ESPACIO INTERIOR
Dirigida por Kai Parlange Tessmann y escrita por: Pierre Favreau Alcázar con supervisión de Vicente Leñero.
Esta es una película muy sencilla, de bajo presupuesto y con fuertes mensajes.
Tiene errores técnicos pero se esfuerzan en entregar una película decente. Y cabe destacar que toda, toda la película la carga Kuno Becker, algo que estriba en asumir un reto grande, desde el punto de vista actoral. Kuno Becker se desmarca de su imagen fresa y sus personajes habituales de chico junior; es decir, Kuno Becker nos explica que sí quiere ser un verdadero actor y está dispuesto a hacer lo que sea necesario. No cualquiera asume este rol con tantas desventajas en producción. Y quiero decirles que pese a cualquier tipo de error técnico, la película retrata bien a bien las desgracias y terrores que significan un secuestro: los involucrados, el infierno, la perdida de la inocencia, la desgracia de perder la noción del tiempo y no poder respirar.
La película es para estómagos fuertes. La película es un trabajo que, a pesar de retratar un infierno, dista mucho de la realidad. Aquí sí supera la realidad a la ficción.
Y hay que ver y analizar muy bien, 9 meses sin luz, sin aire, sin Fe. Un caso de la vida real.
Es una tragedia tener que saber que existen personas dispuestas a privar de la libertad a otras personas por un trabajo que ha permitido construir un patrimonio por toda una vida, o por generaciones, y que eso sea la causa principal de un daño al tejido social, rencor y de secuestros, robos, etc. Por una falta de conexión con la realidad. Los seres humanos pierden contacto con la realidad después del dolor, y creo que por ello se avientan a continuar ejerciendo ideas y acciones que promuevan y abanderen la desgracia y el dolor.
Espacio interior nos invita a dejar de quejarnos, y asumir que en la mente está toda la fuerza que necesitamos. Yo temo vivir una cosa así, y no creo soportarlo, me daría asfixia; y justamente eso vivió aquel tipo cuando lo encierran y lo privan de su libertad; se quiere dejar morir, y deja de comer y de asistirse, hasta que se da cuenta que puede haber una alternativa. Tal vez Dios se apareció por allí, en ese terrible infierno en que fue golpeado y maltratado psicológicamente.
Cabe mencionar las secuencias de tensión, estamos siempre nerviosos y desesperados. El director logra adentrarnos a la dimensión del secuestro, y estamos secuestrados junto a Kuno becker, su personaje y la familia de este individuo que tuvo que vivir tales atrocidades.
Es una desgracia, de verdad, saber que existe y recordar este tipo de actos que suceden en nuestro país desde hace décadas, y que no logran detenerse.
Es una desgracia y eso nos quita las ganas de seguir creyendo en Dios.
Creo que en ese caso, todos hubiésemos actuado igual. Hubiésemos rezado las oraciones que nos sabemos por default, y hubiésemos tenido que creer de nuevo en Dios, porque si no, nos quedaríamos sin nada. Tenemos la necesidad de creer en algo divino para salvarnos de la realidad. Y el uso de la imaginación, importante para idear escaparates, nuevas ideas.
La película nos enseña que tenemos la necesidad de fortalecer al cuerpo y a la mente, todos los días, de creer en Dios y de construir una rutina que nos salve, que nos haga productivos.
Es una película poderosa.
Y la fui a ver porque la cineteca nacional la escogió para formar parte de su cartelera, y sabemos que la cineteca nacional se esfuerza en mostrar un cine de calidad, con verdaderos mensajes.
La recomiendo.
exhs
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