Napoleón

Buenas actuaciones de Joaquin Phoenix y Vanessa Kirby.

Ridley Scott nos presenta esta historia de Napoleón, pero en la tradición de hallmark. Aunque hay una fotografía tremendamente espectacular y un montaje soberbio para adecuar el ambiente en el que se movió este conquistador. 

Esta historia aborda todas las peripecias políticas que tuvo que enfrentar Napoleón, para controlar la opinión pública, y para salir adelante ante los enfrentamientos que le plantearon sus peores adversarios. 

La película aborda también los tremendos problemas que enfrentaba Napoleón en su vida sexual, sobre todo con Josefina, a la que amaba, pero que parece no poder establecer una conexión íntima. 

Josefina parece que habría estado viviendo una tremenda ansiedad, producto de un matrimonio que parece que acata por miedo a quedar sola y desamparada, más que por amor. Y Napoleón, admirado y enamorado de Josefina, parece no poder lograr que correspondan a sus emociones y sentimientos. Una tragedia de la comunicación. Sin embargo, siempre en los pensamientos de Napoleón, estaba Josefina. ¿Habría conquistado todo por buscar sorprenderla y convertirse en algo qué ella pudiese admirar?

Scott nos presenta todos estos conflictos internos que tiene Napoleón, de una forma sutil y elegante. Pues también, Napoleón ganó adeptos como un gran líder militar, a pesar de todo, confrontaba todo por estar al lado de los suyos. Pero fue una vida de guerra y de violencia y de traiciones políticas, y eso evidentemente impactaba en la vida interior de Napoleón, que se veía traducido en los vínculos emocionales que más le importaban: Josefina. 

A diferencia de otras películas de Scott, que buscan inspirar, esta solo busca contemplar el modo de vida, las acciones que hizo un tipo que se buscó auto nombrar emperador y buscaba conquistarlo todo, por la fuerza.

Erick Xavier Huerta S.