Mitty, el hobbit, adore y mátalos suavemente

Hace mucho tiempo que ya no escribía reviews, mucho menos me grabo porque las responsabilidades opacan las horas del día. La vida es una competencia contra el tiempo. Nos presiona la vida occidental de hacer mucho en poco tiempo. Debemos ser eficientes porque si no, estamos fuera, no servimos, y para los que adoramos ser trascendentales, eso es pecado capital.

En fin. Lamento no haberlos escrito en su momento.

Ben Stiller regresó a la pantalla grande comandando una obra personal: La vida secreta de Walter Mitty. Una película donde Stiller produce, actúa, dirige, escribe. Una película entretenida, con mensaje, comercial, independiente; sin duda, una buena muestra de la combinación de los estilos cinematográficos fusionados en un solo producto.

Creo que la gente prefiere leerme a verme.

La vida secreta de Walter Mitty nos muestra la historia de un hombre que está acostumbrado a soñar despierto. Un hombre con una tremenda imaginación, producto de la vida occidental y de la era en que la estamos donde nos regimos por imágenes e ir al cine es parte de la rutina de los fines de semana y la convivencia entre amigos.  De cualquier manera, Mitty es un hombre que escapa de su realidad a través de la imaginación. Sin embargo, sólo en la realidad existe el amor de su vida, y hay que abandonar un poco los sueños para poder estar con ella. Es una bonita premisa y las actuaciones son buenas. Stiller no arriesga y hace lo que sabe hacer. El director de fotografía es un genio, entrega un producto muy bello en todos los paisajes que nos enseña Stiller con su buen ojo de director en la narrativa de esta historia.

Sean Penn se lleva la película con una poderosa actuación. El personaje de Penn está latente todo el tiempo a pesar de que no lo vemos, causa un misterio todo el tiempo saber cómo es este hombre que se dedica a captar lo maravilloso del mundo; y cuando por fin nos topamos con él en la cima de los Himalayas, resulta algo esplendoroso. La mirada de Penn y su acento explayan una espiritualidad poco vista en cine sobre el personaje de un hombre que está en pleno contacto con la naturaleza y ha podido ver a Dios lejos de la cámara. Ese momento hace que toda la película valga la pena.

Es una buena propuesta y el soundtrack es genial.

La desolación del Smaug

Llega por fin la segunda entrega de la trilogía del Hobbit.

La primera parte fue buena, pero solo eso. No contaba con el poder místico al que estábamos acostumbrados. 

Para buena fortuna de todos. La desolación del smaug es una película  entera que compite por todos los oscares. Tal vez una de las mejores, o la mejor entrega de la saga del señor de los anillos por las siguientes razones:

1)Los efectos visuales son impresionantes: Nadie ha producido un mejor dragón que este. La secuencia del dragón en esta historia del hobbit es, simplemente, hipnótica. Te atrapa, te envuelve, no te deja escapatoria. Estás embobado mirando al dragón platicar y estar filosofando acerca de su poder mortal de destrucción. Es increíble.

2)Cinematografía: Secuencias impresionantes. Nadie puede contar en el cine con producir tremendas secuencias de aventuras como se ha hecho en esta entrega. La parte de los barriles es magistral. Peter Jackson queda declarado como un genio aunque haya entregado su vida a producir y dirigir esta saga de carga mística.

3) Guión: Muchos se han quejado del hecho de que Peter Jackson haya trabajado en hacer de un pequeño libro, una trilogía. Sin embargo, yo quejo encantado, no tanto por la primera, pero esta segunda parte tiene ritmo, secuencia, giros y un desenlace abrumador. Esperar la tercera parte resulta un suplicio.

4)Actuaciones: Siguen siendo impresionantes. La de los enanos, la de Gandalf, la de Legolas. Muy buenas actuaciones.

Me ha gustado el trabajo, y más cuando sale la oscuridad. Gandalf imprime la luz para deshacerse de la oscuridad que amenaza con imperar en el mundo. El dragón es algo que me movió demasiado. Alucinaba mientras hablaba.

La desolación del smaug es una gran película. Puede ser que esta entrega se lleve todas las estatuillas. No hay ningún error.

Cargada de simbolismos, llega "adore" de Anne Fontaine.
En primer lugar hemos de decir que la película está basada en un libro que se titula "the grandmothers" y que la película se titula "adore" y que en español la denominan "la piel del deseo", o sea, un relajo de titulares.
El chiste es vender.

La película es una genialidad. Es increíble. La historia es muy buena, la premisa es ingeniosa y cuenta con un poderoso mensaje a través de un cuento psicótico.
Es un thriller psicológico. Toma elementos de la tragedia griega e imprime cuadros cinematográficos muy bellos.

Habla sobre las emociones, el miedo a la vejez y las trampas que como seres humanos nos ponemos de forma inconsciente para alejarnos de la rectitud. Pero vamos por partes.

Esta es la historia de dos amigas de la infancia que crean un vínculo muy estrecho, muy poderoso que trasciende a la hermandad. Así que, con el paso del tiempo, estas amigas encuentran a sus respectivas parejas, esposos, donde desgraciadamente, uno llega a morir; y aquí comienza la caída libre al vacío de estas dos amigas.

Hemos contado que forjaron un vínculo muy especial, cuya hermandad promueve un equilibrio perfecto entre estas dos amigas que ya no pueden separarse, pues, de lo contrario, entra el caos. De esta manera, la muerte de uno de los cónyuges, genera que una quede viuda y su primogénito huérfano de padre. Este es el desequilibrio que empuja a que cambie la dinámica.

Una mujer cuenta con su familia completa mientras la otra sufre el abandono. Se ha perdido el equilibrio. En esta perdida, el tiempo pasa, y los abandonados (la viuda y el hijo) se aferran de la familia completa, de la amiga y su marido e hijo. Se vuelven parte del otro círculo. Se genera una lucha entre la viuda y el esposo de su amiga. ¿Quién puede más? En este círculo virtuoso en la playa ya no cabe otro. El matrimonio que sobrevive tiene que acabar para que la amiga se reintegre al vínculo especial que ha creado con su amiga, la que ha quedado viuda. Así pues, surge el divorcio. Los hijos crecen y alcanzan la edad maravilloso donde no ocurren desperfectos. Y con los esposos fuera, queda el balance perfecto, el cuadro exacto donde no puede entrar otro ser más.

Los cuatro personajes en esta historia, madres e hijos, entran en un universo donde sólo pueden quedar enmarcados ellos, en su propio universo que han construido para mantener una felicidad alejada de la realidad.

La mujer con la vida perfecta, esposo e hijo, comete prácticamente incesto al dejarse seducir por el hijo de su mejor amiga (la viuda-el personaje de Naomi Watts). Y así, comienza la venganza por parte de su hijo al descubrir esta traición a su padre. Sin más va y se acuesta con la madre de su hermano, su mejor amigo, por venganza, por seducción, con ganas de alterar el mundo. A este no le importa nada más que pagar con la misma moneda a esa traición que ha cometido su amigo, quien fue huérfano desde niño, de nombre Ian.

Las madres se dan cuenta del error que han cometido, y se perdonan y juran no volver a hacerlo. Pero una vez hecho el pecado, el perdón no sirve de nada. Trascendiendo esta frontera de la moral, ¿qué puede frenar la pasión? Nada. Estos personajes se arrojan al éxtasis de lo prohibido. Gozan del placer. Las mujeres viejas resurgen en la pasión de sus hijos jóvenes. Se vuelven novios. Ian amaba verdaderamente a la madre de su amigo Tom. Tom sólo quería vengarse y mitigar su odio teniendo sexo con la madre de su amigo Ian.

El tiempo pasa y los jóvenes van madurando. Las madres tienen miedo de que se aburran de su vejez. Ian sabe perfectamente que el amor de su vida es Roz, la madre de Tom. Sin embargo, Tom no piensa lo mismo y llega a querer a una joven de su misma edad hasta llegar al matrimonio, dejando nuevamente viuda a Lil (el personaje de Watts), y esto es el principio nuevamente del resquebrajamiento del vínculo perfecto de las amigas Roz y Lil cuyas sangres intercambian en el asesinato al pudor.

Tom se casa y el equilibrio de estas nuevas parejas psicóticas se corrompe. El secreto de sus vidas maravillosas termina por morir. Ian jamás perdonara este distanciamiento de su amor-Roz por ser empática con su amiga al quedar sola. Roz siempre sucumbe a la soledad de Lil.

Tom hace su vida. Ian no puede continuar. Ian seduce a una chica muy joven sólo para dar celos a Roz; y cuando se da cuenta que este juego perverso no puede continuar por ser una  mentira para distanciarse de su amor platónico-Roz, Ian decide terminar su relación. Pero ha sido demasiado tarde, porque la novia de Ian ha quedado embarazada.

Pasan los años y los hijos tienen hijas y las madres se vuelven abuelas.
Ian es infeliz. Y Tom parece tranquilo.
Lo que no sabíamos era que Tom traicionó el pacto y que esto, eventualmente, traerá consigo el trágico destino de estos cuatro seres que están predestinados a nunca escapar del vínculo perfecto que crearon las madres en su infancia, y donde nadie más podrá entrar y nadie más podrá desarrollarse en otro lugar que no sea el paraíso de estos amantes desgraciados.

Erótica y perfecta.

Mátalos suvamente.

Matar suavemente puede ser esa frase metafórica para explicar el sistema económico, político y cultural donde estamos inmersos en occidente. Donde países explotan a otros, donde los políticos lucran con la palabra "libertad" para cometer magnicidios.

Brad Pitt produce y actúa esta película inmortal.

Andrew Domink la escribe y la dirige con sutil perfección.

Las actuaciones son desgarradoras, en un sentido perfecto. 

La película comienza y se mantiene con la voz de fondo de Barack Obama y George Bush en época de elecciones, en una época de crisis económica. Sabemos que siempre hemos estado en crisis. Nunca hemos tenido una época de paz y de armonía. Nunca hemos podido presenciar épocas de prosperidad. Nos engañan con plazas comerciales, donde, si el producto está cerca del pobre, entonces hay progreso. Un progreso que se explica como el consumo de productos que pertenecen a una o dos familias. Y creemos ser libres. Creemos que podemos salir al mundo y hacer lo que queramos cuando las fronteras nos frenan y los políticos trabajan para las empresas y no para los pueblos. ¿Cuál es la libertad y cuál es el progreso? La sociedad está en decadencia y eso, aunque lo quieran omitir de su pensamiento, eso es un hecho.

Esta película nos cuenta la historia de un hombre que intenta estafar a la mafia y lo logra. Entonces, se contrata a un  mercenario para encontrar al culpable y hacerlo pagar.

"No te metas con la mafia"

Brad Pitt-Jackie, es un hombre que sabe lo que hace. No es personal, sólo cobra las facturas y hace el trabajo sucio de la gente que le contrata. Así que Pitt se embarca en la búsqueda del culpable para matarlo suavemente, porque así sabe más. Incluso llega a subcontratar a Mickey (James Gandolfini). 

Gandolfini entrega en esta película una actuación inmortal. Fue tal vez, la mejor manera de despedirse del mundo, de su profesión. No había visto una actuación tan poderosas de un  mercenario en la época de decadencia como la que nos dio Gandolfini. Fue maravilloso, un deleite verlo actuar.

Esta película es genial.

Una tremenda crítica al sistema capitalista. A pesar del progreso, perdemos valores. La explotación del hombre por el hombre llega en viciar el juego del dinero hasta perder todo pudor, toda misericordia. Nos estamos convirtiendo en monstruos, todo por respetar el negocio de occidente.

exhs