El Gran Gatsby

A veces uno no tiene el tiempo suficiente de escribir todo lo que quiere.

El Gran Gatsby es una película fallida desde el trabajo de adaptación que hace, como ya dije, Baz Luhrmann. Este director cuenta con una filmografía bastante pretenciosa, y esta no es la excepción en su repertorio. Hace mal los extractos de la novela y maneja mal la historia, también los personajes. 

Puedo decir que, bajita la mano, Tobey McGuire se lleva la película. Hace un excelente papel y jamás osa robar cámara ni espacio de sus demás interlocutores y compañeros actores.

La cosa que haya estado toda esta producción al servicio de Leonardo Di Caprio, también la hace insoportable. Pintan a Di Caprio como Dios, y la expectativa que van armando desde el principio en torno a la figura de Gastby, termina por derrumbarse porque-Gasby solamente quería tener sexo con un amor del pasado. Y ya. Eso es muy aburrido. La mejor manera de haber contado la historia, era hacerlo desde un principio y entabalar empatía del público con el personaje desde los inicios, para afianzar la conexión espiritual con este viaje donde un hombre se da cuenta, que todo lo que ha hecho en su vida, tiene que ver con el amor de su vida, cuando la descubre en su juventud, y por azares del destino, le es arrebatada de sus brazos y cada vez la ve más y más lejana; la separa un río y una luz que se desvanece cada noche entre sus manos. 

Luhrmann no lo hace así, falla una y otra vez con  la cámara en mano. Es una película demasiado presuntuosa, monótona y poco rescatable para ver una vez más.

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