G R A V I T Y

NO

TE

SUELTES.

Dirigida por Alfonso Cuarón.

Escrita por Jonás Cuarón y su Padre.

Un trabajo entre Padre e Hijo, y eso ya es bastante valioso. Un trabajo en familia. 

"Gravity" es una película de ciencia ficción, con encuadres y planos secuencias memorables. Un trabajo muy destacado donde se usan recursos de los videojuegos para poner en primera persona al espectador y adentrarlo al mundo, es decir, es una película interactiva lo que hace que su experiencia sea inolvidable. 

La película comienza retratando el planeta tierra-grande y vasto-enorme para nosotros, que somos tan minúsculos y, al parecer, nada trascendentes ni necesarios para el inmenso universo. 

Ahí en el espacio no existe Dios, sólo el caos y nada puede protegernos. A la deriva estaríamos, como los personajes de Clooney y Bullock,  con reservas de aire y con el tiempo limitado para cumplir ciertos propósitos-que tienen que ver con la tecnología.

Hay errores, ciertamente, en algunas secuencias donde parece imposible hacer lo que el protagonista, pero no importa porque es ciencia ficción. También hay algunas situaciones, que, lejos de ser un experto, resultan al sentido común, irracionales. Pero lo importante es el mensaje con el que nos quedamos al final, que construimos durante toda la narración de Cuarón.

Visualmente es un deleite.

Esta experiencia tan poderosa, más allá de contar una historia o enseñar efectos especiales, el propósito es uno: Dios. La gran pregunta invade a los científicos, y en medio de la nada, estos astronautas tienen que recurrir a esa especulación, Fe y superstición, en medio de la crisis, aún cuando todo les indica que no hay salida, que somos tan minúsculos e innecesarios. A pesar de todo eso, uno quiere vivir, el personaje de Sandra bullock quiere vivir. La película es un homenaje a la vida. Cuarón empieza por mostrar la insignificancia del hombre en el universo, lo minúsculo que es y tal vez hasta lo innecesario, como he dicho; hasta ir paso a paso adentrándonos en el alma, y finalmente, mostrar la grandeza del hombre en la tierra, su poder, su grandeza en el ámbito natural.

La gran pregunta sobre Dios está en toda la película. La necesidad de ser supersticiosos y la misiva de vivir con un destino está latente en los 90 minutos de adrenalina en que un astronauta se ve en medio del caos (magistralmente fotografiado por Emmanuel Lubezki)

Le deben un Oscar desde hace mucho a Emmanuel Lubezki. Es el mejor director de fotografía que hay en la industria, y no lo pueden superar. Iluminó bellamente un caos en un contexto peculiar. Las luces durante toda la película son la esencia y la fuerza con que Cuarón narra una historia sobre la grandeza del ser humano.

La película da un mensaje claro:

"En el vacío más inmenso;

en la profundidad más honda de la nada. Ahí donde se pierde todo y no hay razones, ahí está,

ahí se encuentra Dios."

exhs