados Unidos de Norteamérica.
Dirigida magistralmente por Richard LaGravenese y escrita por Richard LaGravanese y Erin Gruwell. Protagoniza espectacularmente la gigante Hillary Swank, Imelda Staunton y Patrick Dempsey.
Erin Gruwell, es una joven maestra que radica en Los Angeles, una ciudad fragmentada, dividida. Gruwell busca inspirar a su clase en el aprendizaje, en la tolerancia y en valorar la educación más allá de la escuela. ¿Qué reto tan apremiante? Gruwell se enfrenta a un grupo de estudiantes que no quiere estudiar, simplemente tramitan su estancia ahí porque muchos son obligados por el gobierno, por penas de haberse metido a la delincuencia, o por los padres estrictos, pero nadie valora la educación. Además es una cosa que te digan ahí que hay educación, y otra muy distinta que se pueda experimentar en uno. La falta de valorización de la educación comienza primeramente por no creer en la gente. La problemática es más grave porque los jóvenes se encuentran en la etapa de la adolescencia, buscan su identidad inmersos en una cultura de violencia y sufrimiento, y en consecuencia eso es lo que están experimentando y proyectando todo el tiempo, todo el tiempo manifiestan su conflicto interno, no tienen paz, no saben encontrarla y no saben prodigarla cuando están inmersos en una ciudad que les genera temor, miedo, ansiedad y desamparo. Para muchos, los días cotidianos son días de guerra permanente. Muchos sienten estragos de violencia por racismo, xenofobia, o por la violencia entre pandillas. Chinos contra mexicanos, afroamericanos contra blancos, y todos contra todos. ¿Cómo puede haber paz aquí? Además de todo, el tráfico de armas entre menores de edad a la orden del día en Los Angeles, California. Esta es una de las realidades más crudas que enfrenta un país que presume haber alcanzado el primer mundo, pero no hay logrado asimilar la inmigración, y los discursos por la paz y armonía, han quedado en discursos y demagogia, no es en realidad lo que experimenta la ciudad.
La película es del año 2007, pero resuena en el ayer y resuena hoy en la misma problemática por la violencia, por la falta de paz en los individuos, individuos que tienen que buscar cómo sobrevivir frente a la violencia cotidiana, ven amenazados su bienestar y la educación parece no prometer un futuro bueno y accesible. Para muchos solo quedaría aprender de las calles y vivir de las calles. Muchos se han ido de las casas de sus padres por conflictos de violencia con ellos y porque muchos padres no aceptan la violencia en la que han incurrido sus hijos, dedicándose a traficar armas, drogas o por andar perteneciendo a pandillas criminales. Ante estos escenarios, el gobierno se ve limitado, y las escuelas y los maestros parecen no tener la capacidad de poder hacer algo al respecto para orientar bien a estos jóvenes. Las estadísticas dicen que no hay anda qué hacer, al respecto, solo quedaría apelar al darwinismo social, y que el más apto salga adelante, que el que se ponga vivo salga adelante, porque la mayoría morirá por el crimen, es mejor entonces para muchos que se acaben por auto exterminar aquellos que incurrieron en la violencia.
Gruwell ve delante de sí, la realidad que para muchos es cotidiana: solo violencia. Parece no haber ruta de salida, y ante esta situación, pareciera que la maestra no tiene posibilidades de éxito para hacer reaccionar a estos jóvenes, orientarlos adecuadamente y salvarlos de un destino trágico. Ella está conmocionada por la violencia a la que se enfrentan estos jóvenes, sus alumnos dentro y fuera de la escuela, pero es la tenacidad y el entusiasmo de esta profesora que se dedica a ayudarles a descubrir su propio potencial. Gruwell muestra el aspotolado del maestro en función de la educación, ayudar a que se conozcan mejor sus alumnos, a que descubran su potencial y se reconcilien consigo mismos. Y a medida que esto va sirviendo, la actitud de los jóvenes se va transformando, y su atención en mejorar va cambiando su realidad. Vale la pena recordar que esta historia está basada en hechos reales, por eso es tan inspiradora, de poder saber que sí podemos hacer algo, cada uno de nosotros cuando nos comprometemos con nuestra pasión. La profesora tenía fe en sí misma, en ella y en sus cualidades de maestra para poder enseñar, pero sobre todo, tenía fe en su comunidad, en sus estudiantes.
Vale la pena reconocer el trabajo de producción de Danny DeVito.
La historia también remarca el valor de la escritura. Pues, el diario de los escritores de la libertad, nos muestra cómo poner atención en nuestros sentimientos y emociones, va re-configurando nuestro potencial, nos hace fuertes ubicarnos dentro del contexto de nuestra cualidad de observadores frente a todo lo que nos acontece, cómo podemos verificar nuestra potencialidad de narrar con sentido todo lo que nos sucede en nuestra vida, alumbrando cuando es necesario el requisito de lo que nos dé fuerza por ver en el horizonte esperanza, fe, amor, algo mejor. Aspiramos llegar a una tierra prometida.
Erin Gruwell, escribió esta odisea basado en su experiencia en la Escuela Secundaria Woodrow Wilson Classical en Long Beach, California.
Gruwell llega a a Long Beach, California, en 1994 cuando las tensiones raciales iban en aumento por los disturbios en Los Angeles en 1992.
Una película imprescindible.
Erick Xavier Huerta S.
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