Train to Busan»

Dirigida por Sang-ho Yeon. Escrita por Joo-Suk Park y Sang-ho Yeon.

En tiempos de coronavirus, gran película por ver «Train To Busan», una película de revisión para demostrar cómo hacer cine, y la sinceridad con la que hay que dirigir un producto cinematográfico. Esta es una película donde se muestra la pasión de un director, su maestría por dirigir tremendas secuencias de acción en una narrativa fundamental que nos cuenta el trayecto de personajes que buscan llegar a un destino, a través de un viaje de rutina en el transporte público de su país en Corea del Sur, el tren. 

Nuevamente, este producto y la visión del director nos deja ver la tremenda influencia y control que tiene Estados Unidos de Norteamérica culturalmente, y económicamente, sobre la sociedad de Corea del Sur. 

Una película que nos muestra lo que es hacer un casting fenomenal, de gran altura, excelente. Un planteamiento de personajes exquisito, y un guión espléndido que nos lleva a vivir la experiencia de estos personajes que buscan sobrevivir a su viaje en busca de llegar a su destino, pero sobre todo, de salvar sus vidas. Y es que en «train to Busan» estamos ante la premisa de un brote pandémico que se da en este país de Corea, lo que comienza a generar una terrible crisis social, económica y política. Vamos, primero a través de los ojos de un corredor de bolsa que gana fortunas por esta labor pero que ha terminado por socavar su matrimonio y levantar un gran distanciamiento emocional con su hija. Este es nuestro personaje central, uno que alberga sus emociones y le cuesta mucho abrirse con los que más ama.  Al presentarse esta crisis, nuestro personaje corredor de bolsa, irá conociendo a personas en medio de esta grave crisis que también buscan salvar sus vidas pero que sirven de espejos para su ser para darse cuenta del egoísmo que ha levantado y lo que ha recaído en provocar sus conflictos emocionales en sus vínculos más importantes de amor. 

El director Sang-ho Yeon practica una narrativa cinematográfica admirable. Da su tiempo, impone un ritmo bastante elegante sin apelar a la prisa y al nervio de querer mostrar secuencias de terror y ansiedad para que el público se entretenga. Es un gran ejemplo de maestría en dirección de cine justamente por esto, porque logra de sobremanera plasmar inmediatamente los roles de los personajes principales y secundarios en roles muy bien definidos con un acoplamiento tremendamente perfecto lo que hace que la película cobre una fuerza tremenda en su narrativa y nos llene de interés sin querer detener la película en ningún punto y acaparando nuestra atención de forma sublime sobre la historia que nos van contando. Además una historia que se nos cuenta que de pronto surge en la crisis de un tren, y no tenemos que enterarnos más que de este contexto en el que se encuentran los personajes luchando por salvaguardar sus vidas. Una historia también que aborda el heroísmo, que aborda la redención y la sublimación de cada uno de los personajes que protagonizan la historia.

Y además también nos podría servir como una metáfora de vida esta lucha por la supervivencia, donde todos los personajes centrales se protegen por amor, pero viven además el amor con una lección fundamental: el desapego. Continúan el viaje juntos pero hay circunstancias en que habrán de separarse, por el bien de todos, por el bien de cada uno. Al final cada uno irá encontrando su destino, al tiempo en que unos gozarán más de vida que otros, pero no será por igual. Su encuentro demarcará tremendas experiencias y lecciones. 

El final es sublime.

Grandes actuaciones, gran historia y espléndida dirección.

Imperdible.

Erick Xavier Huerta S.