GREEN BOOK


Dirigida por Peter Farrelly
Escrita por Nick Vallelonga, Brian Hayes
Protagonizada por Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Linda Cardellini.

Se trata de la primer película dramática de Peter Farelly. Muy aclamada y totalmente reconocida e impulsada por el propio Steven Spielberg.
Farelly ha hecho películas de comedia que son parte de mi acervo favorito para reír, como "The Heartbreak Kid", "Me, myself and Irene", "Stuck On You", "Dumb and Dumber", "Dumb and Dumber to" y "hallpass".
Todas esas películas me gustan.
Aquí, Farelly debuta con su primer película dramática, aunque mete humor, pero uno fino y no tonto como acostumbra en sus películas con Carrey y Owen Wilson y Ben Stiller. La película es realmente un deleite en su música, y realizada de forma muy académica, con un guión impecable, sencillo, claro, sin complicaciones. Es elegante la película por su sencillez, y se nota que esa consigna manejó Farelly, porque lo que le importa plasmar en su cinematografía es justamente los pequeños detalles que engrandecen la vida, por las cuales viene el alma a experimentar en tierra. Somos espíritus viviendo la experiencia humana. El amor, la amistad, la lealtad, el honor, son valores universales que Farelly presenta en esta historia en un momento clave en los Estados Unidos de Norteamérica, que además es condición que busca la Academia para generar sus premiaciones, decir ¿Qué tanto aporta a la historia de nuestro país este producto cinematográfico?—La historia es tremendamente importante para los Estados Unidos de Norteamérica, por lo que puede representar ese producto en la cultura norteamericana, resonando con lo que ha pasado, con lo que ha sucedido, y y con lo que se pretende que pase pero para beneficio de la construcción de la sociedad que quieren los norte—americanos. Eso pasa con esta película. No podemos olvidar que estamos ante la coyuntura del clasismo y racismo, visto y representado en las películas nominadas por la academia, que siempre cuentan con una postura política. Hacer valer los derechos aún de las minorías es algo por lo que está pugnando hollywood, por eso llevan la contra a las políticas implementadas e impulsadas por Donald Trump por construir un muro que no abona a la integración de América del norte, además de obligar a México a seguir siendo su patio trasero, resguardo y albergue para todos los migrantes centroamericanos que buscan llegar ahí. De ahí, entonces, que la película de Alfonso Cuarón haya sido tan aplaudida, representada e impulsada por los óscares, no sólo por esa temática, por la variable de la habilidad que demuestra Cuarón como director para representar tantos detalles en una película, obviamente albergando todas las variables que convergen de por medio para construir el producto cinematográfico. No. Resulta imprescindible comprender que la película de Cuarón además era protagonizada por una mujer que interpreta y representa al indigenismo en México, que además es parte de la cultura india de América, que también tiene un enorme trecho de importancia en la cultura norteamericana. No sólo la parte indígena, sino la mexicana, marginada, echa a menos por el clasismo que se ha levantado en Estados Unidos de Norteamérica, más con el supremacismo blanco que se presume en la comandancia de la casa blanca.

De tal forma que quien se lleva la estatuilla a mejor película, representando y encabezando los intereses de Hollywood, en el mundo político, es Green Book por parte de ser síntesis de todos los mensajes de las películas y trabajos cinematográficos nominados.

Para Estados Unidos de Norteamérica es profundamente importante reiterar, a partir de su misión de cultura de masas promovida por la media del mainstream, apelar a la historia, representada en cinematografía para seguir cultivando la masa crítica, que además pugna por una democracia con mayores contrapesos y alertas en la ciudadanía, en un debate focalizado prácticamente, de igual forma entre demócratas y republicanos, globalistas y nacionalistas, de izquierda y derecha. Según sea el caso.


Tanto así que nominaron ˜Black Panther» que más allá de seguir la casta de los vengadores de marvel, era la pugna por representar la cultura afroamericana que tanto le ha dado a los norteamericanos, y que además cuenta con un valor histórico importantísimo. Así, también, la pugna y lucha por los derechos civiles. En fin, aquí Farelly se adentra a mostrar sus dotes de conocimiento de la gran película considerada siempre y cuando cumpla con los lineamientos que dicta la buena película en su corte más tradicional y académico. Y realmente, lo hace fascinante. Basta mencionar algunos casos de figuras emblemáticas de la música norteamericana que tuvieron que soportar crímenes, atentados contra su dignidad, contra su derecho como persona de transitar libremente y de mostrar sus talentos en una sociedad profundamente egoísta y llena de prejuicios que castiga a diestra y siniestra siempre y cuando el hombre blanco busque ceder un poco el paso en su terreno. Y eso sigue pasando aún en nuestros días. Es el mensaje.

Su dirección es espectacular.
Y caben dos astros. Viggo Mortensen da una cátedra de lo que es actuar. De forma soberbia Mortensen se lleva la película, y evidentemente a la altura está su coestrella, quién sí se llevó la estatuilla, Mahershala Ali.

Una película entretenida, con gran corazón.

Erick Xavier Huerta


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