WHIPLASH

Serás un fracaso



Es la ópera prima de Demien Chazelle. Y todo comenzó con un cortometraje para recaudar fondos para poder realizar esta película.
Filme peculiar, generacional, oda a la nueva generación de las estrellitas y los «likes». Somos la generación, me incluyo, de quienes buscamos la aprobación, el 100, la mejor calificación porque queremos ser el ejemplo, la estrella en la frente, estar en el cuadro de honor para satisfacer nuestro ego y el de los demás en este sistema de competencia, de hedonismo, de individualismo, de narcisismo.

Un chico, interpretado magistralmente por Miles Teller-e ignorado malévolamente por la academia omitiendo su nominación a mejor actor—es la estrella en esta historia, cuando ingresa a la mejor academia de música que hay en los Estados Unidos, en la cuna de la vanguardia de la moda y de la cultura y el arte, la hiper cultura.
Andrew (Teller), es un chico promesa en la música del jazz. Él toca la batería y quiere trascender, como nosotros, como la mayoría, más en la cuna del arte y de la vanagloria en la competencia brutal dentro de la ciudad donde el dinero nunca duerme.

Andrew quiere pertenecer al dream team, orquestado por el gran Fletcher (interpretado magistralmente por J.K. Simmons)

Simmons gana el Oscar con justa razón, porque es impensable que otro actor pudiese lograr lo que él hizo en esta película, y más con las tablas y la afinación de haber interpretado anteriormente papeles que son similares en su conducta explosiva y agresiva.
Simmons impone la sensibilidad y la furia, y la maestría en el amor por el arte. Es un apasionado y busca la perfección en su orquesta. 

Fletcher (Simmons) confunde la docencia con el adiestramiento militar. Fletcher humilla e incide dentro de las almas de sus estudiantes una gran ansiedad y estrés que les llevan a perder los estribos. Los presiona y humilla de tal forma que corrompen su armonía al punto de deprimirse en la sociedad. Pero no es Fletcher solamente. Este maestro, Simmons, encarna al sistema capitalista en el cual nos encontramos deambulando todos los días. Fletcher es el sistema, que te pone en competencia constante, esclavo de tu ego, odiándote porque no podrás ser más glorioso que los demás, aún cuando hayas puesto todo tu entusiasmo y todas tus fuerzas, siempre vendrá alguien que te quitará sombra y brillo.

Fletcher pone en competencia constante a sus estudiantes, les induce furia por rescatar su orgullo. Esos son sus incentivos para encontrar artistas. Ellos se desesperan y ponen a prueba su resistencia en una batalla brutal por tener que acceder más allá de la perfección, olvidándose del mundo, adhiriéndose a la oscura batalla interminable por ser mejor-donde incluso el cuerpo es traidor y se acaba uno mutilando y ofendiendo porque no responde ante los mandamientos de las ilusiones y los designios de las conexiones cerebrales, con coordinación corporal y con flujo de la sangre.


Nunca nadie será grandioso en la sociedad de la competencia eterna, entre los grupos de amigos y familia. Todos buscan ser mejor que los demás en sus pequeños o grandes rubros. ¿y qué vende más? ¿Qué acapara más la atención de las personas? El deporte, la música, los negocios, el dinero y el dinero vende y logra más.

La consigna en esta sociedad es lograr tener en la frente la mayor cantidad de estrellas para sentirnos bien, contentos y tranquilos. Pero eso no sucederá con Fletcher, tal vez pase, pero sólo y sólo si logras darle la fuerza trascendente donde el tiempo jamás pueda hacer estragos; porque Fletcher busca un orgasmo musical, busca la música que no perece, la melodía que nunca podrá ser opacada.

Esta película es ese viaje. Tal vez al final haya algo liberador, fuera de los estatutos y protocolos sociales que asfixian y limitan más las voluntades y las capacidades de los artistas que cuando uno se encuentra sujeto a esos esquemas.


Whiplash es una obra maestra por su fotografía, por su secuencia, por su historia, por su música y por su desenlace.

Erick Xavier Huerta Sánchez

Comentarios

Entradas populares de este blog

The Room Next Door

Nosferatu

A Real Pain