La Chica Danesa /The Danish Girl
Tom Hopper ganador del «oscar» por el "discurso del rey" vuelve a la pantalla grande para dirigir una historia que trata del primer hombre que quiso cambiar de género mediante la cirugía.
Es la historia pionera de los transexuales en la búsqueda de su aceptación en la sociedad. Búsqueda que incluso motiva a la ciencia a avanzar en dirección de alterar y modificar la genética humana a complacencia de los seres humanos, que muchas veces, no están de acuerdo con su género.
Esta historia supuestamente se basa en la vida real de los artistas pintores: Einar Webener y Gerda Webener, interpretados magistralmente por Eddie Redmaye y Alicia Vikander, respectivamente.
Me parece una película espléndidamente escrita. Usa parlamentos y estructura un guión bastante ingenioso, poético, inteligente, reflexivo, increíble. Ata cabos como muy pocas películas pueden lograrlo.
Una dirección de actores impecable. Una dirección de arte trascendente. Una puesta en escena magistral. Es una película muy académica, bastante preciosista, honorable diseño que honra a las bellas artes, la pintura. Un trabajo realmente que es un deleite visual. Sin embargo, me parece que después de los cuarenta minutos, el director pierde ritmo y no acaba por dar un final más abrumador y contundente; me refiero a que tenga la posibilidad en la recta final de cambiar de tono, a uno más oscuro, más entrañable que al que nos presentó, uno que no acaba por desligarse de la narrativa plana que ocurre después de los cuarenta minutos donde ya sabemos que ocurre algo a este hombre, una insatisfacción, incertidumbre y caos en el hecho de mandar todo al diablo por tener el sueño y la firme convicción de querer cambiar de género, de sexo, de pasar de ser hombre a ser mujer en una coyuntura donde tenía bien definido el rumbo de su vida, de su matrimonio, de su carrera profesional, artística y visual.
Si alguien le puede robar el oscar a Leonardo DiCaprio con una mano en la cintura (literalmente), es Eddie Redmaye.
Eddie Redmaye da una cátedra de actuación. Hace un trabajo impresionante. Se pone al servicio del director, como muy pocos pueden hacerlo y le complace en todas sus ideas y directrices. Hace todo lo que le dicen, y lo hace de forma impresionante. Capta fundamentalmente la esencia de este personaje, y muestra los innumerables sentimientos y emociones de este individuo en una coyuntura difícil de abordar en este tipo de tema. Una sociedad que era mucho más conservadora, respetuosa de valores tradicionales en el ámbito familiar.
Eddie Redmaye actúa con los ojos de forma notable.
Crea verdaderamente un personaje enigmático, caótico, perverso, maligno, compasivo y misericordioso.
Eddie Redmaye merece el oscar, porque muy pocos actores pueden atreverse a interpretar este tipo de personaje, tan retador y con un peso enorme en la historia de la sociedad, del cine, de la propia existencia del ser humano. Y a su vez, su co-protagonista, Alicia Vikander hace un trabajo admirable, en la misma tesitura y por muchos momentos, le roba la atención, la cámara y la escena a Eddie Redmaye. Hacen una pareja increíble, balanceada, con equilibrio. Imponen fuerza y llenan la pantalla por completo.
Me parece que Alicia Vikander hace un trabajo espectacular. Tiene una belleza impresionante, un gran carisma. Es notable.
Creo que es injusto haberla descartado en la planilla de las nominaciones para el oscar.
Si alguien merece un oscar, es Alicia Vikander por este trabajo. Merece mínimo la nominación. Pero bueno.
Y bueno, teniendo un trabajo admirable en todos los ámbitos de producción de esta película, creo que es importante hablar de la historia.
"La Chica Danesa" comienza de forma muy inteligente, por esodecía del guión; pues te muestran primero la creación de la naturaleza, una danza y un enfrentamiento constante del hombre con la naturaleza. Y aquí trata la vida de un pintor, cuyo tema, es justamente el paisaje, los ámbitos donde se desarrolla este personaje, los escenarios que visitó cuando niño, en sus memorias, sus recorridos. Y resulta ser que, su propia mujer, la bautiza con nombre de mujer, como Lili Elbe, y él, para ayudar a su mujer a que pueda trascender, modela, y se pone ropa de mujer, descubre sus femineidad, y se enamora de todo lo que adorna a una mujer, al grado de obsesionarse con transformarse en mujer. Se pone medias a escondidas, toca la seda, le pide pijamas a su esposa. Y su esposa comienza a trascender, a lograr ser un personaje importante de la industria del arte de la pintura, gracias a que su tema, a que su obra, se enfoca en descubrir la belleza femenina de su esposo.
Y eso es lo es lo que los une, el mismo pecado. A su mujer por querer que su hombre se convierta en mujer para su conveniencia, en su carrera artística. Y ya no le puede pedir que deje de jugar a ser mujer porque le conviene para su vida profesional. Hay un cinismo en ambos, para lograr trascender en sus sueños. Y el hombre, le gusta el juego, tal vez perverso, ingenuo, de su esposa Gerda, para querer disfrutar de los momentos de poder ser mujer.
Einar se encanta de poder moverse como mujer, de sentirse sensible, sin forma áspera, con suavidad, sin tosquedades, más liviano. Y todos los médicos dan argumentos infalibles que denotan un gran sentido de lógica y razón para determinar qué es lo que le está sucediendo a este sujeto que inventa a otra persona, que cuenta con otra personalidad escondida y que destruye por completo la identidad que poseía hasta ese momento.
Puede ser equizofrenia, un problema de identidad, o lo que sea, pero el tipo está obsesionado con querer ser mujer.
Dice que dios la hizo mujer pero la naturaleza se equivocó de cuerpo. Y entonces, eso supone un gran problema. Porque este personaje ya no quiere tener sus brazos como están, ni quiere ver su pene en el espejo, ni quiere tener vello de hombre, ni sonreír como hombre. No quiere ser hombre, a pesar de tener una mujer tan ingeniosa y bella. Él ya no quiere ser su amante, y mejor quiere ser su amiga.
Destruye todo sin importarle nada. Destruye su matrimonio, su carrera artística y su vida social, y por su puesto, su nombre, su apellido y su compromiso familiar.
Pero creo que todo esto, ocurre a desembocar en un gran final reflexivo, donde la últimas palabras de Einar antes de morir son según recuerdo: "soñé que volvía a nacer y era niña, y mi madre era feliz por verme en sus brazos y me nombraba Lili".
Creo que es un tema para entender, que muchas cosas si vienen relacionadas en nuestra transcendencia desde el momento en que estamos gestando nuestra creación dentro de los vientres de nuestras madres. Es una teoría, una reflexión que tuve al respecto. Porque tal vez, y sólo tal vez, Tom Hopper nos ha señalado que las emociones, ideas y sentimientos de la madre, se comunican con el ser creado. La intención de la madre y el deseo de querer un hijo de cierto género o sexo, repercuten en el comportamiento conductual que tendrá el hijo por los siguientes años, en su formación más básica hasta el final de sus días. Y al parecer, nadie está preparado para sobrellevarlo.
La madre, en su deseo enorme por querer tener una hija, se vio desvanecido al momento de la sorpresa, un varón. Y los estragos y emociones de decepción y de ilusión por querer satisfacer a la madre, son el eslabón perdido en el resto de los días, en el resto de las horas. Por eso y por ello de la necesidad de constelar, de saber pedir perdón, de reconciliar, y de así, saberse qué identidad se tiene, y vivir consecuentemente con lo que uno es, y no, con los deseos impuestos desde antes de desarrollarse en la tierra, en la vida social.
Así, vemos que todos nuestros problemas son y radican en un conflicto griego, Edipo Rey, y Sófocles tenía razón.
No se pierdan, la chica danesa.
Erick Xavier Huerta Sánchez
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