Nuevo Orden





New Order


Escrita y dirigida por Michel Franco. 

Michel Franco dice, que a diferencia de lo que muchos pudieran resolver sobre esta película a nivel superficial, no es sobre el momento del gran estallido social por un odio que crece, sino por un cambio que es imperante y sumamente pertinente el día de hoy. ¿Podemos reconciliarnos? ¿Podemos alcanzar la paz?

Esta historia es una distopía.
Una distopía es una sociedad ficticia indeseable en sí misma.
Lamentablemente mucho ya lo padecemos. 

La realidad supera la ficción.
Michel Franco es un director que ha crecido dentro de la industria por una filmografía que concentra su atención en contemplar la violencia, desde la más sutil hasta la más extravagante, desde la personal con uno mismo, hasta la de las grandes masas.
En su primer largometraje, Michel Franco retrató cómo dos hermanos son secuestrados y obligados a sostener sexo entre ellos para servir a la industria criminal de la pornografía. Después, Michel Franco obtuvo mayores reconocimientos y gran renombre en la industria por su trabajo en «después de Lucía», el retrato de la violencia convencional socialmente aceptada dentro del universo de los adolescentes de clase media, media alta en México. Luego hizo «a los ojos», también hizo «chronic» saltando ya a la esfera de hollywood dirigiendo a actores de la talla de Tim Roth, Sarah Sutherland, Nailea Norvind. Y luego hizo «las hijas de Abril», donde aborda la violencia intra—familiar. 

Toda la filmografía de Franco trata sobre la violencia. 
Indudablemente vivimos inmersos en la cultura de la violencia, de la competencia, del arrebato, de la lucha entre sí. Todos viven peleando consigo mismos y con los demás. Pero pocos directores logran retratar con profundidad, y con elegancia, con mucho realismo, la violencia que es atmósfera convencional de las mayorías todos los días. 

Franco logra contemplar la violencia que producen los ruidos más cotidianos que se producen en una ciudad hasta convertirse en contaminación auditiva. Esos ruidos que no dejan dormir y que arrebatan el sueño y desembocan en neurosis de muchos seres humanos, violencia interna que acaban proyectando sobre su círculo social hasta ir contaminando la atmósfera entre la violencia que cada uno va cargando y proyectando en el prójimo hasta desembocar en una sociedad enferma. 

Indudablemente, la capacidad de Michel Franco para retratar la violencia queda plasmada en esta obra, siendo la máxima y su mejor ópera, porque aborda la violencia de masas arrasando por toda vida, por todo individuo.
En esta nueva entrega, Michel Franco usa a México para poner en perspectiva y adentrar a la audiencia a la experiencia de contemplar la violencia de masas que arrasa por cada una de las vidas que de pronto se ven inmersas en esta fuerza abrumadora de la guerra. Y es en la guerra donde se decantan las almas más virtuosas y las más oscuras. La realidad supera a la ficción cuando un secretario de la defensa nacional en México es acusado de lavar dinero, de sostener vínculos y negocios con el narcotráfico. 

Es en la guerra donde vemos cómo de pronto despiertan las conciencias más evolucionadas y las más involucionadas. Comprendiendo que la guerra es una fuerza ciega de la naturaleza, como un terremoto, como un desastre natural de grandes magnitudes, un feroz tornado que arrasa con todo a su paso. Miles de personas de pronto son parte de esa fuerza ciega de la naturaleza. Michel Franco contempla con gran maestría lo que es la violencia. Así es. No juzga, simplemente pone en perspectiva la narrativa de cómo una fuerza ciega arrasa con personajes centrales. 

Franco no polariza, ni pone tela de juicio a favor o en contra de alguna clase social; por tanto no cae en otra cosa más que contemplar cómo es la sociedad mexicana y la violencia que forma parte de su atmósfera cotidiana. 

Michel Franco pone en perspectiva el rencor social, masificado, entre clases altas y bajas, pero implica muy bien que la violencia de ambas partes abona a una violencia general que ha provocado esta gran crisis y estos momentos de lamentables perdidas por la inconsciencia de la sociedad en general. 

No somos vistos como hermanos, ni de forma solidaria, y lo que agrava todo es la envidia, el rencor, la culpa. Nadie es perdonado, nadie se perdona, el amor no existe en la sociedad. 

Pareciera ficción, pero justamente es un retrato de cómo estamos viviendo, inmersos en un torbellino cuyos vientos son de violencia y arrasan por toda vida humana. 
Hay que tener mucho criterio para ver el filme de Michel Franco. Es una contemplación de la violencia que si uno mira desde el juicio, puede caer en depresión o en fatalismo. 

Franco comienza narrando su historia en una boda, de dos jóvenes de la clase alta de la sociedad del México contemporáneo, y allá afuera, mientras festejan, hay gente llena de rencor esperando cambiar las cosas de una vez por todas. No sabemos verdaderamente qué pasa, pero una revuelta social va creciendo al punto de dejar sin estabilidad al gobierno. La boda, que supuestamente estaba festejando el amor, se convierte en una pesadilla, en un infierno donde arrasa la inconsciencia de aquellos que son parte del viento del rencor. 
Sin embargo, esa boda nos muestra a altos funcionarios de gobierno que son corruptos y cuya corrupción ha sido alimentada por las altas esferas de la clase acomodada en México, y que ese vicioso círculo de injusticia, impunidad y corrupción ha desembocado en agravar la crisis de desigualdad y oportunidades en México, pero a nadie le importa mientras no se afecten sus intereses, y ahora, en el torbellino sucio del rencor, nadie obtendrá nada. Ni los ricos se quedarán en calma, ni los pobres tendrán paz. Todos perderán. 

Gran actuación de Leonardo Alonso.
Gran actuación de Diego Boneta.

Michel Franco regresa con sus amigos a hacer esta película. Regresa al reparto estelar Darío Yazbek Bernal, quien debutara como actor y protagonizara la primer película de Franco, «Daniel y Ana». Aquí Yazbek es Alan, un un tipo de la alta clase de la sociedad mexicana que se casa con Marian (interpretada magistralmente por Naián González Norvind, hija de Nailea Norvind y hermana de Tessa Ia «protagonista de, despúes de Lucía». 
La familia de Nailea Norvind ha logrado trascender en el cine, en grandes películas, justamente por esta relación tan estrecha que tienen con Michel Franco que siempre les contempla para estar en el reparto de sus películas en personajes protagonistas. 

Michel Franco ganó merecidamente el León de Plata por su dirección en esta película. 
Es verdaderamente admirable todo el trabajo que hizo Michel Franco. El nivel de realismo es impresionante. Y la violencia que imprime desde la óptica de un oportunismo que gesta la fuerza militar mexicana ante una revuelta social, es impresionante. Porque aquí, Franco parece quedar corto ante la realidad que padecemos. Nos muestra ese gremio de las fuerzas militares que se han corrompido y abonan a mayor putrefacción en la sociedad bajo la tutela de poder que provocan la investidura militar y las armas. 

Franco magistralmente revela lo que es habitar un país inmerso en la corrupción. Todos están corruptos, los ricos, los pobres, los militares y los gobernantes (reflejos representantes de lo que es la sociedad y ha significado).

Las fuerzas militares corruptas, están siendo usadas a conveniencias políticas por la esfera de poder, y lo que menos les importa es el bienestar de alguien; van por los intereses que convienen a los que controlan el poder desde la cúpula de gobierno. Y todos pierden. Los traidores y los que pongan en riesgo intereses de grupos, acabarán siendo asesinados, muertos en el terreno de la injusticia y la impunidad. Este torbellino que nos muestra Franco en su película, alberga este sentido del torbellino del rencor que nunca dejará pasar a que calme la tormenta la justicia, sino que con el rencor y la impunidad también el viento es de injusticia y arrasará por doquier, porque no hay conciencia, todos están dormidos buscando los intereses más mezquinos, más mediocres, más miserables. Buscan dinero, para tener poder de prepotencia. 

¿Por qué un ser humano se prestaría a ser violento con otro? ¿Qué estaría pensando una persona que lástima a otra? 
Los seres no se ven así mismos reflejados en los demás. Al contrario, los seres se ven culpables y culpan a los demás de sus actos y de sus consecuencias, generan rencor, proyectan rencor en el otro porque no son uno. 
La historia de la violencia de la humanidad es la historia del rencor. 
La búsqueda incesante de anular al otro, ¿Con qué objetivo? —con el de lograr la auto afirmación. ¿Quién soy? ¿Quiénes somos?
Una grosería, un sarcasmo, un saludo agradable que esconde la indiferencia. Los más sutiles actos de violencia están ahí hasta escalar a la gran masificación de la tormenta donde todos salen lastimados. ¿Una nación bajo el manto de la injusticia? ¿En qué país hemos terminado? 

Michel Franco logró una obra maestra cinematográfica con Nuevo Orden. Una aportación imprescindible para la reflexión sobre la violencia en la historia de la humanidad dentro de la cosmovision e idiosincrasia del Mexico contemporáneo.

Indispensable.
Imperdible.

Ojalá logremos pronto la paz interior de cada uno de nosotros, para que la paz sea en cada uno de nosotros para que todos seamos uno en la paz, hoy y siempre, aquí y ahora.


Erick Xavier Huerta S.

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