Breaking Down parte 2
Bill Condon dirige la última película de la franquicia que nunca debió existir: TWILIGHT. Una historia sobre un Vampiro adolescente que seduce a una chica recién llegada a un pueblo de bullying y calma. Stephanie Meyer es la mujer culpable de una serie de libros de ciencia ficción que juegan a destrozar la leyenda de Drácula de Bram Stoker. Y se hizo millonaria, injustamente. La injusticia, como aquel joven que es hijo de papi y nunca se esfuerza, a diferencia del chico que nunca tuvo nada y pelea por cada éxito. La vida. La vida no es justa, la vida es vida.
Kirsten Stewart es una mujer que me parece atractiva y sería su novio, sin duda; pero como actriz, es pésima-ha tenido sólo algunos destellos, como en "into the wild", no recuerdo otra. Robert Pattinson no es galán, no es buen actor, no es más que una tragedia del mundo de la mercadotecnia-la miopía de las jóvenes adolescentes que se dejan llevar por la opinión popular de un pueblo que no piensa mucho más que en comprar: Los Estados Unidos. Y Taylor Lautner, es físico culturista, bravo por decir NO a los carbohidratos.
Veía a mujeres leer apasionadamente los libros de Meyer, y pensé en leerlos, pero justo fue cuando estrenaron la primera película-que me pareció una tremenda porquería. Es el filme ideal para que veas de Querétaro al Distrito Federal, así que pensé que ahí terminaría todo. Pero no. Después de varios debates con personas que carecen de apreciación cinematográfica y respeto por si mismas, no pude hacer más que alejarme del tema, no volver a tocar a ese maldito vampiro y evitar ver sus películas. No volví a ver una más, ni pirata, ni en cine, ni con amigos. Así que esta es la reflexión de un hombre que ama apasionadamente el cine y que, en su primera vista, supo que no tendría relevancia un producto mediocre para mover masas de adolescentes con poco criterio.
Qué pena que gasten su dinero en pendejadas.
EXHS
Comentarios
Publicar un comentario