¡Qué Viva México!
¡Qué Viva México!
Por Erick Xavier Huerta
Después de la ley de Herodes, un mundo maravilloso, el infierno, la dictadura perfecta, ahora llega ¡qué viva México!
Una película tremendamente valiente, e íntima para todos los mexicanos. ¿Por qué no podemos salir adelante? ¿Por qué no ocurren los cambios que estamos esperando? Son cuestiones que se pregunta el director y que responde con tremenda fiereza en esta entrega cinematográfica, de tremenda valentía por parte de Luis Estrada.
Se requiere mucho valor para hablar con franqueza sobre lo que pasa y acontece en nuestra cultura que no nos ha permitido progresar hacia rumbos ye strados de mayor armonía y paz. Entre otras cosas, podemos responder esto bajo la perspectiva de Estrada, que pone visualmente en pantalla un espejo para que podamos vislumbrar la raíz y el origen de la corrupción, que se culturalizó en nuestro país y que hoy, de forma simplona el gobierno en turno dice haber acabado de forma radical con todos los males que aquejan a nuestro país.
En la coyuntura actual, las cosas parecen seguir iguales, ahora solo más con pueblos adornados en sus centros con oficinas de bienestar que reparten migajas de lo que recauda el gobierno federal, que ayuda pero no soluciona la raíz del problema, la mala educación que azota a los mexicanos, y que se arraiga en su cultura. Entre otras cosas, porque así ha ocurrido en la familia.
¿Qué pasa?
¿Por qué hay polarización y rencor y envidia y coraje en nuestra sociedad? Porque lo cierto es que el problema de raíz y origen no comenzó con este gobierno, no es culpable ciertamente, solo es reflejo de la sociedad. Nuestros gobernantes son reflejo de nuestra sociedad. ¿Una sociedad enferma? ¿Quién se puede ver en este espejo? Un espejo que retrata a familias disfuncionales, conjunto de individuos disfuncionales que sienten culpa y que sienten rencor y en consecuencia actúan. Un padre que dice amar a sus hijos, a su hijo Panchito que ha buscado superarse pero tal superación causa envidia y violencia, y que la superación más bien estuvo fincada en el rencor a la pobreza que tenía la familia, y por lo cual rompe simbólicamente con la familia, poniendo distancia de por medio, porque siente que le hacen mal. La familia le reprocha a Panchito no ir a verlos ni apoyarlos. Le dicen que le aman pero ante una negativa a sus peticiones hacen berrinche y chantaje emocional.
Incluso le dicen literalmente «Tu Fracaso es nuestra felicidad»
Es decir, los padres mal-educaron a sus hijos para sentir culpa. Los hijos cuando crecen mal-educados sintiendo culpa, sienten rencor. Culpa es no perdonarse así mismo. Rencor es no poder perdonar al otro. En esta cultura crece y se desarrolla México. Al tanto, cuando gana un personaje que disiente de la cultura de la burguesía mexicana, es estigmatizado como lo peor en México; sin embargo, el burgués es pintado de forma caricaturesca en esta sátira política, como un tipo que no importa del pueblo, donde mucho pueblo es empleado, y recortado cuando ya no sirve a los intereses del capital. Quien está abajo se queja y siente rencor de los ricos, pero cuando asciende en la esfera social, se transforma en un nuevo ser que desconoce su origen y su pasado.
La familia es la institución base de la sociedad. Su formación comienza desde el individuo, y si un individuo corrupto se junta con otro corrupto, fundan una pareja corrupta (traiciones y deslealtades e infidelidades) y fundan así una familia corrupta (individuos inmersos en una cultura corrupta) fundan una sociedad corrupta y esta funda más individuos corruptos. ¿No hay escapatoria? El origen es una mala educación que se ha culturalizado a través de moda, familia, escuela y sociedad.
Tenemos a la mujer de la alta clase social, que abusa del alcohol, coquetea, seduce pero luego se victimiza.
Tenemos el abuso a menores de edad, por al fama exhibicionista, por el poder dictatorial, por la avaricia.
Y es que los personajes de la familia ambicionan, y no perdonan que nadie más pueda tener. El mismo rencor fundamenta al político que anda en busca de acapararlo todo, poder, dinero, fama, y le da puestos en gobierno a su familia y con desfachatez trata de encubrir el nepotismo, y su corrupción. Bajo el manto protector de la imagen del nuevo presidente de la república que polariza a la sociedad entre quienes lo aman y lo odian, siguen ejerciendo el poder con corrupción. Dicen que ya se acabó la corrupción, como por parte de magia porque el nuevo presidente admira a Jesús Cristo, entonces todo está perdonado y purificado en México.
Este político de la cuarta transformación, ya estuvo en el PRI, en el PAN y ahora en Morena, con la oportunidad de seguir sirviendo a México. El gatopardismo en su máxima expresión.
Pero finalmente, la guerra entre los mexicanos por el poder, sirve para dividir y para que nos sigan venciendo los extranjeros.
¿Ha cambiado México?
¿En el 2024 la gente votará por López Obrador aunque no esté en la boleta?
¿La esperanza reside en el rencor?
La gran tragedia histórica de México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos de Norteamérica.
Las actuaciones son impecables, estupendas y magníficas de todo el elenco.
Una película perfectamente producida.
Una obra excepcional, valiente, directa, franca y portentosa.
Imperdible.
Felicitaciones a toda la producción y a la dirección del gran Luis Estrada.
Erick Xavier Huerta
Comentarios
Publicar un comentario