WARRIOR

Por fin vi Warrior y digo "por fin" porque un cuate estuvo insistiendo de manera brutal en que la viera.

Me encontré con un filme que, a diferencia de "Rocky"- superación personal, esta película trata sobre la redención de los miembros de una familia desintegrada por su disfuncionalidad y que por lo cual, los hijos sufrieron una serie de traumas y emociones que no pudieron expresar y que, con el tiempo, se convirtió esa emoción en un resentimiento brutal; un resentimiento que podían canalizar mediante las artes marciales.

Tal parece que Gavin O'Connor está seriamente interesado en la hermandad, recordemos "Cuestión de honor-Pride and Glory". Aquí enfrenta dos hermanos, "separados por el destino, unidos por la competencia"; cada uno con sus demonios, cada uno con su circunstancia pero siempre enlazados por la sangre, por el vínculo espiritual de haber nacido del mismo vientre, de haber crecido en el mismo seno, de haber sufrido y cargado con culpas que no son suyas.

Tanto Joel Edgerton como Tom Hardy, ejecutan su papel de manera magistral pero, el que se lleva la película y demuestra por qué es primer actor es, NICK NOLTE. Nick Nolte ofrece la actuación más importante del filme pues es el gestor y el eje por el cual los hermanos caminan; "Paddy Conlon", el personaje de Nolte, es un tipo de innumerables cargas por los infiernos que ha vivido; una nobleza de Nolte por no saber lidiar con las trampas del destino y por la consistente golpiza que brinda una vida cargada de locuras y situaciones peligrosas que amenazan al bienestar físico y mental. Nolte se regocija en su actuación y emotivamente nos presenta a un Padre que pide el perdón, un padre que espera volver a contar con el amor de sus hijos.

WARRIOR es una película recomendable que invita al espectador a tener muchas reflexiones sobre las cargas, culpas y sufrimiento que muchas veces no dejamos ir. 

EXHS