The Father (2020)
The Father (2020)
“Siento como si estuviera perdiendo todas mis hojas, como si mis ramas se volaran con el viento”
Dirigida por Florian Zeller.
Escrita por Christopher Hampton y Florian Zeller.
A sus 83 años, Anthony Hopkins demuestra la relevancia y vigencia del poder de la actuación. Más fuerte que nunca nos revela una de sus más poderosas interpretaciones en el mundo cinematográfico abordando un tema tan cotidiano y presente entre nosotros: «el alzheimer, la demencia senil».
Protagoniza Anthony Hopkins junto a Olivia Colman.
Un hombre se rehúsa a que su hija le asista a su edad, en ayudarle a vestirse, a comer, a llevar las actividades de la rutina en la vida cotidiana. Poco a poco va perdiendo independencia y necesita ayuda, pero eso atenta contra su propio sentido de individualidad, esta crisis conlleva grandes cambios circunstanciales; pérdidas recurrentes, consistentes, muchas pérdidas de pronto: la memoria, el hogar, la individualidad, la independencia, la fuerza.
Esta es la ópera prima de Florian Zeller, que antes fue su obra teatral, ahora adaptada al cine bajo el precepto de que siempre supo Zeller que el protagonista debía ser Anthony Hopkins.
En el guión se respeta la propia edad de Hopkins.
Zeller nos inmiscuye en la experiencia que se padece en la demencia senil, la confusión de lugares, biografía, personajes. Uno ya no sabe dónde está. Uno, desde la propia experiencia de espectador, desconfía de personajes, pero estamos dentro de la mente de este hombre de 83 años que ha perdido facultades y claridad sobre la dimensión espacio-tiempo que está ocurriendo. Poco a poco se va, pero primero ha decidido partir la razón, la memoria. Anthony se ve confrontado con estas pérdidas. ¿Qué puede hacer al respecto?
Es presa de su enfermedad.
¿Qué puede hacer?
Anthony Hopkins interpreta a Anthony. Escucha música clásica, pero hay una escena en particular, donde el disco de Anthony se interrumpe porque la grabadora está mal, porque el disco tal vez está rallado, y ahora ya no se reproduce con fidelidad, ya no puede escuchar la melodía, es interrumpida porque algo que está atrofiado. Anthony intenta reparar el sistema, intenta limpiar el disco, pero ya no reproduce igual su sistema reproductor de audio.
Florian Zeller dirige de forma impecable y con una elegancia portentosa; utiliza pocos recursos para inundarnos de suspenso, de emociones incalculables, a través de esta experiencia de la confusión. ¿Quién es quién? ¿Dónde estamos? ¿En quién se puede confiar? Ya no sabemos la verdad, no sabemos quién está engañando ó quién dice la verdad. Esta es la experiencia que vivimos a través de los personajes de esta obra maestra de la cinematografía. Todos los elementos presentados en quien padece la enfermedad de alz heimer, se ven firmemente y expresamente representados en la interpretación de Hopkins con la visión del director Zeller.
Olivia Colman es Anne.
En algún punto, después de los sucesos, comenzamos a desconfiar de su propia hija, intuyendo que tal vez todo es un montaje para hacer desesperar al padre, para tal vez cobrar venganza, obtener algún beneficio. Pero Anne sólo está viendo alguna forma de ayudar a su padre.
Anne, sufre la crisis de su padre. Todo el tiempo estamos atravesando la experiencia de nuestro personaje principal, Anthony.
Anne, a pesar de tratar de comprender la situación y la enfermedad, padece y resiente la ira, la frustración, el enojo y la pérdida de memoria de su padre cuando incluso llega a desconocerla.
La película me recordó mucho a la filmografía de Michael Haneke. Puede que sea un estilo muy particular del cine francés. Pero intuyo que el cineasta ha estado influenciado de alguna forma por el estilo de Haneke.
La interpretación de Anthony Hopkins es digna merecedora del óscar, de cualquier premio que enaltezca el quehacer de los actores.
No obstante, la película ya cuenta con seis nominaciones al óscar: mejor película, mejor guión adaptado, mejor actor, mejor diseño de producción, mejor actriz de reparto, mejor edición.
Sabes,
nacer implica perder la memoria para vivir toda esta experiencia como si fuera la primera vez. Perdonar implica saber que lo que pasó ya ha pasado.
¿Cómo podríamos redescubrir el amor con una misma persona? ¿Cómo podríamos redescubrir el perdón con una misma persona? Estar aquí implica desde el principio olvidarlo todo.
Irnos de aquí, implica, olvidarlo todo.
Al final lo podemos comprender, cuando podemos observar que la naturaleza aquí está, que hay vida orgánica, que somos vida orgánica pero somos aún más: una conciencia auto reflexiva. Y en este desenlace, se agudiza más una presencia y sensación, sentimiento de la separatidad; hay una conciencia escindida que está experimentando Anthony, se siente: «¿Padre, por qué me has abandonado?
Sabemos que estamos aquí de paso.
Esta es una obra maestra.
Imprescindible verla.
Magnificencia.
Erick Xavier Huerta
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