DESOBEDIENCIA

Disobedience

Desobediencia.

No vi la película «Una mujer fantástica» por la cual el director Sebastian Lelio ya había sido reconocido y galardonado con el premio Oscar. Pero, indudablemente es un gran director. Aquí demuestra verdaderamente una gran maestría en dirección de cine. 

«Desobediencia» es una película escrita y dirigida por Sebastián Lelio. 

Una mujer regresa a su comunidad ortodoxa judía, y se desprende una antigua atracción por una antigua amiga de la infancia y de la juventud. Esta pasión pondrá a prueba un nuevo nivel de experiencia ahondando en la fe, y en la sexualidad de los personajes. 

Las actuaciones en esta película son verdaderamente portentosas y trascendentes. Me parece una actuación muy poderosa la que brinda Rachel McAdams. Rachel Weisz está impresionante. De igual forma, Alessandro Nivola brinda un poderoso ejercicio como actor. De verdad, de resaltar el trabajo actoral en esta película. Hay escenas dirigidas por Sebastian Lelio que aportan memorables secuencias y oda al erotismo y a la sexualidad. 

Rachel Weisz es Ronit Krushka, una mujer que ahora vive en Nueva York, pero su padre es un afamado rabino judío ortodoxo, de impecable reputación en su comunidad y ha muerto. 

La película comienza con la muerte del rabino, padre de Ronit.

El guión apela a desmitificar interpretaciones y cultura de la propia religión bajo los propios argumentos y dictámenes de la sagrada palabra. Es el individuo quien osa de tener libre albedrío, y de disponer de su capacidad de rebelión para poder ir en busca de su camino y de sus decisiones libremente y así decantar su conciencia. 

Ronit Kruska se entera de la muerte de su padre. A su regreso es tratada con distancia, no muy acogida por la comunidad judía ortodoxa, hay un sentimiento de rechazo y de castigo a esta mujer porque convino en sus últimos años a tener una relación distante con su padre. Incluso, hablaríamos que la comunidad desconoce a Ronit como hija del rabino. Pero es que su padre así vino a convenir su relación con su hija porque, al parecer, porque no ha tomado el camino que honrara a sus apellidos y a la palabra sagrada hebrea.

Ronit Krushka es recibida por Dovid Kuperman (Alessandro Nivola), un amigo de la infancia, pero gran hijo amado del padre de Ronit; es el hijo espiritual, el hombre que encarna el legado del padre de Ronit. 

Dovid ha seguido al pie de la letra la palabra sagrada, hebrea, y se ha entregado de lleno a la labor y al servicio de la comunidad judía, siendo de los principales artífices en promulgar y seguir la labor religiosa del gran Rabino. 

Al tanto de ello, a la muerte del padre de Ronit, quien es el hombre espiritual quien debe seguir, por natura, este legado, es Dovid. 

Dovid se ha casado.

Ronit festeja que se haya casado Dovid, pero no sabe con quién es. De pronto, descubre que la mujer que ahora es esposa de Dovid, es una mujer llamada Esti. 

Esti (Rachel McAdams) parece una mujer muy devota, religiosa, dedicada a su matrimonio y a la religión judía ortodoxa. Sin embargo, Ronit está verdaderamente sorprendida de que Esti sea la esposa de Dovid y de su cambio de personalidad ahora convertida en una mujer ejemplar de la guía religiosa judía ortodoxa. 

Ronit Krushka es una mujer muy libre. Goza su sexualidad, goza su libertad. Ronit no quiere tener hijos ni mucho menos osar con tener un matrimonio conservador, tradicional, que siga línea del judaísmo ortodoxo. Ronit disfruta de su soltería, de su profesión, de la gran ciudad de Nueva York, no tiene una relación de compromiso con nadie. Es libre, no le tiene que rendir cuentas a nadie. Y parece que su propia personalidad ha sabido comprender y ha sido muy flexible con el conocimiento de causa de que este comportamiento nunca sería aceptado por la comunidad en la que creció, donde además, su padre ha sido ejemplo y guía espiritual para todos los fieles. 

A pesar de su libertad y de la comprensión por la falta de tolerancia de su propio padre y de la comunidad religiosa judía ortodoxa, Ronit siente que algo le quema. Ronit no está reconciliada profundamente con su padre. Esa falta de reconciliación no le deja respirar, no le deja ser enteramente libre. Dentro de ella sigue su padre vivo, siempre le ha acompañado, siempre ha estado con ella, y de alguna manera ella padece ese rechazo, padece el conflicto con su padre, porque no se pudieron reconciliar en vida y esa resignación de no haber sido lo que su padre esperaba no deja ser. 

Así, vamos viendo cómo la sociedad y su familia, juzgan y critican todo actuar e historia que ha tenido Ronit, al punto de ensañarse y  provocarla—buscar hacerla entrar en crisis, desesperación y ansiedad. Sin embargo, Ronit no se engancha del todo con este tipo de ataques e intentos por hacerla sentir mal. 

Por su parte, vemos la vida íntima de Dovid Kuperman y de Esti, quienes tienen sexo cuando lo manda la religión, y descansan cuando lo manda la religión. Esti es ahora muy conservadora. Pero descubriremos que se siente profundamente atraída por Ronit. Y no lo puede evitar. 

Esti busca besar a Ronit, busca estar con ella, y Ronit accede.

Esto desprende una gran pasión que se había aguardado durante años. Y poco remordimiento sufre Ronit al estar besando a la esposa de uno de sus mejores amigos. Porque durante su infancia, Ronit, Dovid y Esti eran grandes amigos, pero Esti siempre gustó y quiso a Ronit, y con ella descubre su orientación sexual.

Reprimida por la religión y la comunidad judía ortodoxa, Esti renuncia a seguir queriendo tener sexo con mujeres, pero siempre se siente atraída por ellas. El rabino, padre de Ronit, busca hacerla entrar en razón y le persuade para que acepte como esposo a Dovid, un hombre de corazón noble y generoso que además ya goza de la aprobación del Rabino y tiene una buena reputación entre la sociedad.

Esti se casa con Dovid y reprime su verdadera orientación sexual.

Por eso se casó Esti con Dovid.

Pero ahora se ha transgredido todo.

E iremos descubriendo que todo había sido artificio de Esti, buscando poder revelar esa inquietud dentro de ella que no le dejaba estar en paz, y poder aclarar su conciencia, que además provocaba extrañar con pasión a quien le había provocado emociones intensas, de su primer amor, Ronit.

Queda claro que Esti tiene una orientación sexual hacia las mujeres, pero Ronit parece ser bisexual, pues sostuvo este encuentro erótico en su juventud con Esti, pero siempre se supo de sus relaciones sexuales con hombres, además furtivas, sin compromiso, totalmente libres de compromiso. Incluso vemos a Ronit sostener relaciones sexuales con un hombre antes de su reencuentro con Esti. 

Y de igual forma, Ronit se deja llevar por la pasión y el romance del momento con Esti, sin asegurar ni prometer ninguna serie de compromisos ni esperanzas en el futuro para estar juntas. 

Como es un pueblo chico, el infierno es grande, y pronto la sociedad descubrirá este romance secreto entre Esti y Ronit, cosa que pondrá en tela de juicio todo actuar de Esti, y pondrá en riesgo toda su vida en la comunidad, desde su trabajo como profesora y educadora hasta su imagen matrimonial con el nuevo próximo rabino, su esposo Dovid. 

La química entre Rachel Weisz y Rachel McAdams, es magistral. Logran verdaderamente transportar aquel deseo aguardado durante años que explota en el reencuentro de las dos protagonistas, Ronit y Esti. Hay escenas poéticas, de amor y eróticas profundamente conmovedoras y verdaderamente trascendentes en términos cinematográficos y de la narrativa por la dirección de Sebastian Lelio.

Este drama intenso, irá a reparar en cómo Dovid se entera de la infidelidad de su esposa Esti con Ronit. Pero no aguarda rencor Dovid. En verdad, Dovid posee un corazón bueno, noble y generoso. De pronto ha sentido la furia, pero no obstante ha sido considerado como el mejor perfil para ocupar la silla del gran Rabino de la comunidad. 

Porque Dovid en su juventud sabía de la orientación sexual de Esti.

Pensó que su matrimonio les salvaría a ambos.

Imagínense, la esposa del gran Rabino resultó ser Lesbiana. 

Imagínense, la hija del gran Rabino no se ha casado y parece ser bisexual.

Un tremendo drama cultural, social, religioso.

Esti entra en un gran dilema, sobre el por venir de su vida. Ya no siente ganas de continuar en el matrimonio. Quiere liberarse. Pero el drama aumentará. Las circunstancias se complicarán aún más y Esti ya no podrá decidir sólo por ella, pues hay más implicados que sufrirán las consecuencias de indecisiones que ha tenido en la vida.

Al final Ronit sabe de su responsabilidad en abonar a un conflicto matrimonial que nunca quiso lastimar. Al final Dovid demuestra por qué era el gran elegido para convertirse en el nuevo Rabino de la comunidad; demuestra la grandeza de su corazón  y su portentosa humildad, humildad que podrá incluso incidir en un cambio drástico, repentino, en el destino de todos los personajes.

Es una historia verdaderamente portentosa. Increíble. Muy entretenida, con actuaciones fuertes, gigantes, con una gran dirección y un espléndido trabajo de guión cinematográfico. Y que además, entre otras cosas, habla sobre la reconciliación que todos tenemos con nuestra historia, y con nuestros padres. Esta historia es sobre la reconciliación pendiente que había entre Ronit y su padre, cosa que no le dejaba verdaderamente poder ser libre a pesar de todas sus rebeldías, ante convencionalismos sociales, ante el conservadurismo, ante la religión, ante múltiples cosas que estaban sucediendo en la cosmovisión de su vida al interior de los preceptos culturales devenidos de la religión judía.

Es una película que hay que ver.

Indudablemente,

Magistral

Estupendo soundtrack de Matthew Herbert.

Erick Xavier Huerta S.