Pieces of a Woman (2020)


 



Pieces of a Woman (2020)


Dirigida por Kornél Mundruczó
Escrita por Kata Wéber

Protagonistas: Vanessa Kirby, Shia LaBeouf, Ellen Burstyn.

Kornél Mundruczó nos presenta una elegante y formidable historia que trata sobre la pérdida; una mujer que construye un vínculo de amor, de intimidad compartida, un vínculo profundo de amor durante la etapa de su embarazo para culminar finalmente en una tormenta de emociones, el instante más bello y alegre puede perderse en ese mismo momento, en esa misma flama que de pronto alumbra tanto a la oscuridad, se fulmina, y se va, sin reparar en cuánto más queríamos admirar ese momento de luz, en cuánto más añorábamos más poder tener la oportunidad de gozar ese instante luminoso que llenaba nuestros ojos, el alma de esperanza e ilusiones. 
Una persona puede pasar de forma desapercibida la etapa de su embarazo, pero otros seres pueden experimentar el momento más crucial, el vínculo más profundo del amor y un parte aguas en su vida. 

El amor es desapego. Tantas expectativas generaron un apego en quienes osaban pretender gozar de ser padres por el resto de sus días. Pero poco puede hacer una ilusión como para poder unir a quienes no han superado su etapa de adolescentes, a quienes no han reparado en ser verdaderos individuos libres. El amor es el privilegio de los seres individuales libres. 



Aquel repentino nacimiento de un ser que murió en los primeros instantes de vida, sólo vino a profundizar más en la crisis de relación, en el vínculo tóxico que había entre estas dos personas que se convertirían en padres. La película de igual forma, de pronto apela al riesgo que implica una nueva tendencia que se registra donde nuevas generaciones ya no quieren acudir a hospitales y en cambio, contratar parteras para tener la mejor experiencia natural y más íntima al calor de la casa; y este es el caso, incluso así comienza la película, con la complicación que habría de presentarse en una serie de circunstancias donde el entorno médico tradicional, en hospital, queda lejos de nuestros personajes.
Infancia es destino. 

Aquella ilusión de ser padres, de ver a su procreación, a su hija nacer, no alcanzó para afianzar aún más la unión de estos seres que ya estaban rotos desde antes, que no han sabido llenar los vacíos, que no han visto el segundo nacimiento de sus propias almas, por eso no saben amar. Incluso, es la perfecta lección de amor para que ellos sepan que no estaban preparados para asumir tal responsabilidad. Si no saben amarse, ¿Cómo podrían amar su procreación? El verdadero amor se conoce en la pérdida. 
La muerte, la pérdida les enseñará el verdadero camino del amor, uno en el que no han venido caminando. Tienen que resolver varios pendientes en sus almas antes de poder querer establecer un vínculo de intimidad compartida con alguien más. Por ello, la distancia se afianzará entre nuestros dos personajes.



Personajes interpretados magistralmente por los dos protagonistas: Shia LaBeouf y Vanessa Kirby. 
Pienso que ambos merecen una nominación al óscar. Y pienso que quien merece el triunfo absoluto del premio óscar es la actriz Ellen Burstyn. Tanto Burstyn como Kirby tienen tremendas posibilidades de llevarse la estatuilla este año por este trabajo poderoso. 

Es el momento de Kirby.

El viaje emocional durante las estaciones del año es un acierto del director Kornél para implicarnos en el proceso narrativo cinematográfico de forma profunda e íntima con nuestro personaje principal: Martha (Vanessa Kirby).
La película, por la profundidad y respeto al significado que interpreta el director, implica el tono tan nostálgico, deprimente y melancólico. Una película que habita las emociones del rencor, el odio, hasta lograr la comprensión profunda del perdón. 
Hermosa película.

Erick Xavier Huerta S. 

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