Monsters University

Una película emotiva, con profundas enseñanzas de acuerdo al contexto social en el que estamos coexistiendo, con múltiples retos sociales, pero sobre todo, de mucha introspección y valoración de nuestra autoestima.

Realmente Dan Scanlon no había hecho una película, salvo un corto y otras chambitas.

Scanlon escribe de sobre manera una historia con tremenda emotividad, junto a Daniel Gerson y Robert L. Baird.

Además de ser un poema de la animación y el 3D, Monsters University cuenta con un profundo y claro mensaje: "En la crisis lo último que se debe de perder, es el entusiasmo". Mike tiene un sueño que se ve mermado por habitantes que gustan de pisotear el autoestima de los demás, y aún cuando todos señalan que no logrará nunca sus anhelos, mike no pierde la Fe y la esperanza, la confianza en sí para luchar todos los días, con múltiples esfuerzos que van perdiendo sentido y resultados conforme pasa el tiempo. A esto se suma Sullivan, un monstruo de familia con enorme reputación, al que se le da todo fácilmente, pero es como la fábula de la liebre y la tortuga, que indica que el exceso de confianza mata y derrota.

Monsters University viene en una coyuntura particular donde los universitarios recién graduados no encuentran empleos, y no importa de qué universidad seas-tus sueños serán más difíciles de realizar. Yo quería ser actor y muchos me dijeron que sería imposible y mi vida tomó otros rumbos y otro destino ha sido mi día de hoy. De eso trata la película, de que la vida no es fácil ni tampoco es un cuento de hadas, y vivimos entre seres retorcidos (monstruos), que quieren dañar nuestra autoestima, y en un sistema que no ayuda a que puedas ser libre y logres lo que quieras. El sistema te absorbe y acabas por resignarte a un empleo, a una posición, a un estatus que aguarde paz y seguridad, aunque no te sientas satisfecho del todo.

Esta película es trascendente en todos sus aspectos, y eso la hace que sea un deleite verla una y otra vez en el cine, en 3D o en 2D, como gusten. La película cuenta con una serie de gags fenomenales, una historia muy bien contada y con un desenlace espectacular.

La película me hizo llorar, por todo lo que les he platicado, por el entusiasmo inacabado de Mike que de pronto ve su vida fallida, sus sueños inacabados, imposibles de realizar, como una trta malvada de Dios de hacernos creer que podremos ser lo que queramos en un mundo de villanos, en un sistema de supervivencia, donde pocos trascienden y donde, por más que trabajes, no podrás lograr tus sueños. Eso, y además del poderoso mensaje del trabajo en equipo, la responsabilidad con uno mismo de todos los días levantarnos a trabajar duro por nuestros objetivos, con metodología, con compromiso y convicción, con ideales y con fuerza extrema sin importar la adversidad. 

Y sabemos que muchos sueños no se realizarán, tal vez todos, pero hay alternativas, hay otros caminos. La película nos enseña que no hay fórmulas para alcanzar nuestro destino, que tenemos otros talentos que deben ser descubiertos para reencontrar nuestra identidad y nuestro lugar en el mundo, un espacio donde sabemos que podremos aportar al mundo lo mejor de nosotros, en lo que mejor que sabemos hacer, aún cuando nos hallamos distraídos por otros anhelos. Tenemos talentos, muchos, que deben ser re-descubiertos, deliberados, trabajados y hallados con admiración. 

Lo último que debemos perder en la crisis, es el entusiasmo, y Mike Wazawski nos da esa tremenda lección en una película que pudiese pasar por subentendida cuando se trata de la mercadotecnia de Disney de sólo vender lo que quieren los niños.

Gracias a Disney, replantearon el mensaje de las películas, y ahora las hacen más terrenales, más cercanas a nosotros y al contexto social, sin esa estúpida premisa que vale de "si rezas, logras todos tus sueños".

Hace falta algo más, y es la Fe, el entusiasmo y el trabajo duro todos los días, hasta ver qué podemos alcanzar en circunstancias mezquinas, o a veces, con fortuna.

exhs