El baile de los 41


El baile de los 41

David Pablos es un buen director, después de su largometraje «las elegidas (2015)», su carrera ha ido en ascenso. Ahora llega con esta narrativa cinematográfica donde toma el momento histórico de la presidencia de Don Porfirio Díaz enfrentando un escándalo que dañaría la reputación de su familia, el travestismo de su yerno Ignacio de la Torre. 

Dirigida por David Pablos y escrita por Monika Revilla. Narran el escándalo que se perpetuó en México a principios del siglo XX bajo la presidencia de Don Porfirio Díaz, donde su yerno  (esposo de Amada Díaz, Ignacio de la Torre) resultó ser un travesti atrapado en una redada del 18 de noviembre de 1901.

Según la fraternidad de los travestis 41, fue una organización secreta fundada por el emperador Maximiliano de Habsburgo, y que fue un regalo de 18 años para Ignacio de la Torre poder ingresar a esta comunidad.

Poco dicen del linaje aristócrata que poseía Ignacio de la Torre y Mier, que se casó con la hija mayor del Presidente Porfirio Díaz por poder, y no por amor. ¿Qué sucedería en este matrimonio de mentira y de puro interés? David Pablos se dedica justamente a explorar la intimidad de este matrimonio fundado en la mentira y en el interés, sólo por obtener más poder. 
Sin embargo, Amada Díaz sí estaba enamorada de Ignacio de la Torre. David Pablos explora esta intimidad, el conflicto del encuentro, el desamor, la mentira revelada. Ignacio de la Torre es hermético, por obvias razones, aguarda en sí la verdad de sus gustos y preferencias y vive en un conflicto muy profundo entre su ética personal y la moral pública, y además la falta que va cumpliendo día con día al no hacer feliz a la hija del presidente de la república. 

Porfirio Díaz vuelve diputado a su yerno, y comienza a encaminarle a convertirse en gobernador del Estado de México; sin embargo, Pablos retrata en su película el conflicto que va tomando mayor relevancia entre— De la Torre y Porfirio Díaz. Y es que Ignacio de la Torre, al ser de una familia tremendamente aristócrata y poderosa, manejaba empresas de mucha relevancia que incidían en el qué hacer político, por tanto De la Torre iba viendo por sus intereses que al tiempo chocarían con los de Porfirio Díaz. 

Porfirio Díaz al tener cuenta de las maniobras políticas de Ignacio de la Torre, comenzó a supervisarlo más de cerca, y aún más cuando ya le veía posibilidades de colocarse como gobernador. Pero los rumores cada vez se hacían más fuertes sobre su presunta homosexualidad, o fiestas de grupos a los que solía acudir con otros miembros de la alta sociedad. 

El hijo de Don Porfirio, también miembro del ejército, tiene desconfianza de su cuñado "Nachito", y al igual que su padre, comienza a supervisarlo más de cerca. Ignacio de la Torre y Mier, a pesar de su posición como hombre público, no puede frenar sus deseos y ambiciones, gustos y preferencias. No puede detener querer estar frecuentando a estos hombres travestis.

Un hombre travesti, es aquel que se maquilla como una mujer y actúa en un espectáculo; sin embargo, Pablos retrata que en esta fraternidad de travestis también se practica la homosexualidad y las orgías. Entre los miembros de la fraternidad de los 41, no hay reparos en sus relaciones. Pablos retrata que hacen orgías y que sostienen relaciones sexuales con quien gusten dentro de la fraternidad. No tienen relaciones dentro de su fraternidad exclusivas, sino abiertas, de total libertinaje. 

Al tiempo de tener que cumplir con su vida sexual dentro del matrimonio, Ignacio de la Torre tiene que apelar a encontrar formas de excitarse con su mujer, pues no le atrae sexualmente y mucho menos por amor. Tal frialdad, va destruyendo el matrimonio, y Amada Díaz comienza a sospechar, al punto de poder encontrar a uno de los amantes de su esposo, al que se refiere como "Eva". 

"Eva" sería el miembro número 42 de la fraternidad de travestis, un nuevo amante de Ignacio de la Torre.

David Pablos expone que Amada Díaz descubre la mentira de su marido, pero aún con ello, Díaz prefiere guardar las apariencias; pues al parecer también tiene cierta obsesión con Ignacio de la Torre, pues busca tener un hijo de él. Y al mismo tiempo, Don Porfirio Díaz pide más nietos. 

Ignacio de la Torre parece no poder embarazar a su mujer, y con ello aún se van acentuando más los rumores entre la alta sociedad sobre su homosexualismo encubierto en el matrimonio del poder.
Tal es la situación de chisme y morbo en torno a su figura y a su carrera política, que los asesores de Porfirio Díaz van asumiendo la advertencia de que es mejor que decline el señor de la Torre en sus aspiraciones por convertirse en gobernador de la entidad. 

El hijo de Don Porfirio desmantelaría la fraternidad descubriendo sus prácticas de travestismo de varios miembros de la elite mexicana, y por tanto, Don Porfirio ordenaría a su hijo que encubriera el caso de su yerno Ignacio de la Torre para proteger la reputación de la familia presidencial. 

En esta película quedaría sólo de manifiesto la distancia que marcaría el Presidente con su yerno después de este escándalo, sin más. Cosa contraria, al menos, de lo que se presentó en la telenovela que dirigía Jorge Fons «el vuelo del águila», donde sí presentan el reclamo directo que hace el Presidente Díaz a su yerno por sus comportamientos homosexuales y de travesti.

La película posee grandes actuaciones de Alfonso Herrera como Ignacio de la Torre; Emiliano Zurita como Evaristo Rivas, Mabel Cadena interpretando majestuosamente a Amada Díaz, y Fernando Becerril como el gran Don Porfirio Díaz. 

La película además cuenta con una increíble fotografía. 

Pienso que la película es un buen ejercicio cinematográfico e histórico, pero indudablemente podrían haber producido una película sobre la vida de Ignacio de la Torre, pues su linaje aristócrata es importante, pero de igual forma es importante narrar la historia de cómo Emiliano Zapata llegó a trabajar para la familia de Ignacio de la Torre y de Amada Díaz, un momento donde se explica en ciertos pasajes históricos que fue en esa colaboración donde comienza a surgir dentro de Zapata la rabia, la injusticia, el resentimiento por la desigualdad que observaba al colaborar con una de las familias más ricas y poderosas del país. Incluso, parece que Zapata intervendría a petición de Amada Díaz, en liberar a Ignacio de la Torre al ser atrapado en tiempos de la revolución, y que incluso se iría del país de la Torre para fallecer en el extranjero a causa de una hemorroides. 

Pero no, Pablos finaliza su película en el trago amargo de continuar las apariencias y la represión que hace Ignacio de la Torre al reprimir sus gustos y preferencias sexuales. 





Erick Xavier Huerta



 

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