Bridge of Spies

Me pareció una película genial, agradable, increíble.

Me parece una película estupenda de Steven Spielberg, que maneja un humor muy elegante. Spielberg demuestra su maestría en dirección y montajes de películas. Con una fotografía y una producción impecable en todos sus rubros, Spielberg imprime en cada cuadro, con Tom Hanks al frente, una película  con una puesta en escena excepcional. 

Creo que ya había pasado mucho tiempo desde que había dejado de ver al gran Tom Hanks, divertido, ameno, imparable, dinámico y extasiado en diversión por hacer lo que le gusta. Me parece una gran actuación de Tom Hanks, digna de una nominación del óscar. 

Es una película muy ingeniosa y muy oportuna para los tiempos que vivimos. 

Es una película además políticamente correcta, elegante y respetuosa de las naciones, de las sociedades que han ostentado distintas visiones del mundo. Y por eso me ha gustado más, porque enaltece la labor política, el diálogo como instrumento político que puede generar grandes cambios en la humanidad.

El instrumento político puede salvar vidas, puede mejorar las condiciones de la vida, puede apostar por la justicia y la verdad. El instrumento político nos puede llevar a tener la verdad. Y creo que uno de los grandes aciertos y eso que está detrás de la grandeza de este filme, es la mente ingeniosa y maravillosa de los hermanos Coen. Sin duda, los genios Coen merecen otra nominación al óscar, incluso tal vez merecen ganarla. Pero aún es temprano para pronosticarlo. 

Me parece una película motivadora, entretenida y optimista. Spielberg no puede dejar ese romanticismo característico en la forma de su narración, encuadre y puesta en escena. Es un romántico por naturaleza y lo saborea más con la edad, con la paciencia también que caracteriza al gran Spielberg. Y es una mancuerna estrecha e ingeniosa, como antes ya habíamos dejado de ver entre Hanks y el maestro Spielberg.

Quiero anotar también el histrionismo de Jesse Plemons. El tipo hace poco pero demuestra mucho. El tipo es polifacético. Puede interpretar a un loco o a un genio con el simple tono de sus ojos. Viste mucho las películas, y no en balde el tipo sale demasiado en todas las producciones; y aquí es una pieza medular, un vínculo especial que realza la puesta en escena. 

Antes de entrar a ver el filme me habían robado mis cámaras, mis doscumentos, mi visa y mi pasaporte. Estaba deprimido y esta película me hizo sentir mejor.

IMPRESCINDIBLE.

ERICK XAVIER HUERTA