La dictadura perfecta

Luis Estrada, ¿un héroe?

¿Es a caso un héroe Luis Estrada, por haber dicho de forma "valiente", cómo se mueven los hilos del poder? ¿Es héroe Luis Estrada por haber tenido "los cojones" de revelar una radiografía de cómo manda la televisora en nuestro país?

Sí, no es necesario decirlo con evidencia absoluta. Basta la analogía, basta hacer un poco referencias y provocar al espectador para hacer las relaciones concretas entre la ficción y la realidad; para darnos cuenta de cómo somos embaucados, engañados y presas de un montaje que mueve nuestra cultura socioeconómica. 

Esta película, más allá de aplaudir su buena realización, actuaciones, fotografía y producción en general. Quiero decirles que es una burla del sistema hacia sí mismo. Es una burla a la sociedad. Nos dice cómo están las cosas con cinismo, con la fatalidad de que nada cambiará y de que se debe sucumbir ante la desgracia que nos embarga. Para aquellos indignados y que luchan por transformar y erradicar esta atrocidad que atenta contra el honor.

Luis Estrada escribe y dirige una "valiente" película, que "supuestamente" ataca a Televisa y a los poderes fácticos, a los partidos y  a los actores políticos. Nos dice cómo todos somos parte de la misma hipocresía, por quedar callados, por jugar el juego e incluso por indignarnos por las reglas de la dinámica económica y sociocultural. Y no podemos hacer nada. Eso lo dice Luis Estrada.

Y yo no veo valor, por eso que les digo. Yo veo a un Luis Estrada vendido. Luis Estrada es socio del estado mexicano e incluso, de la televisora que "ataca".

Si tuviera valor Luis Estrada, no usaría todos los elementos y reparto de quienes son socios y amantes de esa televisora, como todos los actores que participan allí.

Todos los actores que participan allí han servido para anestesiar a la sociedad con su "estrellato". Miren. Damián Alcazar, actor de telenovelas de Tv Azteca y series de Televisa. ¿Eso son principios? ¿Eso son valores? No se dignen a creerse los "héroes" indignados que salvarán a la sociedad.

Damián Alcazar siempre sale apoyando a López Obrador y ataca a la clase política, pero sirve para entretener y distraer a la sociedad de problemas importantes; sirve para este señuelo que sirve para abanderar un gobierno plural, transparente y defensor de la libertad de expresión, porque «nosotros dejamos que haya crítica, que haya señalamientos, que haya expresión cultural, a pesar de que denuncien nuestros comportamientos deshonrosos»

La población se va con la finta, cuando va a presenciar este tipo de productos, que el director tuvo el valor suficiente de decir lo que pasa, lo que sucede y qué hay detrás de toda esta maquinaria política, económica y corporativista. 

Alfonso Herrera, otro más, otro RBD, otro "clase 411", otro producto que vive gracias a que la televisora que odian, lo  haya encumbrado en el mundo del espectáculo. Y ahora, es un héroe porque participa en la evidencia del cine del entretenimiento.
¿Tendrá conciencia que lo que acaba de hacer Alfonso Herrera, tiene una profunda responsabilidad más allá de adorar la fama y querer ser actor?

No hay principios en este país, no hay valores, no hay ética. Hay una flexibilidad enorme por solapar actos atroces. De querernos siempre dejar embaucarnos con el caso "Paulette", con el Chupacabras, con Diego Santoy, con la boda de Lucero, el divorcio de Jennifer López y la homosexualidad de Ricky Martin.

Joaquín Cosío, "el mascarita", el "cochiloco", el defensor de López Obrador, es un "héroe"-porque comparte escenario con la misma bola de amantes de la fama y la superficialidad, adoradores y actores que refuerzan los estereotipos y mantienen sonámbulos a la población mexicana, con las mismas premisas de telenovelas, con el mismo engaño de reality's. Todos son parte de la misma hipocresía. La clase actoral elite en México no es de profundo orgullo. Sus palabras como líderes sociales carecen de integridad, de credibilidad. Digo, Luis Estrada se burla de la situación usando a Osvaldo Benavides, que da una buena actuación, pero que es otro actor de telenovelas que sirve para lo mismo. Silvia Navarro, Saúl Lisazo y Arath de la Torre¡

María rojo y un reparto que puede continuar que son parte de la misma organziación que involucra y gesta telebancadas, presidentes y todo el aparato que controla y media el dinamismo de la sociedad mexicana. 

Vivimos, sí, en el montaje que nos producen con los casos de la famosa "caja china", la estrategia mediática para salvaguardar caos y complacer la corrupción y la deshonestidad. 

Me indigna ver a Livia Brito parodiarse a sí misma. Me indigna que me lo digan así, y que al final el mensaje sea: "No pasa nada, es así, y continuará así".

Cuiden de adorar y seguir creyendo que la clase "artística" en este país, puede tener alguna injerencia de honorabilidad, cuando son lobos vestidos de corderos, cuando son demonios vestidos de santos, cuando son aliados del peor cáncer que dicen estar combatiendo.

Son la misma hipocresía.

Caímos. 

Le he comprado un producto a ese que me dice la atrocidad de país en el que vivimos;
a los mismos que han gestado esta terrible, terrible realidad.

EXHS