12 years a slave
Soy seguidor desde su ópera prima de Steve McQueen.
Su primera película "Hunger" fue una buena película, muy académica, existencialista, profunda y sensible.
Su segunda película "Shame" fue una obra maestra.
Esta es su tercera película "12 años de esclavo", basada en una historia real. Basada en la vida de Solomon Northup.
Steve McQueen es un director honesto, fiel a su visión, un verdadero hombre que trabaja por un cine de autor. Un hombre con mirada fina para captar al espíritu.
McQueen suele empezar sus películas mezclando pasado, presente y futuro. Al final no somos tiempo sino esencia.
McQueen tiene una gran percepción sobre el género humano y la enorme espiritualidad que se adapta y cambia en las diferentes esferas sociales que convergen sin parar. El mal y el bien se fusionan, danzan, se integran y se vuelven a separar. McQueen es un hombre que sabe muy bien plasmar las virtudes y enfermedades del alma a través del séptimo arte.
Es un gran artista Steve McQueen.
Steve McQueen sabe que el mundo se rige por la energía sexual, y que esta misma es, por lo general, aquella que nos enferma y nos arrastra a lo peor de los vicios y de la oscuridad.
Steve McQueen imprimió en esta película la maldad que ciega toda ternura. La pone en un cuadro, en una sola mirada, llena de rabia y odio.
Steve McQueen me hizo sentir mucho miedo cuando vi cómo imprime en los cuadros las miradas de quienes osan hacer daño a sus semejantes, por dinero, o por pura maldad.
Steve McQueen me hizo temblar con esta historia de mentiras y opresión, por pura vanidad.
Steve McQueen es un director que no suele usar muchos parlamentos. Saben captar la esencia humana a través de los rostros, y de la experiencia que viven los personajes. Eso lo hace un gran director, porque usa actores y les imprime, como ningún otro, la esencia de la ficción.
Chiwetel Ejifor hace un personaje muy emotivo, demasiado real.
Todos hacen un gran papel.
Digo, por algo ganó Lupita Nyongo, cuya interpretación es brutal. Nyongo demuestra orgullo, humildad y un infernal sufrimiento que no tiene fin.
Michael Fassbender, actor de cabecera de McQueen, nos otorga otra gran actuación para la historia. Fassbender es para mí, uno de los mejores actuales de esa generación. Es un inmortal que ocupa la silla de los grandes, de Pacino, Deniro y del maestro Marlon Brando.
Yo quisiera ser un gran actor como Fassbender.
Porque, Fassbender, en este papel, da la tremenda dualidad del bien y el mal en un hombre, inmerso en sus debates morales, el abandono a la rectitud por un sistema putrefacto que te obliga a hacer el mal, y a veces no puedes escapar, te manchas y ya no puedes limpiarte. Tienes que vivir así para siempre. Fassbender no se retracta ni se molesta en aceptar el dolor que sufre a través de su papel, el de un hombre que gusta saborear el dolor de hacer sufrir a los demás.
McQueen sabe darse su tiempo, para que el espectador experimente los sentimientos de los personajes. Sabe como llevarlos a la emoción correcta de este discurso audiovisual.
Y Brad Pitt aparece cuando piensas que ya no hay salvación ni misericordia en este mundo.
12 años esclavo es una película actual. En esta película dan muestra que los peores actos humanos no están en el pasado, sino en el presente. La esclavitud ha tomado nuevas formas, más siniestras, más temibles. La esclavitud se ha vuelto el negocio más rentable del mundo. La esclavitud, le llaman ahora "trata de personas", es el segundo negocio después del narcotráfico. Robar niños y venderlos, es un gran negocio. Robar mujeres y venderlas, es un gran negocio. Traficar con personas es un gran negocio. Explotarlas para pornografía infantil, para prostitución, para trabajos domésticos, etc, es un gran negocio. Y el mundo, sigue sin justicia.
12 años esclavo es una alerta al mundo. 12 años de impunidad y desgracia vivió Solomon, y luchó por un mundo justo, donde ningún ser humano tuviera que revivir las atrocidades que sufrió. Sin poder ver a sus hijos, con el recuerdo vago del amor de su vida, durmiendo con miedo y al tanto de los golpes. Solomon luchó siempre y no dejó de vivir. Solomon se enfrentó a la oscuridad de los hombres, y al final, no pudo lograr mucho. No puedes lograr tanto si estás solo. Si el mundo está a gusto con el mal que permite. Ya jamás pudimos saber qué le sucedió a Solomon. No supimos cómo murió, o cuál fue su destino. Sólo permitió saber la historia de la enorme tragedia que le pasó y que le llevó a luchar contra estas desgracias que no cesan en la actualidad, sino que aumentan y evolucionan.
12 años de esclavo es una gran película.
De mis favoritas.
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