The Son
The Son
Dirigida por Florian Zeller.
Escrita por Florian Zeller y Christopher Hampton.
Una historia desgarradora.
Florian Zeller acabó por obtener toda la fama y reconocimientos después de su trabajo por "The Father" que además hizo acreedor al óscar a Anthony Hopkins por su espectacular trabajo. Zeller sabe muy bien trabajar estas constelaciones familiares, y ahora en su filmografía trae esta historia, después del padre, el hijo.
Zeller expone con una elegancia portentosa el hecho de que en todos nosotros habita el padre y habita el hijo. Hugh Jackman entrega una de las actuaciones más poderosas que ha hecho en cine, como un gran empresario y personaje en Nueva York que vive cómodamente, con todo, y ahora además con una nueva pareja muy joven y bella con la que ha relanzado su proyecto de vida, y acaba de estrenarse como padre nuevamente.
Vanessa Kirby es Beth, la nueva mujer de Peter (Jackman) y acaban de tener un hijo llamado Theo. Pero el hijo del anterior matrimonio de Peter, Nicholas (interpretado magistralmente por Zen McGrath) vive con su madre Kate (Interpretada magistralmente por la legendaria Laura Dern).
Kate enfrenta una crisis con Nicholas, su hijo, no sabe lidiar con esta crisis de la adolescencia. Al tanto, Peter trata de asistir a resolver esta crisis que parecería que nunca se presentaría pues Peter daba por hecho que Nicholas estaba con todo lo que necesitaba en casa de su madre. No era así.
El casting de esta película es espectacular, también participa con una magistral actuación Anthony Hopkins.
Situados en la gran ciudad de Nueva York, un divorcio minaría la estabilidad emocional en la adolescencia de Nicholas. Pero el asunto es que el hijo ha heredado del padre un mismo conflicto. Peter (Jackman) no ha perdonado a su padre Anthony (Hopkins); las motivaciones en su vida han sido querer ser un mejor ser humano que su padre. Su juicio sobre su padre no ha permitido que se reconcilie con él, pues al padre le culpa de muchos de los males que sufrió en su adolescencia junto a su madre. Consideró que les abandonó. La perspectiva del personaje que interpreta Hopkins (Anthony, padre del personaje de Jackman), es la desgracia que produce que haya tenido que trabajar por su familia para terminar observando cómo su hijo le aguardó rencor en toda su historia. La falta del perdón al padre, trasciende al hijo de Peter, Nicholas. Ahora Peter cree ser un buen padre, pero su hijo Nicholas vive deprimido, siente desamparo y angustia existencial, porque sus padres se separaron, y ahora no tiene sentido de pertenencia. Peter pasa la vida en contra huella, tratando de superar a su padre Anthony, y la superación es su expresión de reproche y falta de perdón a lo que hizo su padre con él cuando era niño y con su madre.
Es justamente el divorcio en la crucial tarea de encontrar su propia identidad, lo que hunde a Nicholas en el sufrimiento. Zeller narra todo esto cinematográficamente de forma excepcional. Y además apunta una tremenda problemática que se vive en Nueva York, en familias muy acomodadas, la depresión latente en la ciudad que lo tiene todo. Hay seres humanos andando por las calles de la gran manzana con una tremenda carga de sufrimiento.
Los seres buscan sanar.
Peter trata de ayudar a su hijo Nicholas, pero poco a poco observa cómo el problema está fuera de sus manos y además contempla cómo su hijo se vuelve espejo de él mismo, ahora Peter ve en su hijo Nicholas el mismo rencor que tuvo por su padre, su falta de perdón. Porque Nicholas culpa a su padre de no ser suficiente, de no haber estado, de marcar distancia, de ser culpable de la fractura familiar. Esta culpa carcome a Peter, porque se considera alguien que ha hecho mejor las cosas que como las hizo su padre.
La sensibilidad de Peter y su conflicto emocional por tratar de demostrar que es diferente a su padre y buscar negar el rencor que tiene su hijo ahora con Peter, lleva a Peter a cometer errores que abonan a marcar con más acento la vulnerabilidad en la que se encuentra Nicholas.
Nicholas soñaba con ser escritor.
Muchos, como Nicholas, atravesaron crisis existenciales, cuestionaron la vida, resolvieron encontrar su identidad, y después, esa experiencia podría plasmarse en una novela, en un escrito, en una publicación. Esa experiencia sería hoy significativa, motivo de fortaleza, motivo de haber encontrado el sentido de la vida.
Y son los problemas emocionales los que van enmarcando una serie de condiciones que incrementan el sufrimiento en los personajes, y que amenazan con dejarles atrapados por el resto de su historia.
Invariablemente, pase lo que pase, todos los personajes como todos nosotros requerimos una misión especial qué cumplir: reconciliarnos con nuestra propia intra biografía.
Erick Xavier Huerta
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