María Magdalena
María Magdalena
Juró estar siempre al lado de Jesús. Le acompañó siempre. Era la mujer más cercana a Jesús. Mujer entre hombres. A María, Jesús se le presentó primero después de resucitar, y a María dijo lo que debía hacer y qué comunicar a sus demás apóstoles.
De manera que María Magdalena es un ser místico.
Por mucho tiempo se dijo que María era una prostituta. ¿Por qué juzgaron a María de tal manera? ¿Por qué siguió a Jesús?
Jesús amaba a María, pero no sabemos con certeza si esa relación, también era sexual.
La única mujer, entre los hombres que acompañaban a Jesús, siempre a su lado, incluso, la única, junto a su madre, que estuvo presente cuando murió, y fue la primera que vio a Jesús cuando este resucitó.
Jesús, es el hombre que marcó a la humanidad.
Jesús nunca escribió nada, salvo aquel pez, en la arena, cuando dijo "que lance la primera piedra aquel que esté libre de pecado".
Sin duda, María sería juzgada por muchas cosas. Habría de ser juzgada por amar a Jesús, que no era muy querido por muchos, tanto que le crucificaron y le mataron.
Habría de ser juzgada también, entre chismes, por andar con Jesús y sus hombres, acusada entonces, de ser una arpía trepadora, prostituta, entre varios. Y siempre defendiendo a Jesús.
María fue testigo de Jesús.
No hay nada que pruebe que María era una prostituta que después siguió a Jesús.
María era mujer que siempre estuvo al lado de Jesús. Pero tenemos el misterio sobre si ella era su pareja sentimental.
Entre tantas Marías, dicen que confunden a la pecadora María de Betania con María Magdalena.
María de Magdala es aquella a la que amaba Jesús, la que se convirtió en su discípulo, la primera que recibió órdenes de él para dar la buena noticia de que él había vuelto de la muerte.
Dicen que el PAPA Gregorio el Grande, cometió el error conceptual de nombrar a María Magdalena como prostituta, error que aún sigue en nuestros días, y que por ello, se produjo esta película, obviamente tomando varias medidas preventivas para encuadrar esto dentro de las normas sociales sin atreverse a crear ninguna controversia.
Dirigida por Garth Davis, director también de la reciente película nominada a premios óscar, "Lion", hubiésemos esperado algo más espectacular, y más tratándose del protagonismo de dos grandes estrellas, como son Joaquin Phoenix y Rooney Mara. Pero no, la película no acaba por ser una experiencia cinematográfica ni hecha realmente para cine, sino para televisión.
Es una película que parece haber sido destinada para video-home, o para televisión más allá que para una promoción comercial en cine. Sin embargo, acaba siendo un híbrido, una intención para ambos canales de distribución. Y funciona.
No está mal. Y les diré algunas cosas del por qué.
Primero, cuenta con una buena producción, buen vestuario, buena música, soundtrack y hay muchas buenas y bellas fotografías. Y, además, Joaquin Phoenix y Rooney Mara sí aprovechan a cabalidad la oportunidad de poder interpretar a estos personajes místicos y tan relevantes para la cultura popular e histórica del mundo.
Son historia.
Hay tres grandes momentos en esta película que quiero mencionar para que cuando la aprecien, valoren lo que les digo.
Primero, cuando Jesús se encuentra curando y sanando a enfermos.
En los testamentos de los apóstoles, siempre narran la forma en que Jesús pasaba varios momentos sanando y sanando gente. En aquel tiempo se vivían tiempos de sedición (levantamiento de un grupo de personas contra el gobierno con el fin de derrocarlo). En aquel tiempo no había paz. Había sufrimiento y opresión. Eran tiempos mayores.
En los testamentos de los apóstoles, siempre narran la forma en que Jesús pasaba varios momentos sanando y sanando gente. En aquel tiempo se vivían tiempos de sedición (levantamiento de un grupo de personas contra el gobierno con el fin de derrocarlo). En aquel tiempo no había paz. Había sufrimiento y opresión. Eran tiempos mayores.
En esos momentos apareció Jesús.
Jesús sanaba, a muchos hombres y mujeres y siempre les decía: Vete, y no se lo digas a nadie. Sin embargo, lo decían a más y a más personas. Y Jesús se hacía famoso. Las personas se aconglomeraban visitándolo para que les sanara, para que les hablara sobre el reino de los cielos.
Jesús siempre se responsabilizó por decir y comunicar con fuerza que nuestro espíritu es lo más importante de todo.
La irritabilidad, el acaparamiento por tener a Jesús cerca, provocaba que el grupo de personas tuvieran conflictos, arrebatingas, desorden, y en medio Jesús en calma y paz, vibrando en amor.
Sus apóstoles le ayudaban a ordenar a la gente, y cuando había algún percance, de comida, o sed o desorden, Jesús provocaba milagros.
Esta escena, donde Jesús sana, es realmente espectacular. Joaquin Phoenix lo logra.
La segunda escena, es cuando Jesús entra al templo en Pascua y rompe en furia cuando mira cómo lucran con la carne del cordero, y la vendimia, la carne y la sangre son los elementos de festejo y probidad para el pueblo. Jesús se enoja, y rompe en furia, alegando que el reino de los cielos no se puede comprar ni vender.
Esta segunda escena, también es realmente espectacular. Es la mejor escena de indignación de Jesús representada en cine.
La tercer escena es cuando muere Jesús.
María Magdalena juró siempre estar al lado de Jesús y así lo hizo. Presenció su muerte, y fue primer testigo de su resurrección.
En esta película no se atreven del todo a mostrar si estaban Jesús y María más allá de una relación de amor fraterno, o de amor erótico. Sin embargo, sí hay alusiones a que el desprestigio de María proviene también de aquella decisión tan libre de unirse a Jesús en contra de matrimonios previamente arreglados; y por supuesto, de defender la ideología de Jesús, la libertad, dar discurso de paz y homologar derechos a mujeres en aquella época tan difícil. También muestran cierto amor erótico. En sí, muestran que la relación de Jesús y María, es de amor sincero.
A María le gusta estar con Jesús, cerca de él, mirarlo, observarlo, escucharlo, ayudarlo. Ella lo ama. Ella le lava los pies.
Jesús la ama.
Jesús admira su temple, su corazón, su generosidad, su orgullo y su valor.
Ellos se aman.
Al final Jesús la mira, la mira con amor, antes de morir.
Jesús fue un revolucionario.
Se rebeló contra doctrinas.
Estudió el antiguo testamento.
Estudió aquellas misivas de Abraham, y Moisés.
Fue querido y arropado por otro místico, Juan el Bautista.
Jesús apareció en tiempos de corrupción, violencia y sedición.
En aquella época, el misticismo y la espiritualidad, eran valoradas de forma más poderosa.
Había un conocimiento milenario.
Jesús tuvo acceso a ese conocimiento.
Por eso Jesús se atrevió con toda la fuerza y la libertad a encontrar la verdadera esencia de su ser.
Supo quién era y qué quería.
Supo que no debía tener noción de su ser bajo ningún concepto racial, sexual, monetario, social.
Su ser es, y nada más.
Siempre se concibió como el principio y el fin.
Siempre se concibió como el todo.
Cuando preguntaban a Jesús quién era, siempre respondía como dios respondía a Abraham o a Moisés, "Yo soy".
Jesús sabía que era, más, todo, y no era su nombre, ni su dinero, ni su posición social, ni tampoco era los juicios de los demás.
Jesús sabía que era, más, todo, y no era su nombre, ni su dinero, ni su posición social, ni tampoco era los juicios de los demás.
Por eso supo vencer al mundo.
Jesús no era su dolor, ni el castigo que los demás imponían sobre su físico. Jesús era más que su cuerpo, por eso continuamente mencionaba que no sólo de pan vive el hombre,
Por eso se concebía como el hijo de dios.
A través de sus pronunciamientos, evocaba la libertad, el poder y la verdad.
"Yo soy la luz, el camino, y la verdad".
Concebirse como hijo de dios, cambia todos los paradigmas, tu relación con todo. Incide ese concepto en todas tus esferas de acción, en tu principio de realidad.
Jesús lo sabía.
No escribió nunca nada, porque se concebía como el principio y el fin. No se preocupó por nada, porque él era todo.
Sin temor alguno a perder su conocimiento o difundir demás su doctrina, se fue.
Porque sabía que volvería.
Nunca moriremos.
Resucitamos siempre.
Vean la película.
Es una película contemplativa, en donde el subtexto y la contextualización del conocimiento alrededor de ella, hace siempre más enriquecedora su lectura y su apreciación.
Erick Xavier Huerta.
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