INTERESTELAR
Dirigida por Christopher Nolan y escrita junto a su hermano, Jonathan. Interestelar es una película donde actúan: Matt Damon, Mathew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, John Litgow, Casey Affleck.
Es difícil escribir después de varios días de haber visto en pantalla un trabajo emotivo, personal, de investigación científica, predecible, profético. Es difícil escribirlo, pero debo comenzar, más después de haber revisado que muchas revisiones, análisis y críticas al respecto son de hojas y más hojas, tratando de entender y desmenuzar una historia, ciertamente, poderosa.
Ya se ha consolidado Christopher Nolan como un autor contemporáneo, de los más relevantes. Y le costó, pero gracias a Batman, Nolan puede hacer lo que guste. Y se trata de un producto, en principio, que da revancha y golpes duros a la película de Alfonso Cuarón. Porque sabemos que Nolan está en contra del cine en tercera dimensión, porque ama lo clásico, porque sabe y ha denunciado que el cine digital carece de la magia, de lo artesano, de lo maravilloso que es crear en la mirada de las cámaras y la tecnología que más allá de curar, aleja más las almas de lo cercano. Y sin duda, Nolan aquí consigue entregar un producto sumamente fino en todos sus detalles. No sirve de nada perder el tiempo en describir las maravillosas y fuertes actuaciones del reparto estelar, entre ellos Michael Caine, uno a uno danzando en su espacio y planteando muy bien, a la perfección, la labor de sus personajes.
Ciertamente Nolan hace uso de recursos maravillosos en cine, desde el animé japonés, como secuencias y atmósferas de los clásicos como «Akira» en iluminación, detalles, secuencias, admiración por el entorno grande. Nolan hace uso de ello, de los encuadres de Kurosawa, y del montaje antiguo en maquetas para exponer la dimensión del espacio y las naves.
Es una artesanía.
Pero Nolan no muestra un mundo moderno. Al contrario, Nolan demuestra la destrucción de la sociedad contemporánea, de los edificios y las grandes tecnologías, a través del mundo rural donde se lucha día con día por suministrar más alimentos a una población que ya no pude demandar cantidades para mantener su supervivencia. No. Y eso es lo maravilloso aquí, la forma en que escribe Christopher y jonathan un mundo caótico, cercano, a la vuelta de la esquina.
Nolan expone el apocalipsis cercano, a mediano plazo, en algo que ya estamos viviendo, "la crisis alimentaria"; "la crisis de empleo". En el futuro cercano ya nadie puede emplear sus conocimientos, porque ya no hay áreas de oportunidad, porque el mercado ha destruido todo, ay ahora es necesaria la intervención del Estado para regular qué necesita la sociedad. Regresamos al miedo, la libertad del comercio y el sistema económico actual produjeron lo que no querían, mermar la libertad. Aquí, en este apocalipsis, el gobierno dicta qué recursos se necesita: más granjeros, más obreros. Se necesita más comida y fuerza de trabajo para sembrar y cosechar más y más porque la humanidad muere.
Se han terminado los recursos naturales a pesar de que el paisaje sigue siendo bello.
McCounaughey se consagra, como un ingeniero que tiene que terminar sembrando porque así lo dictó el destino. Nolan nos habla siempre a través de sus memorables parlamentos de que todos poseemos un destino, que estamos conectados en nuestra separatidad, y que cada ilusión y circunstancia conecta con la salvación y con pequeños y grandes impactos que figuran en la danza de la coexistencia humana en este planeta que muere, que es poco valorado por la especie humana. Donde sabemos, que nos dicen las fuerzas lo que queremos oír, para no despertar la conciencia, de que el mundo pronto acabará por existir.
El incio es bello, en el encuadre que plasma Nolan con una camioneta que irrumpe en los sembradíos de maíz. La tecnología y la superioridad acaban con la naturaleza, y eso es bello y atroz.
El amor es el motor del mundo, de todos los personajes, de la historia de Nolan. La fuerza y la aventura mueven al personaje principal. Regresar a hacer su pasión es lo mejor, aunque tenga que decir adiós a sus hijos, diciendo adiós a lo que ama, a lo que está dispuesto a sacrificar para ayudar a salvar su futuro.
Pero como en toda historia de ciencia ficción, el terror es latente y está presente. La locura se asienta fuera de la tierra, donde no habita el oxígeno. Y Cooper (McCounaughey) viaja con un equipo que lleva la luz de la esperanza al espacio, a través de un hoyo negro que los conectará con otra galaxia que presume tener los recursos de la salvación.
He visto varias películas, pero no tan fuertes y poderosas en la ciencia ficción como esta que entrega Nolan; en el sentido de abordar profundamente el tema de los hoyos negros, léase a Sagan ó a Hawking. Los hoyos negros, como plantea Nolan, desprende una serie de ideas, para nosotros los expectadores que no somos expertos en el tema, pero de forma que nuestra conciencia se sacude y se adentra al infinito manto de las posibilidades. Todo puede estar sucediendo y todo puede pasar, aquí, en esta existencia que pareciera finita y sin trascendencia. Nolan nos da un mensjae de esperanza y de fuerza inconmensurable.
La fuerza motora de la emotividad, es creadora también y abre puertas a la verdad. Razón y emoción se confrontan en esta historia, y el amor, siempre sale como fuerza vencedora.
Hay una serie de parlamentos y discusiones realmente memorables.
El tiempo y el espacio son relativos, las teorías se ponen en conflicto y al final todo está intrínsecamente entrelazado causando caos y destinos, maravillas y más caos. Eso, y que Nolan nos da más argumentos para sacudir nuestra mente albergando la teoría de la física cuántica, logrando remover fibras importantes en nuestra alma; teniendo presente nuestra inmensa ignorancia, el desconocimiento de las multi dimensiones que están ahí, fuera de nuestra concepción racional que a penas puede con el bombardeo mediático de consumo.
Somos seres multidimensionales.
En una de esas dimensiones, se encuentra dios.
Es una obra maestra.
exhs
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