Ya no estoy aqui
I'm No Longer Here
Escrita y dirigida por Fernando Frias.
Impresionante radiografía de la clase pobre y marginada de México en una de sus principales ciudades, Monterrey. Sí, este es el otro Monterrey, el real, no el de la clase alta acomodada de San Pedro Garza García. No. Monterrey, viendo en qué condiciones viven las mayorías, y cómo ahí surgen subclases y subculturas, que albergan a las juventudes de México.
En esos barrios marginados, crece Ulises Sampiero (interpretado magistralmente por Juan Daniel García Treviño). Tiene múltiples lecturas la película, por el mismo motivo que es una tremenda radiografía social del México contemporáneo.
El director Fernando Frias, muestra con crudeza el mundo de las mayorías dentro de la urbe industrial, una tan contaminada como la ciudad de Monterrey. Aquí no se muestra la gran riqueza que presumen unos cuantos en la tierra regia, si no se mira cómo existe una tremenda indiferencia para estas colonias, donde quien observa oportunidad para crecer en poder y en corrupción, es el crimen. Pero no hay otra forma de salir adelante, y menos si las colonias viven bajo el yugo del crimen. Así, Ulises, no tiene de otra más que lidiar con el grupo criminal que controla ahí, y esto por la supervivencia y por su gran pasión: bailar cumbia, chuntaro style.
Ciertamente, a pesar de las conductas antisociales del círculo de Ulises, la violencia alcanza niveles menos cruentos de los que habría luego de vislumbrar cuando la violencia crece. Es una espiral ascendente. Y el problema es de todos, no simplemente de unas cuantas colonias en el país.
Gran pasión y amor tiene Ulises Sampiero, que se convierte en un gran artista del género. Ama su cultura, ama su forma, y eso le da autenticidad, le da identidad. Miramos cómo este joven de 17 años está en el punto de convertirse en individuo, y está en busca de su identidad, y este conflicto lo lleva a inmiscuirse y en identificarse y en abrazar con profundo amor el estilo de esta cumbia colombiana dentro del contexto cultural cholo, toda una sub cultura llena de signos de incidencia de mezclas simbólicas de música, fisonomía, vestimenta, moda, lenguaje. De tal forma que puedes llevar una lectura de miles de temáticas y niveles de profundidad en su abordaje. Pero el trabajo de Fernando Frias es excepcional. Es una gran revelación en el mundo cinematográfico.
Fernando Frias, verdaderamente logra conseguir cuadros y secuencias que son una verdadera obra de arte.
Este es un verdadero trabajo contemplativo, incluso periodístico.
No estaba en mis planes ver esta película, pero pasaba por la sala de televisión cuando mi hermano puso esta película, y en los primeros diez minutos te atrapa de sobremanera. Porque su propia narrativa te va llevando de forma intensa al punto de conflicto, uno crudo y real, palpable en nuestro México.
La confrontación de pandillas, bajo el yugo de los grandes criminales; y cómo grupos narcotraficantes van y buscan imponer su ley de orden social en colonias marginadas, al tiempo que ellos mismos discriminan y manifiestan cultura racista y clasista, en el propio submundo. Ahí donde alberga la violencia. Ulises poco a poco, se va quedando solo mientras la violencia crece. Pero esta narrativa y radiografía social nos indica la tragedia, nuevamente, que vive la juventud en México, cuando su techo es la violencia, la discriminación, la falta de oportunidades, el racismo, el clasismo, la corrupción, la impunidad.
La propia seguridad por el amor al arte y pasión por la expresión en el baila que manifiesta Ulises, revela el profundo miedo que albergan sus seres más cercanos y en los círculos en los que se desenvuelve; punto medular para comprender el terrible miedo que gobierna a millones de seres en este planeta, y en nuestro país, con nuestros connacionales en Estados Unidos, cosa que nos ha venido a separar y a violentar por completo la solidaridad y la hermandad.
Todas estas ilusiones, y el gran potencial de Ulises se ve mermado por el sistema social, económico y cultural que prevalece en México.
Aquel gran joven que poseía talentos innatos e inmejorables que pretendían trascender en el mundo, se ven mermados, por la violencia en la lucha por acaparar el capital y el poder.
Por sus vínculos con criminales, en medio de una guerra y disputa por la plaza, Ulises queda vulnerable siendo objeto de próximas injurias y violencia en contra de su familia por considerarle traición a la pandilla, al grupo que fue violentado. Sin esperar a resolver el asunto, toda la familia huye, y Ulises es enviado a los Estados Unidos de Norteamérica para "protegerlo". Pero ahí no hay suerte, al contrario, se topa con la violencia de los migrantes que no tienen documentos y están fuera de la ley, vulnerable y solo, sufre violencia, pero sufre algo más terrible: no poder disfrutar de su gran pasión, el baile de cumbia.
Apenas comienza a demostrar sus capacidades y su amor a su estilo de baile, cuando es marginado, burlado, sobajado, violentado. Es censurado, es castrado, es doblegado, es reprimido. La represión le vuelve infeliz, y poco a poco vive la desesperanza. Al tiempo, conoce a Lin, una adolescente de origen chino, que busca ser su amiga, pero no logran empatar un vínculo significativo por la diferencia de sus lenguajes. No se comprenden. Lin busca acercarse, pero el obstáculo del lenguaje los va alejando, al punto de rendirse. La depresión, la desolación de Ulises, lo lleva a perder la fe, la esperanza, y todo el amor.
Ulises está solo.
Toda sociedad ha marginado a un joven con futuro, potencial, lleno de pasión y amor que culturalmente enriquecía a nuestros pueblos, pero que gracias a la indiferencia, y a la violencia, se perdía entre los tumultos y acaba siendo tragado por la miseria.
Ulises gusta de aislarse del mundo, adentrándose en sí. Es un ser expresivo en su baile, pero es introvertido, guarda un universo de sentimientos dentro, que poco puede expresar, y la propia represión que sufre a su pasión, la sufre en sus sentimientos, que entierra, y que ya pocas veces deja ver cuando el tiempo y el silencio y el aislamiento lo permiten.
Aterradora radiografía. Pero es la gran enfermedad que tenemos como sociedad.
Esta película nos lleva a observar justamente lo que tenemos delante de nosotros todo el tiempo. En la medida de nuestras posibilidades podemos hacer algo.
Pero urge hacer algo.
Es alarmante que millones de jóvenes en nuestro país se encuentren en tal situación. Sabemos que hay almas que están atentas a rescatar a los jóvenes, que hay tremendos esfuerzos por hacer realidad el conducir a tiempos y buenos puertos a nuestros jóvenes, para que su ímpetu, pasión y amor, enriquezcan a nuestros pueblos.
Es nuestro principal capital
No podemos desperdiciarlo, mucho menos perderlo.
Tremenda actuación de Juan Daniel García Treviño. La gran revelación. Daniel Treviño y Fernando Frias nacen como las grandes promesas del cine, el arte y la cultura.
Grandiosa película.
Fuerte, portentosa,
llena de coraje.
Erick Xavier Huerta
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