VICE
Hablemos de VICE.
Dirigida y escrita por Adam McKay.
Protagonizada por Christian Bale, Amy Adams, Steve Carell, Sam Rockwell.
Se trata de la biopic de Dick Cheney, el 46o. Vicepresidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Fue uno de los políticos menos favorecidos en la historia con una aprobación al final de su gobierno de tan sólo 13%.
Acusado de tener más poder que George W. Bush y de haber interceptado varias decisiones cruciales para el país. Cheney carga con la responsabilidad, mayormente, de haber iniciado la guerra e invasión en medio oriente, en Irak y en Afghanistán. Y en vez de haber propiciado paz, la violencia se agudizó y grupos violentos en Irak se fortalecieron. Creció todo un imperio de violencia en esa región, creció y creció y emergieron grupos radicales como ISIS. Nunca pudieron atrapar a Osama Bin Laden, y consiguieron pretextos para incursionar en esa región, invadiendo. Ahora, la cuestión es que Cheney era director de una importante petrolera, que al final, salió beneficiada por esa invasión. Y mataron a Saddam, como matan a muchos porque simplemente, no lo querían.
Dick Cheney sabía todo lo que hay que saber de la casa blanca. Fue incluso secretario de defensa. Un hombre con poder, un hombre que debió incluso ser candidato a presidente de la república, y que incluso pudo haber ganado. Sin embargo, es interesante la gran premisa que infunde en su narrativa McKay, porque matiza al personaje, que cuenta con un gran amor hacia su pareja y hacia su familia. Siempre ponderando, por encima de todo a su familia, Cheney logra escalar en los peldaños de poder y da un paso atrás cuando puede conseguir la presidencia del país más poderoso del mundo. Vive más a gusto ya en un tiempo siendo director de una importante petrolera con ingresos millonarios. Pero una cosa es el dinero y otra el poder. El poder vuelve a buscarlo y Cheney tiene que premeditarlo muy bien.
Ahora, la historia enfatiza mucho lo que es una relación de amor de pareja. Para Cheney es fundamental su mujer. En su historia, nunca hubiese concebido tal realización de escala como personaje de la vida política pública de los Estados Unidos de Norteamérica sino hubiese sido por su esposa, Lynne Cheney, interpretada magistralmente por Amy Adams.
Amy Adams hace un trabajo impecable y sobresaliente como la esposa de Cheney. De igual forma el compromiso y labor actoral de Christian Bale es admirable.
El tono de comedia, drama y ritmo de McKay son fundamentales. Sin embargo, puede ser que en un momento McKay no sabe cómo resolver un final, concluyendo ya, simplemente con una opinión que justifica acciones de parte de Cheney.
Es un gran trabajo periodístico y crítico, donde recopila y fundamenta y explora y proyecta el pensamiento, vida y obra de Dick Cheney en el universo de la política pública de los Estados Unidos de Norteamérica, y la hipocresía de su política, y la perversión de su política y la capacidad de su política al punto de atentar contra el bienestar de naciones por decisiones mezquinas y poco empáticas y considerables de parte de sus dirigentes.
Gracias al amor de Lynne, un joven alcohólico recompondría el curso de su destino. Y por amor se encumbraría en poder. Y tal vez, también por ver vulnerable ese amor y en peligro por los seres que más ama, habría de cometer el tomar decisiones peligrosas, pero tal vez nunca en afán de dañar sino de protegerse. Eso lo resuelve bien McKay.
Es una gran película.
La disfruté mucho. Me hizo reír. Admiré las actuaciones.
Me gustó.
Erick Xavier Huerta
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