R O M A




R O M A

Dirigida y escrita por Alfonso Cuarón.

Protagonizada por Yalitza Aparicio, Marina de Tavira.

Un palíndromo viene del griego palin dromein, que significa «volver a ir atrás», una palabra que se lee de igual forma hacia delante que hacia atrás. Puede ser «yo soy», puede ser «abba». Roma, hacia atrás, es amor. 

Escuché «yo fui piloto en mi otra vida», que decía el hijo menor a Cleo.

El viaje de Cuarón al pasado, es amor. 
Este viaje es reencarnación.
Recuerdos de la infancia, en el universo de universos.
Universo de universos es la calle, ahí donde vive una familia, y al mismo tiempo pertenece a una colonia, que a su vez, pertenece a una ciudad, que a su vez, pertenece a un país, que a su vez, pertenece a la humanidad. De ahí estriba la resonancia significativa de lo que dice Cuarón en esta historia, que nos obliga a revisarla más veces por esa profundidad que entraña. Cuarón contempla el pasado, de un país, de la humanidad, a través de una familia, en contexto. Esa época de los 70's que marcó una era de conciencia en la humanidad, entrañablemente en la cultura mexicana. La clase media alta que era arropada por la migración de varios hombres y mujeres de pueblos indígenas que llegaron a la capital en busca de oportunidades, con la misiva, simplemente, tal vez, de aquello único para lo cual estamos aquí: «servir».

En la misma proporción, y con mayor calidad. Cuarón es un experto, maestro en la contemplación y retrato de México. Ahora retrata de forma soberbia, el México de los 70's. Y ya había escuchado también en "Y tú mamá también", el sentimiento particular hacia las mujeres que han servido en asistencia en los hogares de México, de la clase media alta, cuando Tenoch recuerda al pasar por un pueblo a la mujer que le cuidaba de niño y a la que le llamaba mamá, antes que a la propia.
Y es que Cuarón plasma con gran sutileza y elegancia, las formas y tradiciones en el México de los 70's en la cultura popular. El gran momento del paternalismo, de la prominencia del PRI, de la prominencia de la figura paterna, cuando había que tener a la mujer y a la amante, dos familias o más a la vez; y la espera en casa, por la noche, de cuando llegaba el pater-familias en su auto ford, elegante. La fuerza de fuerzas. 
Pudiese parecer un universo aislado de alguna pugna que he visto por ahí en la industria cinematográfica en hollywood, pero me parece acertado explicar que después del gran triunfo de «gravity», Christopher Nolan parece haber entrado en pugna en tratar de realizar un producto superior a ese, con la película «interestellar», pero siempre con la pugna en mente de tratar de hacer acento en el tema del tiempo, como viene haciendo en su filmografía, en grandes producciones cinematográficas. Aquí, con menos recursos, Cuarón da cátedra maestra de lo que es la distensión del tiempo, el tema central de la filmografía de Nolan.

Cuarón, remarcablemente, no tiene que apelar a ningún otro recurso para acentuar la atmósfera poderosa de emociones de la época, más que con silencio y con los ruidos propios que caracterizan y han caracterizado a la ciudad de México. Ruidos que han permeado en la psique, y que por supuesto, inciden en la construcción de las memorias. Son esos sonidos, propios de la atmósfera que envuelven a un ser humano, olores y contextos, lo que Marcel Proust, impecablemente y genialmente narra en la obra maestra: "en busca del tiempo perdido".

Cuarón retrata con toda una gran maestría artística, la distensión del tiempo y el significado del amor.
Ciertamente, hemos venido al mundo con lazos familiares, primeros vínculos de relaciones especiales que tenemos los seres humanos, para después pasar a lazos especiales que se dan, formidablemente y con acento único en la relación de pareja, con los hijos, nuevamente, en los lazos familiares, y por supuesto, en los vínculos de trabajo, laborales y sociales, de amistad. El gran mensaje, la gran pugna del ser humano es trascender esos vínculos especiales. Amar al mundo, amar a la humanidad en la misma intensidad o más de aquella más especial, que usualmente se da cuando encuentra uno a la pareja deseada. Y no significa amar desmedidamente, sexualmente, a todos por igual. El amor es distinto al sexo. El amor es universal. La pareja, por otra parte, se da en resonancia significativa cuando dos seres humanos hallan en su consonancia, la misma coloratura, mismo nivel, resonancia para caminar al futuro, y lo demás, por lo demás, hay respeto y amor por todos y para todos. 

Roma, se narra desde la perspectiva divina, aquello que sostiene todo. El espacio, los silencios, en la separatidad de cada uno, ahí donde reside dios, y se dan los vínculos y se dan las resonancias. Venimos en grupos a la humanidad, a aprender unos de otros, a ser espejos unos de otros, a establecer pautas y crecimiento, de ayuda de unos con otros, en amor.  Esa es la gran imagen épica, que se da desde un hogar, al mundo, a la historia, a todos los tiempos, a la esencia espiritual. Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. 

Fueron momentos difíciles. 
Fueron momentos de aprendizaje enorme, tiempos de crecimiento en conciencia, para amar mejor. 
Una época de tremenda violencia, que resonaba hasta lo más minúsculo. 

Una cosa simple, mantener la atención en el silencio, en la contemplación, es una maravilla, es una oda, es la cosa monumental diría el profesor Zovek, interpretado por «Latin Lover».
Todo resuena.
Todo está implicado.
En todo, está dios. 
Todo es roma, todo es amor. 

Se narra desde la perspectiva divina, pero también desde la perspectiva del personaje central, principal que encarna Yalitza Aparicio. Cleo.
Cleo, vive en vocación de servicio. La distensión del tiempo ocurre en limpiar una simple cochera; pareciera eterno, parece breve los momentos de enojo, de rabia, de irritación; parecen eternos los momentos del silencio. Parece que no pasa nada, y está pasando todo: protesta, asesinatos, tristeza, amor, violencia, reconciliación, separación, muerte y nacimiento.

Pero está pasando todo, porque todo va caminando, desde distintos espacios, desde distintos niveles, todos van escalando, poco a poco; todos van ascendiendo en diferentes tiempos, momentos, espacios, ubicados en distintos niveles, ascendiendo al amor.

Cleo vive en equilibrio, en armonía; sin embargo, somatiza noblemente la violencia que ocurre a su alrededor, y continúa su camino con humildad y respeto hacia todos y hacia todo. 
Cleo vive en vocación de servicio. Desde su perspectiva, un ser humano, puede ser bello; ella lo admira, para ella un ser es perfecto. Ella se enamora. Aquel amor que siente por alguien, aquel amor que luego siente en vientre. Aquellas relaciones de amor especiales para ella, van trascendiendo cuando ama a los demás en la misma proporción, en la misma intensidad que ha profesado a ciertos seres humanos, a su pareja, a su hijo potencial.
Es que el amor da proporción y sentido a todos nuestros actos.


Cleo trabaja más cerca del cielo, cuando tiene que lavar, también ahí, donde está su cuarto de descanso. 

Al final, Cleo sube, asciende a trabajar, y cuando termine, volverá a descender, a atender, a servir, a amar.

Gran película, gran experiencia.

Erick Xavier Huerta













"El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo: estira los minutos y los alarga como siglos"



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