Pinocchio
Pinocchio
Pinocchio es una historia que trata sobre ser verdad, no falsos, no imaginarios, no fantasías.
¿Cómo ser la verdad?
Dirigida por Guillermo del Toro y Mark Gustafson.
Escrita por Del Toro.
El Pinocchio de Guillermo del Toro está basado en el cuento de Carlo Collodi. En el principio hubo la gran adaptación y versión de Walt Disney, la que marcó un éxito para el porvenir, una obra maestra de los dibujos animados, una artesanía. Marcó mi vida y la de millones. Sin embargo, hace poco Disney quiso traer pinocho al live action con Tom Hanks de protagonista, con efectos visuales de poco alcance y una historia que dirige Robert Zemeckis sin muchas aportaciones para el cine y para honrar la historia. Además Disney hace cambios a la historia, la cambia y no acaba por honrar su propio legado.
Quien hizo una buena adaptación del cuento Italiano, fue Matteo Garrone dirigiendo a Roberto Benigni como Geppetto, apegado a la historia original, que narra la historia de este niño que toma malas decisiones, se deja influenciar por malas personas hasta que aprende a ser bueno, a trabajar, y a honrar a su padre.
A pesar de todo, todas las películas de Pinocho me han gustado, pero indudablemente la de dibujos animados de Disney marcó mi vida.
—Me he cuestionado por qué atrapó tanto mi atención. De niño me advertía la atención cómo Pinocho se vuelva a destrozar y romper cosas y a quemar cosas, a hacer destrozos hasta que repara en su propia advertencia, descubriendo su propia conciencia, no haciendo llamado a otras conciencias para poder saber lo que es bueno y lo que es malo. Esa es la gran disyuntiva de nuestra conciencia, la ética y la estética, la sabiduría que distingue lo bueno de lo malo y lo bello de lo feo.
Al final de cuentas, creo que comprendí bien el mensaje desde antes de la más temprana infancia. ¿Quién se quiere convertir en un burro? Un burro por ser esclavos de los vicios, hacer destrozos, no ser más y querer ser lo que no se es. ¿Quién busca ese camino?
Además de todo, hay un mensaje fundamental en la historia de Disney, el auto concepto.
El auto concepto lo descubrí antes de mi más temprana infancia con esta historia de Pinocho, que debía adoptar un auto concepto, marcado desde la propia divinidad, en ser uno bueno, sincero y generoso, para entonces sí, ser de verdad.
Todos los años de mi vida he estudiado el auto concepto desde mi propia experiencia. Sin saber más del auto concepto, me llamó la atención adoptar ese en mi camino. Quiero ser eso, uno, bueno, sincero y generoso, para poder ser real, para poder ser verdad.
Cuando fui a entrenamientos de empoderamiento, nos hacían exámenes del auto concepto, y adoptaba ese y lo expresaba ante todos mis maestros y mis compañeros. Ahora, después de los años recorridos, del camino espiritual, todo lo que he descubierto es que lo único que cambia, es nuestro auto concepto, a través de las vidas, a través de nuestras vivencias, y experiencias aquí y en las reencarnaciones. Buscamos transformar nuestro auto concepto.
Pero qué gran logro ahora, en estos momentos de mi vida ha traído Guillermo del Toro, con una historia que ha marcado mi vida, y que ahora enriquece más con la propia versión de Guillermo, que trae en esta coyuntura de mi vida, en este momento de la humanidad. Porque a pesar de todo, pareciera que poco hemos aprendido sobre la paz y sobre el amor en la humanidad. Deberíamos estar más tranquilos y calmados, no estresados y preocupados.
Del Toro presenta su versión de forma portentosa, mucho más madura, universal, magnánima, impresionante. Abordando el tema de la muerte, de la vida, del amor, de la justicia, del ser. Un discurso ontológico, como justamente el cuento del muñeco de madera fundamenta. Queremos ser reales, queremos ser de verdad, pero para ser de verdad debemos ser autónomos, libres, decantar nuestra conciencia, albergar nuestra paz, y brindar amor.
Esta búsqueda resulta desafiante cuando los padres sin querer ponen expectativas a los hijos, limitándolos en su libertad y en la búsqueda de su propia identidad.
La paternidad además, en pinocho se explica, que se asume, por eso todos somos adoptados.
Del Toro narra esta historia desde la propia perdida, el apego a un hijo y el sufrimiento que causa ello, al tiempo de anhelar poseer lo mismo; Geppetto agradece porque la vida le da oportunidad de poder amar más.
Vi esta película en idioma inglés, con el espectacular trabajo de Ewan McGregor, David Bradley y Christoph Waltz. Es una genialidad de ensamble de voces en el reparto, consienten el color del mensaje de Guillermo del Toro en la película.
Cada detalle es de sumo cuidado. Una espectacular secuencia en la historia que va narrando la vida de Pinocho. Desde su concepción, fundamento para traer alegría y compañía a Geppetto por su dolor y sufrimiento de haber perdido, tiene la oportunidad de volver a amar a alguien más. Pero es que todos somos una singularidad cósmica.
Eso aprende Geppetto, que todos somos una singularidad cósmica, que se puede amar y que puede amar.
Al tiempo, Pinocho llega a este mundo en una coyuntura de guerra y de violencia, en Italia, en tiempos de fascismo, de Estado. En tiempos donde los políticos, a capricho del poder anulan todo aquello que nos les gusta, y desde el poder violentan, asesinan, matan. Y es muy interesante ver cómo se pone sutil énfasis en hacer ver a la política de Estado como un dogma, de hacer creer por creer en la autoridad del Estado, en acatar órdenes y en combatir y defender las causas de la política del Estado, aunque eso vuelva a ciegos a muchos y aunque eso vuelva y convierta a muchos en títeres del Estado, perdiendo por completo la capacidad de libertad, de pensar por uno mismo, de cuestionarlo todo, de cuestionar nuestro propósito aquí en la tierra. Pues además del Estado, el Clero está más preocupado por su templo que por amar al prójimo, a pesar de las apariencias, lucran con la apariencia, lucran con los símbolos, lucran con las figuras y todos se rinden ante figuras que justifique la iglesia.
Muy poderosa crítica al poder, de parte de Guillermo del Toro.
Poderosa crítica a un sistema que se fundamenta en la violencia, que vuelve violenta a la gente y pervierte las relaciones de poder, de familia, de ser, de poder ser un ser humano y no un títere de intereses creados del Estado.
Y la muerte.
Pinocchio ya ha muerto, puede resucitar, regresar a la vida. Pero, ¿Qué propósito tiene la vida? ¿Qué propósito tiene venir a existir?
Existir es para colaborar.
Desde que el ser humano ha descubierto su capacidad de ser auto reflexivo, saber que sabe que sabe, que puede criticar la realidad y que puede criticar cómo la realidad impacta en él, el ser humano es una conciencia auto reflexiva. Y es auto reflexiva, y trabaja por vivir mejor e incrementar su calidad de vida. Pinocchio tiene un propósito de existir, traer luz, alegría y compañía a un hombre que necesita ayuda para poder recordar que puede amar.
Pino viene a salvar a su padre.
Pino recuerda que amar implica sacrificio, y da su vida por los que más ama; ese fue el mensaje también en la historia original. Porque no hay amor más grande que dar la vida por los nuestros.
¿Por qué decidiríamos venir a vivir?
El lenguaje es colaboración.
Vine, venimos a vivir esta experiencia porque alguien necesita de nosotros, porque si alguien ha pedido nuestra ayuda, ¿nos negaríamos?
Claro que vendría de nuevo para ayudar a los míos.
Este es el sentido más hermoso de la vida y la muerte, el amor.
Una nueva obra maestra de Pinocchio, atenta a nuestros tiempos, atenta a nuestras necesidades, con la misma misión: hacer crecer la conciencia de la especie humana.
Imprescindible.
Gracias.
Erick Xavier Huerta
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