LA CHICA DEL DRAGÓN TATUADO
Los hombres que no amaban a las mujeres. David Fincher es el encargado de llevar la primera de tres películas ya hechas en Europa pero, como a los gringos no les gusta leer subtítulos, pues había que hacerlas gringas. Y que mejor que con la participación de James Bond, perdón, Daniel Craig en el protagónico junto con Rooney Mara como Lisbeth Salander.
Se trata de David Fincher y de Daniel Craig por lo que la manufactura de la película es impecable, extraordinaria en todo sentido. Sin embargo, el guión es flojo; sé que los thrillers psicológicos son difíciles de llevar a cabo pero creo que en este particular caso, la situación sí se vio envuelta en una falta al entretenimiento, se vuelve demasiado floja y lenta lo que augura varias consideraciones para volverla a ver. Al final ya ni siquiera importa tanto el caso sino la vida de la chica en cuestión, Lisbeth Salander con un pasado omiso que no cuenta el director; un pasado que hizo que Lisbeth tuviera afrentación del mundo hasta que conociera a un personaje peculiar, libre de prejuicios, motivado por el deber, Mikael Blomkvist.
Mikael Blomkvist es quien viene a darle a Lisbeth un aire de esperanzas y el nuevo paradigma de que existe quien sabe y puede amar, que se puede ser amado. Una caricia en la espalda y la deferencia por su persona, es tanto el reconocimiento y valor que le da Mikael a Lisbeth que ésta, al final de los días, cae enamorada, redimida ante el consentimiento de la mirada de Mikael quien da valor a las grandes virtudes que posee Lisbeth y que no todos reconocen.
Eso fue, sin lugar a dudas, lo mejor de la película, la premisa básica de una mujer que busca afecto, reconocimiento, valor por su persona y justicia en un mundo ávido de maldad y locura.
exhs
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