Heroico.

Dirigido por David Zonana, y escrita por David Zonana. En la tradición cinematográfica de Michel Franco. 

Estaba yo verdaderamente admirado porque el estilo cinematográfico de David Zonana es tremendamente similar al de Michel Franco. Pues no había novedad, cuando me enteré que Franco era productor justamente de esta película. Y es que la tradición de Franco en su cinematografía es retratar y contemplar la violencia que ocurre en nuestra vida cotidiana, en la escuela, en el trabajo, hasta ver cómo todo esto se somatiza y hiere la psique de los seres humanos al punto de llegar a una expresión de tremendo dolor, un dolor que expresa el hambre de amor. 

Zonana aquí, ha documentado por testigos, todo lo que ocurre en el ejército, en el heroico colegio militar. Una violencia que se ha culturalizado en beneficio de salvar y defender a la patria, que hoy por hoy vive sumida en la barbarie, en la corrupción total. 

Zonana contempla cómo este trato de violencia institucionalizada, pervierte a los seres humanos y los transtorna y los perturba aún más de lo que ya han padecido en la propia cultura social que se padece en México por temas de desigualdad, falta de oportunidades, falta de educación, falta de futuro. 

Michel Franco ya había advertido algunos parámetros y situaciones que se han venido avizorando en el país en temas de corrupción y violencia cuando se empodera más al ejército mexicano. Esta militarización no abona en nada a la fraternidad y al humanismo mexicano y a la solidaridad. Al contrario, hay más abusos y violencia porque se le da más poder a quien está más perturbado. 

Luis, es un joven de 18 años, y tiene raíces indígenas, y es pueblo bueno, pero entra al heroico colegio militar en busca de una vida mejor y un futuro mejor para ayudar a su familia. Sin embargo, se encuentra con un régimen de violencia tremenda, donde para “educar” a los de nuevo ingreso, les maltratan física y psicológicamente, como un método para descartar a quien sí tiene madera de general de quienes son débiles y “tontos”. 

La película está muy bien dirigida, crudamente dirigida, contempla y retrata esta violencia institucional en una de las máximas instituciones del país, hoy empoderada por el gobierno humanista mexicano de López Obrador. Cuenta con actuaciones poderosas como de Santiago Sandoval y la gran revelación, con Fernando Cuautle. 

Fernando Cuautle hace una de las mejores actuaciones vistas en el cine contemporáneo mexicano, perfilándose como un talento que proyecta un gran futuro en esta industria. Y es que Cuautle, maneja a la perfección la sutil violencia cotidiana en el trato humano. 

Es un asunto terrorífico, que una clase social tan lastimada, que un gremio social tan marginado, que seres humanos cuyas raíces han padecido tanta violencia, aguarden rencor, y sumen más rencor, adueñándose del país a través de las armas y la violencia. Porque, según cuentan, para proteger a la patria, esta institución tiene que hacer el trabajo sucio, ejercer el crimen con favor a un fin superior: salvar a la patria.

Zonana aporta una visión magistral en el cine, cuando contempla a la perfección cómo la violencia es introyectada por un ser humano, al punto de avizorar que la violencia está ocurriendo en el interior de un ser humano, y eso acaba por permitir sus actos. Recordando siempre, que para que la violencia ocurra, se requiere una mente que la concibe, un corazón que la asume y una mano que la ejecuta. 

Erick Xavier Huerta