Los últimos días en el desierto/ Last Days in the Desert

Escrita y dirigida por Rodrigo García; los últimos días en el desierto aborda el momento en que Jesús ayuna y se adentra en el desierto para conocer el devenir de su destino y enfrentarse con el demonio.


Protagonizada por Ewan McGregor, Ciarán Hinds y Tye Sheridan.

En esta historia, cuenta Rodrigo García sobre las meditaciones en el desierto de Jesús; y pronto, antes de culminar su ayuno y su estancia en ese lugar, Jesús busca agua, y da con una familia a la que le ofrece trabajo a cambio de agua para continuar su viaje. El hombre de familia le da posada y le atiende unos días en los que Jesús tendrá oportunidad de convivir con ellos, y ahí continúa su lucha con el demonio. Un demonio, cabe mencionar, que es psíquico. Así lo plantea Rodrigo García.

El demonio al que se enfrenta Jesús de Nazareth, es él mismo. Su ego, su rabia, sus emociones, su razón. Jesús, busca abandonar sus apegos, deshacerse de su ego, de los deseos, y romper las cadenas de sus ambiciones. 

Miren, Rodrigo García escribió y dirigió una película financiada por Alejandro González Iñarritu, "madres e hijas", esto parecería no decir nada; pero, sin lugar a dudas, el colombiano Rodrigo García es amigo y admirador de Iñarritu. En esta película se demuestra cuán estudioso es de la técnica de Iñarritu y además de toda la influencia que provoca "el negro" sobre él, su vida y su labor en cine. En este sentido, pueden ver cómo García usa incluso a colaboradores de Iñarritu, entre ellos al gran Emmanuel Lubezki, encargado de la cinematografía de esta película. Entonces, están ante un producto que hace oda a Iñarritu, con elementos que llaman la atención en el guión, en la puesta en escena, en la dirección y por supuesto en la cinematografía.

La fotografía la usa para resaltar contemplaciones en la luz, el suelo; y también muestra a sus personajes levitando, en este caso a Jesús, al igual que el maestro Iñarritu hace desde "biutiful". Siempre levitan los personajes.

García, hace un trabajo con corazón. Es decir, se nota el respeto y la responsabilidad con la que acata García esta labor por representar en cine los momentos en que Jesús tuvo que vivir en el desierto para buscar respuestas y abandonar sus deseos, sus ambiciones, su soberbia, todo aquello que no le permitía ser libre en su espíritu.  
García lo intenta, pero no llega a comunicar bien sus intenciones. Hay que ser cuidadoso al momento de presenciar esta película, pues García utiliza simbolismos. No es una película evidente, lógica para cualquier espectador. García usa en su escrito a la familia del desierto para representar las emociones y los conflictos de ideas que ocurren dentro de Jesús. El miedo de perder a su padre, el miedo de no poder abandonar sus deseos, el anhelo de poder ser un buen hijo, de merecer honra, de querer perder el miedo de abandonar su hogar para buscar su verdad y su gloria. 

Quiero decirles que Ewan McGregor es quien se lleva la película. Hace un trabajo excelso, extraordinario. McGregor si carga con la película. Tiene que actuar con los ojos prácticamente todo el tiempo pues no hay diálogos. Tiene que mostrar sus reflexiones y su meditación a través de la actuación corporal, y las miradas. 

El demonio, los deseos, los apegos, la comodidad, el gusto y el placer carecen de voluntad; por eso el demonio se cansa, porque no tiene determinación. Abandonarlo en el viaje, en el trayecto, sólo es producto de paciencia, espera, perseverancia, voluntad y fuerza. Así lo hace Jesús, quien además, al final de la película, en esta representación visual donde nuevamente observamos el gran simbolismo de la cruz, de abandonar el anhelo de creerse tan importante y tan soberbio, tan imprescindible para el mundo que dejas en el seno de la libertad tu vida, víctima de los malhechores, de la corrupción, de la injusticia. 

Ahí Jesús abandona su vida, porque es más grande que eso, más grande que esta realidad. 

Erick Xavier Huerta S.

El Padre, es el origen de todo. El Padre es el proveedor. El Padre es quien suple necesidades, quien da cobijo, quien espera en el hogar. La mayoría de las personas se sienten abandonadas, sufren las penas de sus padres en la tierra, no gozan de autoestima, se abandonan a los prejuicios, y toman decisiones en base al miedo y no en base al amor. El Padre es la confianza de saberse parte de algo que siempre te quiso, que nunca te dejará, que no te abandonará jamás. ¿Te puedes reconciliar con el mundo? Ninguna persona debería sentirse menos. Todos son parte de la creación, corrompen su conciencia, se sienten menos queridos, menos amados. Dejaré mis ambiciones y mis anhelos, dejaré todo, me abandonaré al mundo y seré libre, a pesar de lo que suceda conmigo, de las aprehensiones que tengan en esta realidad con mi cuerpo las fuerzas de los corruptos, del sistema injusto, del sistema que infunde miedo y confusión, soy libre y camino en algo más importante que lo que significa esta realidad. Por eso, se exclama que el padre ama, que el padre suple, que el padre otorga, que el poder no emana de este plano sino que proviene de otra existencia, de un lugar desconocido del cual no todo tienen parte, porque nadie tiene poder sobre uno más el que ha sido dado por parte de la creación, pero viene algo nuevo, siempre un cambio, a pesar de las transgresiones al alma, al pudor, al espíritu, la creación combina, cambia, crea y se renueva, vuelve a cambiar y siguen naciendo nuevos mundos.

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