EL LOBO DE WALL STREET

Martin Scorsese vuelve junto a Di Caprio (Que quiere ser Robert De Niro) en una producción que nos cuenta la vida de un estafador de la bolsa llamado: Jordan Belfort.

El lobo de Wall Street cuenta con todo el dinero para generar una gran producción. 
Scorsese no se arriesga y hace lo que siempre ha sabido hacer, poner violencia, drogas y groserías en pantalla; pero ahora, me parece, lo hace de manera vulgar. La película es una historia de humor negro que no termina de cuajar al final. Los últimos 30 minutos son una odisea para el director pues ya no sabe cómo dar resolución a una historia que exagera de principio a fin.

Según la dirección de Scorsese, un estafador de bolsa es prácticamente un zar de las drogas: viven igual, caminan igual, hacen lo mismo, toman los mismos excesos, etc. Me parece exagerado que lo haya hecho de esa manera, puede ser cierto, tal vez no, tal vez, lo más seguro es que fue mentira. Por ello, no puedo dejar de expresar mi opinión respecto a la falta que carga Terence Winter en el trabajo de su guión, por una historia demasiado larga, que deja a un lado el drama, se vuelve cómica y poco seria y perdemos más de media hora tratando de resolver el final de la película.

No es la mejor película de Scorsese, incluso veo flojera en su dirección, tal vez por la edad. 

Actuaciones.
Las actuaciones son lo mejor en esta película, con excepción de Di Caprio.
Jonah Hill se lleva la película. Quiero decir que si funciona o se soporta esta producción, es gracias a Jonah Hill que atiende muy bien las directrices de Scorsese, pues hay varias pinceladas que recuerdan los magníficos trabajos de Joe Pesci. Sin embargo, hay momentos en que Jonah Hill nos toma el pelo y ya no se le cree su actuación, menos con los dientes postizos. Pero, bueno, creo que fue el que mejor llevo la película y demuestra capacidad para estar en cualquier producción. No le teme a la cámara, mucho menos al ego de las grandes estrellas. Perfecto, Jonah Hill.

Margot Robbie entrega fuerza y belleza.

Y ahora sí. La mejor actuación por mucho, con una aparición esporádica, es la de Mathew McConaughey. Sin duda, si alguien merece estar nominado o representar a la película con dignidad, es Mathew. Es el único que entendió la premisa, la fuerza, y la brutalidad que debía expresar su personaje.

Y uno de los problemas de la película resulta ser Leonardo Di Caprio. El tipo es demasiado bueno como para ser malo. No le creo a Leonardo Di Caprio cuando aparece en pantalla drogándose junto a Jonah Hill, tampoco sus gritos, sus berrinches. Nos entrega un personaje demasiado irritante, lejos del mundo, no tan cercano como sus otros personajes. El personaje debía estar en manos de otro actor, lo siento por Di Caprio, pero le quedó grande,  muy grande y se esfuerza, él lo sabe porque la produce, pero es un trabajo poco logrado. No merece nada. Scorsese ha puesto toda su sabiduría por dejarlo bien parado, pero la mediocridad esta vez hace tambalear a toda la producción.


En fin amigos, ustedes tienen la última palabra. Vale la pena verla en cine, incluso rentar y comprarla en Bluray o en Netflix, pero tengan en cuenta algunas cosas de las que les he dicho aquí.

Esperemos pronto una mejor película de Scorsese.



exhs

Comentarios

Entradas populares de este blog

The Room Next Door

Nosferatu

A Real Pain